Selvi Ediciones o El Reino de la Fantasía

Juan Nicolás Padrón
7/2/2018

En el universo de la ficción literaria dirigida a las edades más tempranas existe un espacio-tiempo irreal regido por las más imaginativas y sorprendentes leyes, propias de la magia, los hechizos, las profecías… Por ello ha sido saludable inaugurar la colección El Reino de la Fantasía de Selvi Ediciones, estrenada en la Feria Internacional del Libro de La Habana 2018, con una primera entrega de dos series: Princesas y Hechizos, dos antologías de cuentos seleccionados con mucho acierto por el reconocido escritor Enrique Pérez Díaz. Posiblemente no haya un tema que llame más la atención de los niños curiosos ─no voy a diferenciar el género, como si con ello resolviera el problema de la histórica relegación de la mujer, pues el género de los sustantivos en la lengua española no es equivalente a sexo─ que imaginar un reino de princesas y un mundo en que la magia se hace cotidiana.


Cubierta del libro
 

El Reino de la Fantasía: Princesas reúne relatos que eligen poner a algunas de sus protagonistas en situaciones no muy distantes de las que pueden suceder en la vida diaria, sin ocultar sus complejidades ni adoptar siempre los finales felices, de ahí que “La Hija Puñal”, de Elaine Vilar Madruga, deba pagar las consecuencias de que sus palabras no guarden mentiras, puedan herir como el filo del acero y pocos quieran escucharlas. A “Churri, la princesa”, de Olga Montes Barrios, no le gustaba ni bañarse ni lavar sus largos cabellos y ello la hace centro de simpáticas peripecias; “La hija de la tormenta”, de Enrique Pérez Díaz, nació en una noche aguacerosa y relampagueante, y esa condición climatológica parece marcarle un trágico destino; “La princesa entre las nubes”, de Maykel Chávez García, nos lleva, en una tarde de lluvia, de paseo por el reino Algodón de Azúcar, mutilado por las consecuencias de prejuicios de género. Luis Cabrera Delgado, con su historia de “La gata Princhecha”, evoca aquellos cuentos clásicos, que, de niños, nos hacían escudriñar en animales, plantas u objetos, tratando de adivinar qué pudieran haber sido en “otra vida”, y con el último relato, “Historia de una princesa triste”, Iliana Prieto Jiménez propone el eterno dilema de la soledad que puede asfixiar a los que todo lo tienen.

En El Reino de la Fantasía: Hechizos, Miguel Pérez Valdés nos ayuda a encontrar los colores del arcoíris que corresponden a siete “Brujas en el cielo”; el “Sueño en una noche de verano”, de Nelson Simón, invita a conocer a una hechicera pintora, abrumada por las clasificaciones de los críticos. De las perversidades de la bruja Laville, “Un cartero poco confiable”, y de su castigo merecido, nos enteramos gracias a Iliana Prieto Jiménez, y las exitosas cantantes “Tres alegres brujas”, de Hecmay Cordero Novo, salen de gira por el mundo. En “Una bruja en las nubes” Maikel Chávez García vuelve al reino Algodón de Azúcar para revelar ciertos secretos que habían quedado ocultos en “La princesa entre las nubes”, y por su parte Elaine Vilar Madruga ofrece la “Receta para impedir los finales felices” que encumbra al éxito a una bruja periodista, decidida a convertirse en escritora creativa y original. Alberto Peraza Ceballos prefiere una precisa ubicación espacial: la bruja Pulcra se afana en encontrar “Un príncipe en La Habana”, mientras “El brujito coleccionista”, de Enrique Pérez Díaz, busca una buena solución para quienes se obsesionan por acumular objetos.

Pero de poco valdrían, en un libro destinado a los niños, las indudables excelencias de la escritura, ajena a didactismos y ñoñerías, si no contara con una seductora presentación. De ello se han encargado Anabel Medina y Dieiker Bernal con sus excelentes, y a veces delirantes, ilustraciones, que captan detalles esenciales de la singularidad anecdótica de los textos, para distinguir escenas o recrear personajes, y fundar “un país” que se corresponde con la atmósfera de cada relato; también han realizado una sabia elección de colores y una precisa composición, que ha tomado en cuenta la variedad de elementos figurativos en cada página. Imposible dejar de mencionar, en libros de esta naturaleza, la óptima calidad de impresión de Selvi Ediciones, ya acostumbrada en todas sus publicaciones. Esta colección, por su atractivo visual y su gran formato, no solo hará las delicias de sus pequeños lectores, sino que alegrará y adornará los espacios dedicados a conservar sus sucesivos volúmenes. Saludamos la colección El Reino de la Fantasía, que ha convocado para sus dos primeras entregas a varios de los autores más significativos de nuestra actual literatura para niños, y le auguramos un público que esperará ilusionado nuevas series en próximas Ferias.