Los últimos días parecen tensos. Si entras a las redes sociales, si sigues a los influencers de turno apostados en cómodas sillas más allá de las fronteras cubanas, todo se viene abajo: el pueblo quiere que se acabe de una vez la pesadilla revolucionaria, la dictadura, la miseria, el abuso de poder. En fin, es ahí donde hay un estado de sitio por momentos absurdo, amenazante, que sobrepasa el imaginario de cualquier individuo o sociedad que se respete. Las bombas mediáticas son de racimo.

“Seleccionar el blanco como color para las protestas pacíficas es, curiosamente, poner sobre el escenario un tono
muy simbólico en Cuba”. Foto: Tomada del periódico Escambray

Los llamados a las marchas pacíficas del 15 de noviembre por el dramaturgo Yunior García Aguilera y sus seguidores “socialdemocrátas”, pero narcisistas del barullo y el desequilibrio, han ido mutando en los últimos días. Tras la negación oficial a realizar tan pacífico acto que de paz trae poco y de violencia se anuncia mucho, las estrategias han ido variando.

El promotor posteaba en Facebook que no realizaría la marcha con el argumento de evitar derramamiento de sangre de cualquier bando, y porque, entre otras cosas, no los mueve una ambición de poder ni la defensa de ningún privilegio. Remito a los perfiles de “Razones de Cuba” o “Con filo”, donde hay bastante argumento para discernir sobre esas ideas y las otras.

Junto a su anunciada retirada y el avance de que el domingo 14 marchará en solitario con una rosa blanca en la mano en nombre de todos los ciudadanos a los que el régimen ha privado de su derecho a manifestarse el 15 de noviembre, mantiene, sin embargo, la idea de no ser quien impida al resto de los manifestantes el ejercicio de sus derechos. Algo así como “no hagan lo que yo anuncio, pero sí lo que deseen”. Dejó a todos sus seguidores a su suerte, y aunque dice que es un acto de responsabilidad de su parte, también es una inconsecuencia que puede tener matices y resultados que nadie ha querido ni pretende animar en Cuba. Si eso es responsabilidad…

Tampoco asume las consecuencias de las intensas convocatorias en redes sociales a vestir ropa blanca el lunes 15; a colgar sábanas y tendederas de ropa con el predominio de ese color; a aplaudir en las calles y a desconectar la televisión nacional. Eso se mantiene intacto, mientras el dramaturgo-político estará en su casa recibiendo reportes de los acólitos, quitando su nombre de la puesta en escena y ¿dejando de cobrar los derechos de autor?

Seleccionar el blanco como color para las protestas pacíficas es, curiosamente, poner sobre el escenario un tono muy simbólico en Cuba. No están hablando solo de paz, porque el blanco representa eso y más: pureza y belleza. Ese día comienzan oficialmente las clases. Todas las enseñanzas, desde primaria hasta preuniversitario, las enseñanzas técnicas y otras, usan el color blanco en sus camisas. Por otra parte, los practicantes de la religión cubana de origen africano tienden a vestirse de blanco o llevar prendas blancas ese día de la semana. Los consagrados en la Osha (los Iyawó) visten durante todo un año de ese color; también los hijos de Obbatalá lo hacen. Se trata, entonces, de apropiarse de lo simbólico del color y su día de uso masivo para proteger posibles represalias o mostrar a la prensa internacional que tienen el apoyo de la gran mayoría.

“¿Un color seleccionado al azar o por civismo real?”

Quisiera pensar en la paz al incitar el uso del color blanco, pero recuerdo que una de las primeras cosas que aprendes en la escuela es el significado de la bandera cubana y de sus colores: las dos franjas blancas del pabellón patrio simbolizan la pureza de los ideales y la virtud de los cubanos; la estrella de cinco puntas representa la soledad de una república libre e independiente.

Además, la guayabera, que es la prenda de uso oficial en el país, es de color blanco cuando se utiliza como traje de corte, o lo que es igual, cuando representa la gobernabilidad. Es también el color de las guayaberas que vistieron los veteranos de las guerras independentistas.

¿Un color seleccionado al azar o por civismo real? No seamos ingenuos. Todos esos argumentos —incluida la retirada y caminata— han estado durante meses sobre la mesa, como los planes A, B o C al plantearse llamar a la rebelión a un pueblo que votó mayoritariamente por el carácter irreversible del socialismo. ¿Cosas de muchachos encerrados en un archipiélago y sin contacto con los poderes hegemónicos que viven de promocionar el fin de la Revolución Cubana? No seamos ingenuos, repito.

“La estrella solitaria va a seguir ahí, blanca y resplandeciente, llena de luz sobre el rojo que simboliza la sangre derramada por los héroes de la independencia de Cuba”

Cada quien es dueño de sus actos y tiene la libertad de pensar y actuar como estime, pero a renglón seguido debe admitir y aceptar que sus actos tienen consecuencias; que en todas las sociedades hay legalidad, y como se tiene el derecho de tantas cosas, se tiene el deber de otras tantas. Muy a pesar de lo que desean cambiar en la nación de forma ilegal y supuestamente pacífica, la estrella solitaria va a seguir ahí, blanca y resplandeciente, llena de luz sobre el rojo que simboliza la sangre derramada por los héroes de la independencia de Cuba. Y las franjas blancas estarán custodiadas siempre por el color de ese cielo hermoso y testigo de tantas cosas buenas que hemos y seguimos construyendo en Oriente, Centro y Occidente.

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