De entre los agradecimientos que grabamos en el pecho

Guille Vilar
15/12/2017

Cuando en el ámbito musical de nuestro país tienen lugar sucesos como el del pasado 10 de diciembre en los terrenos de la Ciudad Deportiva con la presencia de las orquestas Formell y Los Van Van conjuntamente con el Charangón de Elio Revé para tocar ante decenas de miles de personas, uno se pregunta y con todo derecho, por qué esta fabulosa iniciativa no había ocurrido con anterioridad. Es que a la hora de sacar cuentas de semejante empeño a cargo de diferentes instituciones vinculadas con la cultura, todo el saldo ha sido sumamente positivo. Ciertamente, quizás no se habría podido contar hasta ahora con un equipamiento de luces y de sonido tan estelar como el empleado en este concierto.
 

Elito-Revé-y-Samuel-Formell. Foto: Cubadebate
 

Tan es así, que a partir de este basamento básico imprescindible para el mejor desenvolvimiento del evento, todo fue de maravillas. El público allí presente, tuvo el privilegio de disfrutar de dos de nuestras mejores orquestas de música bailable, con el rigor técnico adecuado para alcanzar la mayor calidad del sonido. A la vez, a diferencia de otros encuentros similares, en esta oportunidad no hubo una orquesta que, como invitada, abriera el espectáculo además de tocar su tiempo correspondiente para darle paso a la segunda agrupación, la que realmente lleva el peso del concierto. En esta ocasión, las tarimas de cada orquesta estaban una al lado de la otra para poder desarrollar el concierto como un mano a mano, posibilidad que incrementó todavía más la satisfacción de los que estábamos allí reunidos. Ninguna de tales agrupaciones estaba colocada para resaltar una por encima de la otra sino en igualdad de condiciones. Era el público que con sus cerrados aplausos y emotivas exclamaciones quien expresaba su valoración acerca de cada pieza interpretada por lo que se estableció como una fraternal emulación para ver quien lograba calentar más el ambiente.

 Por si fuera poco, el espectáculo comenzó bien arriba, con una descarga de Los Van Van donde agradecían por medio de elogios a la Revé, la posibilidad de compartir la escena ambas orquestas. A su vez, la Orquesta Revé abre el concierto con el conocido tema de Los Van Van titulado Dale dos. Desde este momento en adelante, nadie se imagine que las más de cuatro horas con parte de la mejor música popular bailable que ha animado las pantallas de nuestras vidas, se desarrolla dentro de la formalidad y ecuanimidad de una planificada alternancia entre ambas orquestas. Si entre los bailadores no había un respiro, pues cada orquesta echaba mano de sus mejores piezas, consideradas por el pueblo como clásicos, en el escenario ocurría algo inusual. Mientras la Revé estaba tocando, músicos de Los Van Van tiraban un pasillo, imbuidos por una atmosfera de total  “gozadera”, vocablo que en el argot de este tipo de música, nos revela haber sido hechizados por una irresistible ganas de bailar cuando esta sabrosa música cubana se encuentra en su mayor punto de ebullición. Eran constantes los saludos y los mensajes de una agrupación para la otra además de que, sin previo ensayo, se intercambian los músicos de ambas orquestas. Permanecer solo por minutos detrás del escenario para entrevistar a alguna personalidad, podía significar que, al regresar de nuevo al concierto, te encontraras con sorpresas como la de ver a El Lele improvisando con la Orquesta Revé.

Nada quedó al descuido como es la participación de invitados que han ayudado a conformar las historias de estas legendarias orquestas.  Si figuras como el pianista Juan Carlos Alfonso al igual que Moises “Yumurí” Valle, se sentían eufóricos y honrados al recordar su paso por la Revé en semejante fiesta y aunque en el caso de Los Van Van se hizo notar la ausencia de entrañables músicos que han quedado para siempre en la memoria de la popular agrupación, con la participación de Pedro Calvo, se alcanzó un estadio del sano orgullo de ser cubanos al que nos convocó Pedrito con su inigualable canto.

Del mismo modo, Formell tendría que sentirse muy complacido por contar entre los miembros de la orquesta a su hija Vanesa quien después de haber pasado por una temporada a puro nervios ante la inmensidad de semejante responsabilidad, ya se siente mucho más acoplada no solo al entorno sonoro de Los Van Van sino al recibimiento tributado a su persona por los vanvaneros, es decir por el pueblo cubano.

Es que todo este bienestar provocado por el impacto de la música que allí se hizo sonar, tiene su explicación en la conservación de las raíces que sostienen a ambas instituciones. Mientras que para algunos, el sonido de la orquesta Revé resulta algo rustico para los tiempos que corren, es porque no se percatan que trabajar en la dirección escogida hace más de 50 años, es preservar la clave del éxito. En tal sentido, sería un craso error pretender renovar al famoso Charangón en nombre de una inoperante modernidad. El manejo de la sonoridad que distingue al changui como fundamento de la orquesta Revé desde la segunda mitad del siglo pasado hasta la fecha, es un don que el cubano reconoce como algo muy suyo.

El respeto de esta mecánica que Elito Revé, su actual director, ha movido con habilidad y destreza, mantiene a la orquesta entre las preferidas del bailador cubano. Otro tanto ocurre con la vigencia demostrada por Los Van Van ante quienes dicen que la orquesta ha cambiado. Como dijo un amigo allí presente: “Si han cambiado, cambiado para sonar mejor todavía”. Mucho terreno anduvo el maestro Juan Formell entre las interioridades del alma del cubano al convertir a la banda entre una de las mejores de todos los tiempos, para que su sabio heredero Samuel Formell desperdicie dichos logros en la búsqueda del sello que ya el pueblo le ha otorgado como un pasaporte a la eternidad. Los preciosos legados tanto de Elio Revé Matos como los de Juan Formell, estuvieron presentes durante todo el concierto y por eso se disfrutó tanto. Si ambas personalidades fueron reconocidas en su momento, ahora lo son todavía más porque nos enseñaron el difícil arte de cómo hacer bailar el corazón al compás de su música y eso no se olvida.

Ya se ha anunciado por todos los medios, que dicho concierto podrá ser disfrutado por distintas capitales de provincias en este nuevo año además de que se planean giras por el extranjero cuando salga al mercado el DVD que recoge las interioridades de este evento.

No obstante, exhortamos a sus organizadores a que no dejen caer la posibilidad de continuar con otras propuestas similares. Son de las que se graban profundamente en nuestros pechos, como muestra del más sincero agradecimiento por tanta felicidad compartida.