Asamblea Nacional: Debaten sobre símbolos, recreación sana y política cultural

Thalía Fuentes Puebla
16/7/2019

Este fin de semana concluyó el tercer periodo ordinario de sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, con la aprobación de la Ley Electoral, la Ley de Pesca y la Ley de Símbolos Nacionales. A propósito de esta última legislación, varios temas referentes a la cultura centraron los debates, sobre todo el chequeo de la política cultural. 

Foto: Escambray
 

El sábado 13 de julio todos los diputados votaron unánimemente por la Ley de Símbolos Nacionales de la República de Cuba, y posteriormente una comisión se encargará de corregir los detalles de estilo para que la norma pueda ser publicada en la Gaceta Oficial.

En la redacción de esta norma trabajaron coordinadamente especialistas designados por los ministerios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Interior, de Educación, Educación Superior, Cultura, Justicia, Relaciones Exteriores, de las secretarías de los Consejos de Estado y de Ministros y de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Se revisaron y tuvieron en cuenta documentos históricos y las actas de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su segunda legislatura (1983).

El proyecto de Ley que se propone tiene como objetivo dar solución a la problemática que se aprecia en nuestra sociedad en cuanto a la contradicción que se manifiesta entre lo estipulado en la vigente Ley de Símbolos Nacionales, su Reglamento y el uso que de ellos hacen e interesa hacer a nuestros ciudadanos.

En esta nueva ley se flexibilizará el uso, pero se debe mantener el debido respeto a los símbolos nacionales, por representar la nación y toda su historia. En la Asamblea se llamó a que en el proceso de implementación de la norma jurídica se logre generar una conciencia de responsabilidad colectiva de conocimiento, respeto y veneración de los símbolos nacionales.

Se reconoce que, aunque existen otros símbolos patrios que son también expresión de las luchas de nuestro pueblo por su libertad en diferentes momentos de su devenir histórico, la Bandera de la Estrella Solitaria, el Escudo de la Palma Real y el Himno de Bayamo van a constituir los símbolos nacionales que representan a la nación cubana, tanto en el plano nacional como internacional.

Se incorpora la posibilidad de confeccionar la Bandera Nacional con otros tejidos o material adecuado, con el propósito de abaratar su elaboración, lo que contribuye a facilitar su adquisición y uso por las personas naturales o jurídicas y la utilización de este símbolo en actos públicos, domicilios, centros laborales, etc., siempre con el cuidado y respeto que corresponde.

Asimismo, en la escuela y otras instituciones del sistema general de Educación se mantiene y refuerza la responsabilidad de los educadores, maestros, profesores y personal no docente de que los estudiantes conozcan lo establecido en cuanto al respeto y veneración de los símbolos nacionales, que los honren, como el homenaje más elevado a los héroes y mártires de la Patria, y a los que de cualquier modo han servido y defendido la nación.

La legislación también aclara que el Himno Nacional no debe ejecutarse con fines publicitarios y se entona con el vigor de un himno de combate después de izada la Bandera Nacional. Por su arte, el Escudo Nacional se ubicará en todos los locales donde se imparta la enseñanza, en la pared hacia la que están orientados los pupitres y mesas de estudio y trabajo de los alumnos.

La Ley aprobada dedica dos de sus títulos a las responsabilidades del Estado, la familia y las instituciones educacionales y formadoras de contribuir a fomentar en la sociedad el conocimiento de los Símbolos Nacionales, las principales regulaciones para su uso y una conducta de respeto a ellos. Solo así la contradicción entre la Ley y el uso correcto por los ciudadanos, la familia y las instituciones será resuelta en su totalidad.

Otros temas a debate

Uno de los puntos analizados en la Comisión de Cultura, Ciencia y Educación fue el de las actividades recreativas de la presente etapa estival. Susely Morfa, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), presentó el plan recreativo previsto para este verano, preocupación emanada de los planteamientos de la juventud de cara al XI Congreso de la organización.

Se priorizarán las actividades en los barrios y en las comunidades de difícil acceso. La primera secretaria informó que a partir de las características de cada territorio se han identificado los centros e instalaciones con posibilidades y condiciones para convertirse en espacios recreativos para los jóvenes. Así se aumentan las posibilidades y ofertas, con precios asequibles para que el pueblo cubano pueda disfrutar de esta etapa.

Varios proyectos centrarán las actividades: Descubriendo Cuba, los campamentos de verano y Zona Joven (muchachos que irán a comunidades de difícil acceso para realizar labores sociales y llevar hasta allí la cultura y el deporte).

Bajo el eslogan “Vívelo”, la campaña del verano 2019 tiene el reto de seguir potenciando el contenido ideológico y formativo en las ofertas culturales y recreativas. Las premisas son promover la creatividad, la diversidad, la estética y el buen gusto en cada actividad.

En un segundo momento, se valoró el cumplimiento de la política cultural en la radio y la televisión. Los directivos del ICRT expusieron las debilidades que hoy tiene la programación de la radio y de la TV en el país, entre ellas, el anquilosamiento de zonas de creación; la poca producción de espacios nacionales, como los dramatizados; la falta del ejercicio de la crítica artística; el desaprovechamiento de las potencialidades de las nuevas tecnologías, y la presencia de expresiones de banalidad y seudocultura en la parrilla musical.

Al decir de Alfonso Noya, presidente del ICRT, el análisis de la implementación de la política cultural en las programaciones es un punto que va abriendo las puertas a los acuerdos del IX Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, que sentó las bases para el trabajo de los intelectuales cubanos y de la cultura en la Isla.

Noya aseguró que se continuará trabajando en las recomendaciones, para brindar una programación mucho más atractiva, acorde a las producciones en los territorios. “La unidad es una necesidad, no podemos lograr una buena programación si no está el talento de nuestros artistas. Tenemos que intencionar la programación para ser facilitadores y aportadores de la política cultural”.