No es secreto para nadie que el Concurso Jojazz ha devenido cantera, fomento y relevo de ese género en Cuba. El certamen dirige su mirada al inmenso caudal que significan las escuelas de enseñanza artística en Cuba, segmento priorizado que el sector de la cultura gubernamentalmente enaltece.

Esta cita anual, sin precedente alguno, convoca y reúne hace ya 22 años a los mejores exponentes jóvenes del popular género, nacido en New Orleans. Pero, ¿quién estuvo detrás de su génesis y concepto? Esa persona es el músico Alexis Vázquez, quien en su época de bisoño quiso acercarse al mundo jazzístico.

A propósito de celebrarse dentro del XV Coloquio Internacional “Leonardo Acosta In Memorian”, del 35 Festival Internacional Jazz Plaza, un panel sobre la repercusión del Jojazz en el desarrollo de esa corriente musical en Cuba, ofrece una entrevista a los lectores de La Jiribilla.

Alexis, ¿qué te inspiró a crear este evento?

“Fui un joven graduado de las escuelas de arte. Me inspiró el haber culminado mis estudios y, ya con años de experiencia, el poderle abrir la posibilidad a jóvenes como yo para que tuviesen un espacio donde desarrollar sus inquietudes por el jazz y sus brillantes carreras artísticas”.

¿Qué te ha ofrecido su permanencia?

“Me ha permitido contemplar un resultado tangible en la trasformación de la música cubana. Por eso hemos batallado durante todo este tiempo. Ya lo que fue un sueño es una realidad. Hoy por hoy, hay ganadores del Concurso Jojazz representando a Cuba en los más importantes eventos del mundo. Ahora mismo, sin la presencia en la música cubana de jóvenes ganadores de este evento, no habría una verdadera acción del movimiento jazzístico”.

Entonces, ¿han sido cumplidos los objetivos iniciales trazados? ¿Han experimentado trasformaciones?

“Se han ido trasformado, como es lógico, porque la vida es una continuidad. Todavía tenemos cosas pendientes específicas que hacer con el movimiento jazzístico cubano, pero eso lo da el trabajo, la constancia y la entrega de estos jóvenes. El Jojazz es un movimiento muy fuerte ya dentro de la cultura cubana”.

Cierto. Hay músicos de esas huestes jazzísticas dentro de la música cubana de obligada referencia. ¿Fue una estrategia inicial o solamente obedecía a la promoción de estos talentos?

“Fue una estrategia. Me propuse un proyecto cultural estructurado en siete pasos. Hemos cumplido cinco, nos quedan pendientes dos. Uno de ellos, que el Jojazz sea una agencia especializada de jóvenes talentos. El otro, que este movimiento tenga un lugar propio de presentación y que le sirva, además, a los jóvenes como lugar de superación.

“La estrategia se ha ido imponiendo con los años. La táctica es lograr que estas cosas que nos faltan las podamos logar rápidamente. Creo que el movimiento seguirá triunfando, y el Ministerio de Cultura, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Asociación Hermanos Saíz y el Instituto Cubano de la Música, todos, tendrán que poner de su parte para que esto se logre”.

La mayoría de los concursantes proviene de la academia, otros acceden por su talento natural…

“Tiene dos categorías: estudiantes o trabajadores que no son de escuela de arte, pero que tienen interés en desarrollar su trabajo. Eso está bien definido desde un inicio en las bases del concurso. Nos ha permitido que jóvenes graduados inicialmente y que luego fueron al movimiento laboral, sin ninguna posibilidad de hacer jazz, tengan una vía de acceder al género.

La otra categoría corresponde a jóvenes que fueron artistas aficionados, con posibilidades y que también puedan expresar sus inquietudes a través del concurso”.

Hay una paradoja o dicotomía respecto a la enseñanza del jazz en Cuba. La mayoría de estos jóvenes proceden de las escuelas de arte, su formación es clásica. Aún no está instaurado oficialmente un programa de enseñanza del jazz, aunque ya se han registrado algunas acciones positivas. ¿Qué considera usted al respecto?

“El Jojazz en muchos sentidos se nutre de los estudiantes de la academia. Antes, al inicio, era realmente difícil que en algunas escuelas los maestros y los claustros comprendieran esto. Ahora ya no es así, no es tan complicado.

Por supuesto, la formación académica es muy importante para los jóvenes. Hemos ido creando talleres en el propio sistema de enseñanza, de música popular y de jazz. Insistimos en la creación de un centro especializado del movimiento de jóvenes talentos del Jojazz para la superación de los mismos. Llevará el nombre de Emiliano Salvador, quien también fuera un joven renovador y ganador de un concurso de jóvenes músicos”.

Entonces, hay Jojazz para rato…

“Sí, creo que sí. Estoy pensando en elaborar un proyecto dentro de la música de concierto con las mismas características”.