Declaraciones de Danza Contemporánea de Cuba

Danza Contemporánea de Cuba
8/12/2016

Sentimos un frío más intenso que el de la ciudad que nos acogía. La noticia, como un rayo, sesgó nuestra madrugada en la ciudad de Ludwigsburg (Luisburgo), surcó nuestras mentes; palpitaron nuestros corazones, se nos encogió el pecho, y en muchos ojos se avizoraron las lágrimas.

Danza Contemporánea de Cuba nació con la Revolución (septiembre de 1959), se multiplicó por toda la Isla y danzó por el mundo gracias a Fidel. Por eso, en nuestro debut en el Theater Bonn (Alemania), fuimos ovacionados en Reversible, Tangos Cubanos, y Matria Etnocentra como cierre de programa. En Matria, bailamos con guayaberas blancas, azules y rojas, y el uniforme verde olivo que bajó de la Sierra Maestra, con el cual nos identificamos muchos de los cubanos. En cada instante, pensamos en la grandeza de Fidel, de Cuba.

Nosotros, que somos protagonistas, con orgullo decimos que la tropa está  conformada por  bailarines nacidos en disímiles ciudades y rincones de nuestra Isla: Río Cauto, Buey Arriba, Guantánamo, Cienfuegos, La Habana, Pinar del Río; y el público del mundo se sorprende. Después de leer tanta mala prensa, muchos no pueden creer que en las 14 provincias cubanas haya escuelas donde los niños tienen el revolucionario derecho de acceder a una educación artística, solo condicionada por sus aptitudes. Y cuando te preguntan por la calle de dónde eres, y respondes con el mayor orgullo: “Soy cubano”, de inmediato aflora con una sonrisa el nombre de Fidel, se te llena el pecho con el orgullo de ser Cuba. Así ha sido y seguirá siéndolo.

Después de Bonn, estremecimos a las ciudades de Ludwigshafen, Coesfeld, Kalsruhe. El 26 de noviembre, antes de la función, nuestro Director sostuvo un encuentro con el público presente: apenas se habló de danza, todo versó sobre Fidel.

Para cerrar la noche, los bailarines protagonizaron la mejor función de la gira en el Forum am Schlosspark, de Ludwigsburg: brillaron en Reversible; al llegar a Tangos Cubanos, las notas rítmicas de la habanera llevaron a las mujeres a un muy contenido tránsito por la congoja e irrumpieron lágrimas en el camerino de los hombres, y a la vuelta, con la ya consagrada Matria Etnocentra, como diríamos en buen cubano, el teatro se vino abajo.

Cuando el 3 de diciembre Fidel vuelva a entrar en Santiago, estaremos haciendo nuestro trabajo, que tantas veces él admiró: danzar Cuba.

 

Fürt, noviembre 28, 2016.

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