Buena Fe: “Del concierto a las aulas”

Amaya Rubio Ortega
10/9/2018

Ha llegado al Vedado porque aquí se celebrará el concierto de Buena Fe y ahora que llega la noche debe estar por comenzar. Sabe que Rafael la espera a la hora y en el punto acordados. Él le escribe un SMS: “Lory, ¿por dónde andas?”.

Y donde la calle O coincide con 19, ambos se encuentran. Junto a ellos, se reúnen otros jóvenes para disfrutar de este espectáculo, organizado por la Unión de Jóvenes Comunistas, la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, la compañía de espectáculos variados PMM y la productora de radio y televisión RTV Comercial, en ocasión del nuevo curso escolar.


Durante el concierto, el dúo Buena Fe regaló hermosas canciones para la juventud cubana. Foto: Ariel Cecilio Lemus
 

Lory mira en derredor. Ella estudia Economía en la Universidad de La Habana, a su lado está Rafa, su novio, también de Economía; Simara, que entró nueva en Ingeniería Química, en la Cujae, y que no quiere hablar, tímida; el Poty, que llega desde la Universidad de Ciencias Informáticas, y cientos de muchachos más.

Vienen a divertirse con un poco de baile y a compartir con sus amigos. Se reúnen alrededor de la Piragua, entre un rumor de alegrías y poninas, y un vano abrir de botellas de ron.

Los espera una pantalla gigante, unas luces que parpadean y todo un concierto de olores. Ya pasan las ocho y algunos se agrupan. La música grabada no falta cuando se presentan los conductores: Sandra, Carolina y Ernesto, a quienes se les ve en estos días en el programa televisivo la Colmena TV.

Primero canta Nelsón Valdés, tiene la voz ronca y es bajito, no se mueve en el escenario; pero se atreve a decir que esta Isla le resulta como una cometa, y se asombran Poty y Rafa, que no entienden de símiles, porque son “malos” en español.

El Poty aprovecha la oportunidad para salir en busca de chicas lindas. Aquella estaría perfecta, es rubia de pelo lacio y ojos verdes. Se le acerca y le habla:

‒ Linda, ¿cómo te llamas?

‒ Melissa.

‒ ¿Y te gusta Buena Fe?

‒ No, chico, a mí lo que me gusta es el reparto, pero estaba por aquí buscando un mandado y me quedé en el concierto.

Se intercambian números.

La gente se agrupa cada vez más y hay comentarios de que 23 está cerrado. Finalmente, anuncian a Luis Franco. Simara continúa sin hablar y ahora bosteza, síntoma de haber pasado su primera semana en una beca.

Le presta atención a Luis Franco. Él es de esos jóvenes humildes en el escenario, de los que se tocan la cara en muestra de timidez. Aún con mucho que mejorar en términos musicales, ya grabó su primer CD. Le agradece la producción a Israel Rojas y deja a todos en compañía de Buena Fe.

Los locutores anuncian a los próximos cantantes. Dicen que son guantanameros y que no necesitan presentación. Entonces Lory, Rafa, Simara y el Poty encienden sus celulares y en medio de tanta gente comienzan a grabar.

Buena Fe es una agrupación de 19 años de experiencia. Ellos salieron de las universidades y ahora les cantan a los jóvenes que se reúnen para celebrar el inicio del curso escolar.

Lo primero que se escucha es el rasgueo de la guitarra de Yoel. Después Israel viene a cantar. Caminan David y Cisneros. Se detienen. Y con un movimiento que parece brotar desde los huesos entonan las canciones de su último disco, Sobreviviente (2017). Poco a poco aumentan la velocidad, hasta que la voz de Israel enamora, brinca, seduce.

No todos en el público conocen las letras, pero sí detienen su vista hacia atrás, donde la gran pantalla muestra las mujeres aves del pintor Roberto Fabelo.

‒ Es que con Buena Fe siempre se pasa bien —le explica Lory a Simara. Mientras estés en la universidad no te los puedes perder.

Las manos se unen en una ola. Y allí, en la calle Malecón, los muchachos tararean temas de la discografía del dúo: “Dijo el diablo”, “Alabanza”, “Volar sin ti”, “Dame guerra”, “Se bota a matar”. Finalmente, gritan en “Gallo de pelea” que batallarán empleando los libros y las laptops, desde cada una de sus universidades.