Bienvenida su pasión

Belén Cañas López
14/9/2018

 “Trabajar con el alma y la espiritualidad de la gente, es lo más hermoso que puede existir”.
Foto: cuba.cu
 

El nuevo Ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso, brindó una calurosa bienvenida a los 30 egresados de la enseñanza superior, los cuales comenzarán a desempeñar su labor profesional dentro de la institución. El recibimiento tuvo lugar en la tarde del jueves 12 de septiembre en la sala-teatro Abelardo Estorino, en la sede del propio Ministerio de Cultura (MINCULT). Estuvieron presentes también el viceministro Abel Acosta e importantes directivos de varias instituciones culturales.

Con paternal pedagogía, destacó la importancia de los nuevos profesionales en la labor de “resistencia cultural”, así como la trascendencia y valía que implica trabajar en pos de la cultura.

El encuentro se alargó por más de dos horas, durante las cuales directivos y egresados compartieron de forma espontánea, y el discurso de la experiencia ofreció lecciones de modestia y sabiduría. “Trabajar en la cultura y la educación, trabajar con el alma y la espiritualidad de la gente, es lo más hermoso que puede existir”, aseguró Alonso.

La sinceridad que primó en el encuentro resultó un acertado estímulo a las ganas de hacer y crecer de los jóvenes. Trascendió como una acogida repleta de entusiasmo y futuro, pero sin falsas promesas. Una vez más, al repasar la historia de la cultura revolucionaria, con sus logros y errores, revive al final la fe en el programa cultural que esta impulsa. Las palabras del Ministro incentivaron la confianza de los recién graduados en el proyecto de cultura que la institución ansía materializar hoy con ganas renovadas.

Aseguró el anfitrión que el MINCULT es un organismo que necesita del talento y la energía juvenil, y está dispuesto a acompañar e incentivar la participación y el intercambio de opiniones. Creatividad, respeto, flexibilidad e intercambio fueron las palabras claves en el recibimiento. En esta nueva etapa de transformaciones para Cuba, la juventud y la cultura vuelven a tomarse de la mano para revolucionar(se) y avanzar.