Si ya viste la obra de teatro No importa —dirigida por Adrián Hernández, con dirección general de Ramón Silverio e interpretada por Leisy Domínguez, Lizandra Martín, Yuniesky Bermúdez y el propio Adrián— seguramente te hiciste preguntas.

Si no has podido verla, igual deberías leer las siguientes líneas y así, cuando tengas la oportunidad de disfrutarla en vivo y en directo, podrás percatarte de ciertos detalles que pasan desapercibidos en una primera visualización.

Si ya viste la obra de teatro No importa seguramente te hiciste preguntas.

Estas son 10 de las preguntas más frecuentes.

¿Qué tienen que ver No importa, Quién le pone el cascabel al látigo y la revista Alma Mater?

¿Quién le pone el cascabel al látigo? es una sección que desde hace más de dos décadas publica la revista Alma Mater. En los últimos 14 años las crónicas, narraciones o anécdotas que allí se comparten han sido escritas por el periodista Rodolfo Romero Reyes. En 2017 la Casa Editora Abril publicó un libro homónimo que reunió 45 de estos textos. Durante la Feria en Santa Clara, el actor y director de teatro Adrián Hernández compró un ejemplar y lo leyó “de una sentada”. Se sintió muy identificado por los cuentos del pre, del servicio militar, de la universidad, pues encontró en esas anécdotas muchos puntos en común con su vida personal. En plena pandemia decidió montar una obra que narra el reencuentro de cuatro amigos y es atravesada por el controversial tema de la emigración, recurriendo a muchos de los textos que aparecen en el volumen.

Una obra que narra el reencuentro de cuatro amigos y es atravesada por el controversial tema de la emigración.

¿De dónde surgió el poema que se dice durante el chequeo de emulación?

El chequeo de emulación es uno de los momentos más interactivos antes del intermedio, cuando parte del público hace una ola o gritan ante el pase de lista: ¡10mo. 5! ¡11no. 10! Al finalizar el chequeo de emulación los muchachos recitan unos versos. Precisamente, ese poema es el primer “Látigo” que publicó el autor en la revista Alma Mater y trata de la frustración de cierto romance. Solo adelantaremos una estrofa:

Mi alma se siente sola

desde que tú te marchaste.

En mi guitarra, los trastes,

se pierden tras “tu popola”.

Te cuidé como amapola,

nunca quise serte infiel,

mas los versos en papel

que te solía escribir,

nunca te hicieron sentir

lo que Wisin y Yandel.

El chequeo de emulación es uno de los momentos más interactivos antes del intermedio.

La relación “Botero” ¿a quién se le ocurrió?

Si no has visto la obra quizás no estés al tanto que incluye un catálogo para etiquetar a tus parejas anteriores: desde la relación “Reverbero” hasta la relación “Nestlé”. Volviendo a la pregunta, la relación “Botero” es una invención de los muchachos de El Mejunje, y la manera en que escenifican la relación “Chicle” es desternillante.

La relación “Botero” es una invención de los muchachos de El Mejunje.

¿Cuál es el origen de “los coritos del servicio militar”?

Los coros, o marchas cantadas como también se les conoce, hacen más diáfanas o entretenidas las rutinas militares. Algunas son clásicas como aquella que empieza: “La manzana se pasea, / de la sala al comedor…”. Otras, surgieron de la inventiva de un grupo de soldados que pasaron la previa allá por el año 2005. Ah, importante, el castigo denominado “El diablo” es una práctica cotidiana entre algunos oficiales.

Los coros, o marchas cantadas como también se les conoce, hacen más diáfanas o entretenidas las rutinas militares.

¿Es tortica o mantecado de la dignidad?

Si para responder a esta pregunta reuniéramos a santaclareños y habaneros pasarían horas sin que lograsen ponerse de acuerdo. Pero más allá de si era un polvorón, o cualquier otro “artefacto”, es real que aquella tarde en el Café Literario de 23 y 12 el dinero que llevaban aquellos cuatro jóvenes en sus bolsillos ascendía a un peso con 80 centavos, de los cuales, 40 y 40 estaban destinados al transporte público que emplearían para regresar a sus casas dos de ellos (los otros vivían cerca del Café). De ahí que solo dispusieran de un peso para evitar que la intransigente camarera lograra expulsarlos del lugar en el que era “obligado consumir”.

