Andrés Segovia Torres, virtuoso guitarrista español, dijo una vez de Ignacio Jacinto Villa y Fernández: “Escuchar a Bola es asistir al nacimiento conjunto de la palabra y la música. A Bola de Nieve, más que impresionar, le interesó expresar, tocar la sensibilidad del que escucha y en eso, quizás, se encierra el misterio de su arte, su magisterio artístico”. Pasaron los años, continuó el reinado del pianista y el enigma, descrito en justa medida por Segovia, se perpetuó.

Ahora, en el 2021, el saxofonista Michel Herrera indaga en el entresijo de la música de Bola de Nieve, justo en el 110 aniversario de ese estelar intérprete y compositor cubano. Ocho temas de la autoría de este Bola de Nieve o popularizados por él, como “Alma mía” y “No puedo ser feliz”, son recopilados en un álbum grabado en los Estudios Abdala; coproducido entre la Egrem y la Asociación Hermanos Saíz. La lista de canciones la completan “Becqueriana”, “No dejes que te olvide”, “Ay amor”, “Vete de mí”, “Arroyito de mi casa” y “Drume Mobila”.

“Escuchar a Bola es asistir al nacimiento conjunto de la palabra y la música (…)”. Foto: Tomada de Radio Bayamo

El disco —sin título hasta el momento de esta entrevista—es también un homenaje a Bola de Nieve desde el piano, un instrumento capaz de moverse entre los registros agudos y graves y en el que demostró una maestría excepcional. Precisamente, en el fonograma participan parte de los mejores ejecutores del piano en Cuba como Frank Fernández, Rodrigo García Ameneiro, Cucurucho Valdés, Emilio Morales, Efraín Chivas “Pacho”, Arturo O’Farril y Aldo López Gavilán.

Las voces de Beatriz Márquez, El Noro, Polito Ibáñez, Alexander Abreu, Osiris Valdés y Paulo FG complementan los temas. Igualmente forman parte del plantel la Orquesta Areito y la banda Jazz Plaza, ambas agrupaciones integradas por instrumentistas de lujo dentro de la música cubana.Seis de los arreglos corren a cargo de Michel Herrera y los dos restantes son de Roberto Fonseca y Emilio Vega. 

“La mayor responsabilidad ha sido orquestar esta música y llevarla a otros formatos distintos al de voz y piano como jazz band o ensemble, trío, sexteto y septeto de jazz, y darle, sin que pierda la esencia de Bola de Nieve, un enfoque contemporáneo”, comenta Michel Herrera a La Jiribilla. Al mismo tiempo, tanto desde el punto de vista de sonido, como en la concepción de los arreglos, la idea siempre fue mantener la esencia de ese pianista y compositor.

“En el fonograma participan parte de los mejores ejecutores del piano en Cuba como Frank Fernández, Rodrigo García Ameneiro, Cucurucho Valdés, Emilio Morales, Efraín Chivas “Pacho”, Arturo O’Farril y Aldo López Gavilán”.

Aunque se han hecho muchos discos que de alguna manera homenajean a la obra de Jacinto Villa, a este lo diferencian las orquestaciones y el enfoque de los ingenieros de sonido de los Estudios Abdala, que aportaron una distinción en el color de la música. Además, la presencia del jazz es innegable.

Al respecto, asegura Herrera, quien siempre ha sido un fiel defensor de este género: “La concepción y música de Bola de Nieve tiene en sí muchas influencias del jazz. Por ejemplo, ‘Becqueriana’ —hablando en aspectos musicales— tiene sonidos en la escala de tonos enteros o pentatónicos, que son términos netamente musicales que provienen del jazz y de la música clásica. Su influencia se siente dentro del piano de Bola y en la manera de acompañar y poner los acordes”.

Precisamente, ahí radicó una de las hazañas de Ignacio Jacinto Villa y Fernández: captar en su época casi todas las corrientes musicales que estaban ocurriendo, y el jazz no fue la excepción. “En la música de Bola están bien implícitos y marcados este tipo de estética y el espíritu de improvisación, y así mismo los mantuve en las orquestaciones”.

“Las voces de Beatriz Márquez, El Noro, Polito Ibañez, Alexander Abreu, Osiris Valdés y Paulo FG complementan los temas”.

El saxofón es otro de los protagonistas en este homenaje, porque el disco está orquestado para formatos donde este instrumento siempre ha sido una voz cantante. Por otro lado, aunque los arreglos no se hicieron exactamente como los originales, sí se respetaron todas las letras y la esencia de las canciones.

“El disco es un reflejo de los ritmos autóctonos de nuestro país como el chachachá, el afro y el bolero. Es una carta de presentación de identidad como cubano y unido, por supuesto, a toda la parte histriónica que mantenía en sus actuaciones este showman y que defienden también los cantantes que participan en el proyecto”, enfatiza el saxofonista.

En esta producción discográfica —que parte de la idea original de Adriana Pazos, directora de arte y repertorio de la Egrem— se va a entender y va a mantener el espíritu de lo que Bola de Nieve quiso decir en cada canción y, sobre todo, se va a conservar el sello de cubanía de su música. Para Michel Herrera, Jacinto Villa fue un gran cronista de su época, un magistral pianista que estaba empapado con todas las corrientes y tendencias musicales más actualizadas de ese tiempo.

“El disco es un reflejo de los ritmos autóctonos de nuestro país como el chachachá, el afro y el bolero. Es una carta de presentación de identidad como cubano”.

Sobre las expectativas con este CD, la principal es que llegue a la mayor cantidad de personas posible. “Lo que hizo ese gran intelectual que alguna manera fue Bola de Nieve, tanto en la estética musical, como con su propia personalidad, culta en la manera de decir, acorde con el tiempo que estaba viviendo, es un mensaje que hay que transmitir. Bola forma parte de la historia y evolución de la música cubana y sería una gran satisfacción que todos los que escuchen este disco se identifiquen con la cubanía de ese gran artista y sus canciones”.

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