Constituye un inmenso honor para la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí dar a conocer este diario de Alexander von Humboldt, mediante su primera publicación mundial en idioma español y de forma impresa.

El gran naturalista alemán, admirado para siempre como el segundo descubridor de Cuba, reunió en un haz enciclopédico Ciencias y Humanidades en los fervorosos albores de una modernidad que él encarnó como pocos y de la cual es, sencillamente, luz.

“Estas páginas, hasta hace poco extraviadas, ‘representan el más extenso diario humboldtiano de una ciudad del imperio colonial español en América (…)’”.

Estas páginas, hasta hace poco extraviadas, “representan el más extenso diario humboldtiano de una ciudad del imperio colonial español en América. Por eso lo he titulado Habana 1804”, nos explica la voz autorizada de Michael Zeuske, que lo preparó e introdujo de manera documentada y brillante. En sus disquisiciones y apuntes, como gran especialista en Humboldt y profundo conocedor de Cuba, podemos encontrar el contexto y la significación sobre este cuaderno de trabajo.

Pero Zeuske no clausura interpretaciones, más bien abre y estimula otras nuevas hacia lo tanto que nos falta por saber en torno a Humboldt en esta isla. Así, el conjunto de Habana 1804 se revela como una lectura apasionante. Y es, en este sentido, que nutre la recordación de los relevantes aniversarios, todavía cercanos, impedidos en su mayor realce por el mal tiempo pandémico y las dificultades económicas de los dos últimos años. Me refiero al 250 aniversario del natalicio de Humboldt en 2019 y a los 220 años de su primer arribo a Cuba en 2020.

A Michael Zeuske ofrecemos nuestra sincera gratitud por esta enorme contribución al discernimiento de la historia de nuestro país, en particular a aquella parte de sus estrechos vasos comunicantes con el resto del planeta. Por igual, al Instituto Goethe de Alemania en el fomento del proyecto, y a la embajada de ese país en La Habana, a través del atento seguimiento del mismo por parte de varios de sus funcionarios.

“(…) Abrazar el caudal infinito de lo mejor de la humanidad, como el que Humboldt acrecentó y representa, es misión sagrada de esta biblioteca martiana”.

A su vez, esta publicación resulta un privilegio en el 120 aniversario de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, un singular obsequio que ofrece a nuestra nación, al orbe y a sí misma. Porque prolongar el mandato antiesclavista, antirracista y anticolonialista de Alexander von Humboldt, marcado entre vastos conocimientos por la circunstancia cubana, no solo es un deber ante la memoria del extraordinario humanista alemán, sino que, acaso, es más necesario hoy ante el deterioro ecológico y civilizatorio que viven la naturaleza y las sociedades.

El legado humboldtiano con su afán de saberes, con la visión de un mundo integrado, con el profundo reconocimiento del otro y su defensa, es un valladar ante las regresiones actuales de pensamiento y acción. Abrazar el caudal infinito de lo mejor de la humanidad, como el que Humboldt acrecentó y representa, es misión sagrada de esta biblioteca martiana.