La Jornada Villanueva 2020 ha sido un espacio útil para pensar el teatro cubano desde la amplitud de sus miradas, diversidad de perspectivas creativas, enfoques y maneras de asumir las dramaturgias contemporáneas en esta Isla del Caribe.

Algunos de los momentos presenciados por quien escribe estas líneas resultaron de mucha significación para entender el contexto en que surgió el Festival de Teatro de La Habana y el debate suscitado en torno a las obras merecedoras del Premio Villanueva, que concede anualmente la Sección de Crítica e Investigación Teatral de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC.

Festival de Teatro: un poco de historia

Sobre el Festival de Teatro de La Habana hablaron Marcia Leiseca y Graziella Pogolotti, personalidades muy vinculadas a la etapa inicial del evento. Este panel, celebrado en la Casa del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, estuvo moderado por Marilyn Garbey y Norge Espinosa y posibilitó revisitar la historia de este evento.

Las intelectuales analizaron los resortes que motivaron su creación, diferentes momentos en su recorrido y su trascendencia en la escena nacional. Justo en el año en que celebra sus cuatro décadas de vida.

“Fue un momento realmente histórico para el teatro cubano, histórico para todos los que participamos en el Festival e histórico, sobre todo, para los teatristas cubanos, que habíamos pasado una época compleja y difícil”, expresó Leiseca, quien también mencionó que fue a finales de 1978 que se creó la Comisión Organizadora del Festival de la que formaron parte los directores de las principales compañías, los especialistas de la Dirección de Teatro y Danza y críticos; y así fueron surgiendo las ideas creadoras de aquel evento que desbordó las salas.

Precisamente la doctora Graziella Pogolotti presidió el jurado de esa primera edición, algunos de los artistas que trabajaron con ella en esas funciones fueron: Ester Borja, Manuel Octavio Gómez, Félix Manuel Galich, Flora Lauten, Rine Leal, Reinaldo Miravalles, Maria Elena Molinet, Magaly Urgecía, Enrique Pineda Barnet y Mario Rodríguez Alemán.

Las mejores obras presentadas en esa primera edición fueron: Andoba, presentada por el Grupo Político Bertold Brecht; Cecilia Valdés, dirigida por Roberto Blanco y presentada por el Teatro Lírico Nacional; La vitrina, dirigida por Albio Paz y montada por el Grupo Teatro Escambray; y Bodas de sangre, de Lorca, en el montaje de Teatro Estudio y dirigida por Berta Martínez.

También ofrecieron sus criterios la investigadora Vivian Martínez Tabares, el profesor Eberto García Abreu y el director Carlos Celdrán, sobre un evento al que han estado muy vinculados desde hace varios años y a cuya realización han contribuido.

El 2019 en el ojo de la crítica

Algunos de los invitados a dialogar con los asistentes a este encuentro fueron Susana Pous, directora de Mi Compañía, ganadora del Villanueva por la obra Infinito, y Carlos Celdrán, líder de Argos Teatro, agrupación que lo obtuvo por la obra Hierro, junto a Raúl Martin, cuya obra Ocurre en domingo, también mereció el Villanueva.

Pous comentó algunas de sus motivaciones con la obra y con la propia compañía: “Antes de formar Mi Compañía, me sentía un poco más como observadora, y en el momento que comienza el proyecto de Mi Compañía y decido hacer una nueva puesta que, de alguna manera, iba a marcar un antes y un después en mi trabajo, decidí que la mirada tenía que estar en otro lugar, que tenía que ir hacia dentro. Era necesario para mí como persona y como creadora, así que toda la indagación fue hacia dentro y empecé a pensar que, antes de seguir este camino, tenía que hacer una pausa y empezar todo este proceso interno para saber más de mí, para entenderme un poco más y de esa manera poder entender mejor lo que me rodeaba.

“Era una idea personal que tenía y también tenía que hablarles a ellos, para llevar a los bailarines a que hicieran el viaje conmigo, y eso se convirtió en ese infinito, que creo que todavía sigue porque abrió un montón de nuevas vías para seguir”.

Algunos de los espacios donde la obra se ha presentado son el Teatro Martí, el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y el Sauto, de Matanzas. Acerca de esta experiencia afirmó: “Estrenamos en el Martí, después nos presentamos en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, donde hay una distancia mayor que te permite estar más de observador externo y el público en el Gran Teatro yo pienso que tiene otra concepción del espacio; por primera vez fuimos al Sauto de Matanzas, para mí fue muy sorprendente la energía que tenía el público en Matanzas, porque creo que están tan entusiasmados con tener un teatro que la gente lloraba, se reía, gritaba… y era fantástico, ahora mismo es un público muy ávido”.

Día del Teatro Cubano

Como celebración por el Día del Teatro Cubano, este 22 de enero, coincidentemente con el 151 aniversario de los sucesos del Teatro Villanueva, fueron entregados los premios que llevan este nombre y que distinguen a los mejores espectáculos presentados en Cuba en el 2019.

La sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) acogió el encuentro, donde se encontraban presentes Fernando Rojas, presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE); Luis Morlote, presidente de la UNEAC, junto a representantes de otras instituciones culturales e invitados del cuerpo diplomático de los países con obras que merecieron el voto de los críticos.

El pasado año fue un periodo de grandes pérdidas para las artes escénicas y la cultura cubana, en sentido general, Alicia Alonso, directora fundadora del Ballet Nacional de Cuba; Ramiro Guerra, fundador de Danza Contemporánea de Cuba; y el director infantil Omar Bilbao, dijo el crítico Norge Espinosa.

Fernando Rojas se refirió a la importancia de la crítica como indicador de calidad dentro de las artes escénicas y a la necesidad de seguir trabajando en este aspecto.

El Premio Villanueva se entrega anualmente como parte de las acciones que desarrolla la Sección de Crítica e Investigación Teatral de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC, con la participación de los representantes de la revista Tablas y la filial cubana de la Asociación Internacional de Críticos de Teatro.