Venga más 500 x 500

Liannet Gómez Abraham
19/11/2019

Llegan a La Habana aires de arte desenfadado, arte certero y de todas partes. No cualquiera cumple 500 años. ¡Mira que caben regalos para esta Habana, para la ciudad maravilla!

Fotos de la autora

Entre dibujos, fotografías y grabados, el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño se desdobló y abrió sus puertas —desde el 12 de septiembre y hasta el mes de enero del próximo año— a 567 artistas cubanos y foráneos, para captar en esencias la realidad o la abstracción habanera.

Esa es la virtud de esta fiesta: abrirle las alas a la creatividad, no solo de los más renombrados exponentes visuales, sino la de todos aquellos que llevan el arte en las venas y aman a La Habana.

No existe una galería en la ciudad que haya hecho una labor de tal magnitud, con una participación tan social. Invitamos a artistas profesionales y también convocamos a proyectos comunitarios, comentó Pedro Roig, director de la institución artística.

“Por ello, no es esta una muestra del talento de profesionales, es una exposición de ciudadanos y cubanos que quieren festejar el 500 aniversario de la Villa de San Cristóbal”, refirió el escultor William Cabrera.

Tras el enmarque de veinte centímetros de ancho por veinte de largo, está el resultado de años de coordinación, todo un convenio entre ingenios que no siempre llega casual.

A decir del curador de la muestra, Luis Lamothe “esto fue un sueño que surgió desde el 2017, cuya propuesta inicial era convocar a varios artistas de disímiles tendencias y manifestaciones.

Y así se hizo, porque 500 x 500 devino espacio en el que ya confluyen academias como el ISA, ISDi, la Escuela de San Alejandro y varios proyectos socioculturales. La idea de hacer una megaexhibición con intérpretes de provincias como Santiago de Cuba, Santi Spíritus, Matanzas, La Habana, incluso representantes de países como Bélgica, Estados Unidos y México, pudiera llevarnos de viaje a esa dimensión que tiene La Habana, a su carácter diverso, pero extraordinario.

Supone ir más allá del concepto de otorgarle un regalo a La Habana, pues las ciudades figuran lo que somos quienes habitamos en ella. Esta muestra es eso; la enseñanza de que nosotros formamos una parte de los que han construido esta ciudad, expresó un diseñador participante en la exposición.

Asimismo, el pintor Santoserpa dijo que: “independientemente del trabajo enorme que ha realizado el Centro Provincial, y lo que significa pintarle a La Habana, lo más impresionante está en la calidad de los trabajos de la muestra. Uno piensa que el pequeño formato define la excelencia, y no es el caso, la exhibición tiene una exquisitez magnífica, además de ser muy representativa de la obra de cada colaborador.”

Paralelo a la exposición se realizó —el jueves 14 de noviembre— un panel teórico para intercambiar y debatir sobre los contextos artísticos de la capital, a la vez que establecer un diálogo sobre algunas de las tendencias representadas.

El arte se hace cómplice de la dulzura y la tempestad habanera, deviene contraparte entre lo que somos y lo que aspiramos a ser, de esas figuras, lugares, símbolos y luces icónicas de la ciudad de las columnas.

Y yo… en mi recorrido por los salones del Centro Provincial, me pierdo entre la suavidad y la elegancia de tanta Habana recogida. ¿Cómo puede caber en un espacio tan pequeño la majestuosa ciudad? No lo hace, esos detalles suman más que 500 x 500, porque en cada trazo y color solo se halla un fragmento de —lo que fue y es— la fabulosa Habana.