La historia como problema

Octavio Fraga Guerra
22/3/2017

Convocado por la Academia de Historia de Cuba, sesionó ayer en el Colegio San Gerónimo de La Habana el taller de análisis historiográfico La historia como problema, desarrollado a partir de una ponencia y una charla cuyo eje temático fue la eliminación de la esclavitud en Cuba.  

Recorriendo los caminos que conducen a la libertad, de la investigadora Oilda Hevia Lanier, de la Universidad de La Habana, la primera de las propuestas ahondó en algunas de las estrategias que utilizaron las esclavas urbanas para alcanzar la libertad.

La ponencia estuvo basada en historias concretas de esclavas de La Habana colonial, cuyos dueños fueron personas de su mismo color de piel, “no solo para dar luz a este tema, sino también para sugerir que algunas de las oportunidades que esas féminas (a partir de sus propias iniciativas) contribuyen a explicar la importante presencia de mujeres negras en la ciudad, quienes por décadas superaron a la de los hombres de igual condición”.

Explicó la investigadora que, entre las estrategias seguidas por los esclavos, estuvieron las de reunir, a partir del trabajo, la suma de dinero exigida por los amos, mientras que otros se centraron en la reclamación de ciertos derechos establecidos en la legislación, de manera directa e indirecta, por lo que les fue imprescindible adquirir conocimientos de esta en relación con los esclavizados.

“La práctica de otorgarle la libertad a los esclavos comenzó tempranamente en América, pues los conquistadores apenas se habían establecido y quisieron hacerla efectiva en las colonias”.

En esos primeros tiempos ―añadió Hevia― la lógica carencia de un corpus legal propio para estas tierras hizo que los términos en que se otorgaran fueran los mismos que había en el territorio español, donde ya era conocida la servidumbre.

Por su parte la Dra. María de los Ángeles Meriño, argumentó que la esclavitud no fue un hecho eterno y comenzó a cambiar con la ley de la abolición, pero “cuando el esclavo perdía el pleito (la demanda), tenía que pagar las costas judiciales a partir de los ahorros logrados”.