A “El Pulpo”, lo que le toca… al fin

Ana María Domínguez Cruz
11/3/2020

Le dicen “El Pulpo”. Y no podía ser otro su apodo. Tocar seis instrumentos de manera simultánea, y en medio de las complejidades rítmicas y armónicas del jazz, no es común; de hecho, es único. Sin embargo, su modestia llega a ser aplastante, y en no pocas ocasiones oculta esa grandeza que resulta de haber sido completamente autodidacta y ser hoy uno de los más talentosos instrumentistas cubanos, aun cuando no se le haya reconocido en su justo lugar.

Del 18 al 22 de marzo se celebrará el IV Festival Jazz Centro, con sede principal en Morón.
Fotos: Del autor.

 

Que del 18 al 22 de marzo el IV Festival Jazz Centro, con sede principal en Morón, y ahora con actividades previstas también en la ciudad de Ciego de Ávila, se le dedique a Miguel Miranda es un primer paso, pero sería totalmente injusto pensar que con eso basta.

A nivel internacional mucho se habla de la destreza de este músico, natural de Morón. Su fidelidad al proyecto Jazz Tumbatá, que lidera su esposa Lilia Esther (Bellita) Expósito, tal vez lo haya alejado del halo de luz que rodea a quienes se trazan un camino en solitario para protagonizar una agrupación. No obstante, y al decir de la propia Bellita, ser esa “contrafigura admirable”  le ha valido muchos reconocimientos, aunque él prefiera no mencionarlos.

“Mi padre me encendió la chispa. Tocaba varios instrumentos por hobby y a mí me regalaba juguetes que me acercaran a la música. Recuerdo el piano pequeño, aquellos diminutos tambores… todo eso en mi corral, en la cuna, para estimularme el interés, supongo.

“No estudié en academia alguna desde edades tempranas, como la mayoría. Me enamoré de la batería, fue con lo que me inicié en la música, y a lo largo de mi vida he tenido que estudiar mucho, y me encanta”.

Bellita insiste en que, lo más loable de Miranda es que se haya propuesto a tocar esos instrumentos a la vez sin utilizar máquinas de ritmo, computadoras, secuencias u otro artificio; y eso lo distingue.

Miranda toca varios instrumentos a la vez.
 

“Pulsar y sacar el sonido del brazo del bajo con la mano izquierda, con la mano derecha tocar las congas, con el pie izquierdo tocar hi hat y campana… en su set de congas tiene también bongoes… y demostrar esa independencia para tocar y además poseer la suficiente coordinación para ello. Es descomunal…

“Sabe mucha música. En el sentido de la formación musical somos diametralmente opuestos. Nos conocimos en el grupo Manguaré y cada cual ya había desandado varios rumbos musicales. Aprendí mucho con Miranda. Es mi maestro. Hemos mantenido esa unidad en la vida y también en la música.

“Toca muy bien muchos instrumentos, es un gran orquestador, un arreglista fenomenal y es totalmente enriquecedor trabajar a su lado”.

No necesito de ella ni ella necesita de mí, afirma Miranda. “Pero nos tenemos el uno al otro para todo, y en el grupo lo defendemos todo juntos. Cada cual podía tener su propio rumbo pero nos debemos a esta idea”.

Miranda, como parte del Jazz Centro 2020, intercambiará con otros músicos asistentes, ofrecerá clases magistrales para los estudiantes de las escuelas de arte y deleitará al público en vivo durante las dos presentaciones previstas.

Jazz Tumbatá, que se presenta con frecuencia en los más importantes festivales del jazz a nivel global, mantiene sus espacios habituales en el club habanero La Zorra y el Cuervo.