“La cultura es un pilar de la sociedad que define el perfil espiritual de un pueblo, promueve la construcción de la paz y la cohesión social, y es una herramienta insoslayable para el desarrollo sostenible de nuestros países”, aseguró este jueves el titular de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau, durante la reunión de ministras y ministros de Cultura del Grupo de los 77 y China, convocada por la Mayor de las Antillas en calidad de presidente pro témpore de la organización durante el 2023.

En la cita ―que coincide con el Primer Congreso Internacional de Patrimonio Cultural y la 41 edición de la Feria Internacional de Turismo dedicada a la temática “Cultura y Patrimonio”―, Alonso Grau afirmó que la diversidad cultural es la mayor riqueza de la humanidad.

“Fomentar la solidaridad, la cooperación internacional en la esfera cultural y enfrentar los intentos de recolonizarnos son condiciones indispensables para el desarrollo de nuestros países”.

“Asistimos a un escenario mundial marcado por profundas crisis sistémicas y estructurales, energéticas, climáticas, alimentarias, por el rejuvenecimiento de los conflictos geopolíticos y el aumento de las desigualdades que, al impactar en nuestras economías, lo hacen significativamente en el sector cultural. En este contexto, promover la cultura como un bien público universal y un derecho humano, es apostar definitivamente por un mundo más equitativo, justo e inclusivo que reconozca a las personas como el elemento central del desarrollo”.

En la actualidad, agregó el titular cubano, este panorama se agrava con el monopolio tecnológico y la hegemonía informativa y cultural, ejercida por un pequeño grupo de corporaciones de países ricos dueños de los principales monopolios de la producción, distribución y comercialización a nivel global.

En este sentido, Alonso Grau alertó que se ve la cultura como una mercancía y se promueve como un espectáculo, sinónimo de entretenimiento. “La producción cultural de nuestros países sufre de los efectos devastadores de un mercado en el que solo hay lugar para los productos prefabricados por una industria, que concibe los valores humanistas de la cultura como anticuados, y a la que solo le interesa aquello que se vende”.

Alonso Grau recordó que la Mayor de las Antillas ha sido víctima por más de 60 años de un absurdo e inhumano bloqueo económico, comercial y financiero.

En esta misma línea, el ministro cubano recordó que 18 de las 20 películas de mayores recaudaciones a nivel global en 2022 pertenecen a los seis conglomerados líderes de la información. Por otro lado, por ejemplo, en el mercado del libro a nivel mundial domina el idioma inglés, que da fe de cuánta influencia consiguen esos monopolios sobre los hábitos de consumo de los lectores. 

“Frente a un horizonte retador será nuestra unidad, presencia e influencia como grupo lo que nos impulsará a cumplir con los objetivos que nos proponemos: fomentar la solidaridad, la cooperación internacional en la esfera cultural y enfrentar los intentos de recolonizarnos son condiciones indispensables para el desarrollo de nuestros países. Nuestra convicción de que es posible un mundo mejor, más democrático y justo conlleva a rechazar las medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional que se ejercen hoy arbitrariamente contra naciones soberanas, y a ratificar el compromiso de Cuba con el multilateralismo, la paz, la unidad y la solidaridad internacional”.

“En Cuba la cultura es uno de los pilares de la política de desarrollo y se promueve desde el consenso y la participación ciudadana”.

Alonso Grau recordó que la Mayor de las Antillas ha sido víctima por más de 60 años de un absurdo e inhumano bloqueo económico, comercial y financiero, cuyo único fin ha sido castigar a su pueblo por ejercer su derecho a escoger soberanamente un camino propio para su desarrollo.

“El bloqueo y otras medidas del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, no solo impactan en el desarrollo económico, sino que también frenan los sueños de vida plena de nuestras juventudes en su país de origen, separan familias y obstaculizan la preservación del patrimonio y el desarrollo cultural. El bloqueo es el principal obstáculo en la implementación nacional de la Agenda 20/30 sobre Desarrollo Sostenible y de las políticas diseñadas para garantizar el acceso universal de todos los cubanos a la cultura”. 

“Habitamos un mundo indudablemente distinto desde el 2020. La COVID-19 fue un desafío sin igual que puso al descubierto la vulnerabilidad de nuestro sector y las desigualdades de nuestras sociedades. A ello se suman otras profundas enfermedades que padece nuestro planeta, como la crisis multidimensional desde el 2008, la hegemonía de las industrias principales como centros de poder, el tráfico ilícito de bienes culturales y el saqueo de la riqueza de las naciones. “Nuestra salvación es posible mediante la solidaridad y la cooperación internacional”. 

“Promover la cultura como un bien público universal y un derecho humano, es apostar por un mundo más equitativo, justo e inclusivo que reconozca a las personas como el elemento central del desarrollo”.

El ministro cubano dijo que cuando realizaron la convocatoria a la reunión, el llamado fue para hacer una reflexión colectiva sobre la promoción del valor de la cultura como bien público global; además de considerar su inclusión social y económica para el desarrollo sostenible y el impulso de la cooperación en los ámbitos de la gestión integral del patrimonio, el turismo cultural, patrimonial y las industrias culturales y nativas ante los retos que imponen los modelos de desarrollo predominantes y las consecuencias del cambio climático.

“En Cuba la cultura es uno de los pilares de la política de desarrollo y se promueve desde el consenso y la participación ciudadana. Resulta imposible explicar qué es Cuba hoy y su reconocido resultado en el ámbito social, sin mencionar lo que ha significado el gran programa educacional y cultural. Sostenemos la premisa de que no es posible el desarrollo sin cultura. Por eso, en el plan de desarrollo económico y social hasta el 2030, se contempla como elemento imprescindible la participación popular en los mecanismos de gestión cultural. La estrategia de desarrollo tiene a la cultura como un elemento transversal al enriquecimiento espiritual y al desarrollo integral de los ciudadanos”.