Los jóvenes disponían de un peso para no ser expulsados por la camarera del Café Literario de 23 y 12…

¿Quién es La Pinta?

Pues sí, en la obra se mencionan nombres que tienen que ver con personajes del mundo real. El teniente Corrales, por ejemplo, es uno de los oficiales que rigió la mencionada previa del servicio militar. El nombre de Julius Decan, en el segmento dedicado a Harry Potter, hace alusión al decano Julio García Luis que siempre defendió el derecho que tenían sus estudiantes de Periodismo a expresarse en cualquier tribuna. Y La Pinta, bueno, La Pinta fue una profesora de El Macao —es decir, de Adrián Hernández— y le decían La Pinta, bueno, como a otros profes le han apodado La Caguama, Machupicchu, Manco de Lepanto, Tutankamón, La Fiera, Pildorín… Así que cuando escuchen el grito en algún momento de la obra, no es enmascarando una mala palabra, ni refiriéndose a una de las tres carabelas.

La Pinta fue una profesora de El Macao.

¿Tú harías un trío?

Esa pregunta, si no te la has hecho, te la harán los actores en el teatro. Y sin ánimo de mediar en las respuestas, debo acotar que la rectificación que en materia de tríos se hace, es de la autoría de Silvio Rodríguez quien, gentilmente, comentó el texto original “¿Qué opinas de los tríos?”, cuando este se publicó en el blog Letra Joven.

La pregunta “¿Tú harías un trío?” te la harán los actores en el teatro.

¿Qué frases se repiten durante la obra?

En todo piquete de amigos hay frases que, sin necesidad de contextualizar, todo el mundo entiende su significado. En mi aula, por ejemplo, si alguien evocaba “la azul casa suya”, todo el mundo sabía a quién se refería, incluso, recordaba el momento exacto en que esa persona había pronunciado aquel disparate. Pues en la obra también hay frases como esas, que incluso se repiten en más de un momento, como cuando dicen a coro: “¡¡¡Especial!!!”, o una de las muchachas reitera: “Yo sabía que a mis locos tenía que volverlos a ver”.

La pregunta ¿Prefieres una sorpresa o un cuento que te haga reír? no se explica en la obra, y tampoco hace falta. Es una especie de código entre dos de los amigos. Si quieres enterarte de todo el significado que encierra, puedes leer “Flores… ¿para quién?”, publicado también en el blog Letra Joven.

Y hay otra que es mi preferida: “Aquí todo tiene que ver con todo… Y Cuba… Y Cuba, con sus orígenes”. Y no le busquen doble sentido, la frase es así, tal cual.

En todo piquete de amigos hay frases que, sin necesidad de contextualizar, todo el mundo entiende su significado.

¿Es cierto que cada vez que estrenan la obra se toman una botella de ron?

Pues sí, no solo son histriónicos, sino etílicamente resistentes. Al reencontrarse, uno de los amigos trae una botella de “el mejor ron de Cuba, qué digo de Cuba, del mundo”. Y como suele suceder en cualquier rincón de este país la conversación y los recuerdos se evocan acompañados de un “cañangazo”. ¿Cómo lo logran? Pues gracias al patrocinio de Habana Club de Santa Clara que no ha dudado en apoyar el arte de estos jóvenes creadores, quienes ganaron la beca El reino de este mundo, de la Asociación Hermanos Saíz.

Los actores de la obra no solo son histriónicos, sino etílicamente resistentes.

Por último, ¿qué forma parte del libro y qué no?

La respuesta realmente No Importa, porque libro y obra ya están unidos de manera indisoluble. De hecho, una segunda parte del libro está en proceso de edición, también por la Casa Editora Abril, y su lanzamiento será en el teatro, como parte de alguna de las presentaciones que tenga la obra.

Por cierto, la puesta más reciente, en el Bertolt Brecht, fue la número 30, después de presentarse en Santa Clara, Ciego de Ávila, Cumanayagua, Bayamo, Holguín. En los próximos meses subirán a las tablas en Camagüey, Pinar del Río, Matanzas… y quieren regresar en diciembre a La Habana. 

No obstante, si insistes en saber, solo te queda un camino: ver la obra, leer el libro, y así finalmente comprobarás que aquí todo tiene que ver con todo, y Cuba… ya saben.