La suerte siempre ha rodeado a Rafael Paseiro: por azar conoció a la música y también por casualidad descubrió una conexión inmediata con el bajo. Y, como su trayectoria artística ha estado vinculada siempre con la suerte, esa palabra tenía que estar incluida en un álbum que surge por la necesidad de plasmar canciones que había compuesto, sobre él, sobre la vida.  

En el fonograma —nominado a los Premios Cubadisco 2023 en la categoría de Concierto en Estudio— la suerte adquiere otra dimensión y pasa a ser el cierre de un periodo de creación. “Cambio de suerte, nombre del álbum, es una época, una etapa de vida que inició en la Escuela de Arte de Matanzas cuando empecé a componer y a entender lo que sería el jazz. Incluye aprendizajes, desencuentros, decisiones, buenas y malas; toda una trayectoria hasta que se grabó este disco”, refiere el instrumentista en entrevista a La Jiribilla.

En el fonograma la suerte adquiere otra dimensión y pasa a ser el cierre de un periodo de creación.

Nueve temas, todos de la autoría de Paseiro, integran el material audiovisual dirigido por la prestigiosa realizadora Mayra María García. El bajista es amante de lo diferente, de salirse de los lugares comunes, por eso, supo que había encontrado la persona que buscaba cuando vio la obra anterior de García, su sensibilidad e interés por el jazz. Si preguntas por qué optar por un material audiovisual, el músico asegura que los tiempos demandan de una imagen que acompañe al sonido.

El músico asegura que los tiempos demandan de una imagen que acompañe al sonido.

El artista quería organizar todos esos temas que fue componiendo en diferentes momentos de su vida, no cronológicamente, pero sí en cuanto a sensaciones, para lograr una dramaturgia que no fuera a la deriva. “Quería un repertorio coherente, donde una historia remita a la otra, y vayan construyendo la obra, que es al final una crónica social”.

“Caminando”, “Invento”, “A ver”, “Pa’ gozar”, “Ya tú sabes”, “Roads”, “Rue Clignancourt”, “Desencuentro” y la canción homónima al disco recorren, además del jazz, otras sonoridades arraigadas a la música popular cubana como el changüí, la timba, el son, el bembe y otras del Panteón Yoruba. “Como somos un país tan rico en sonoridades, conjugamos esos ritmos con armonías contemporáneas y formas irregulares en cuanto a los compases, pero siempre defendiendo la idea de que resulte asequible al oído. No son tiempos para ser muy densos en una propuesta artística”.

“No son tiempos para ser muy densos en una propuesta artística”.

A la hora de concebir el audiovisual, el bajista le planteó a Mayra María García las ideas de lo que él pensaba que podía ser el entorno con respecto a la música, para que imagen y ritmo fueran de la mano. “Me superó el resultado final del montaje escénico, cuando llegué al teatro y vi la fotografía, el arte; todo está acorde a lo que quería”.

En este sentido, la realizadora comenta que el concepto audiovisual surgió a partir de la propia música de Paseiro, experimental, un tanto futurista. Quisimos crear la imagen del DVD de esa misma manera, añade, para que todos los elementos que intervienen en el producto fonográfico tuvieran una coherencia.

“Creamos un mundo un poco abigarrado y real, muy cargado, porque la música en sí está repleta de notas musicales. Quisimos traducir ese concepto de una manera en que se pueda notar un desarrollo en la narrativa del disco. O sea, convertimos en imágenes la complejidad sonora de la música de Paseiro”. Para ello, y como recurso visual desde un enfoque minimalista, se apoyaron en una silla, un elemento que tiene multiusos. En la escena se juega con el espaldar y con el concepto de futuro. “Todo está muy bien balanceado”, asegura el bajista, lo que es visualización y música. La obra en su conjunto y el terminado van de la mano.

Este DVD, a criterio de Rafael Paseiro, difiere de otros en las formas de composición.

En la misma obra —dijo— hay varios ambientes que son importantes y marcan el camino de la narrativa. Cada tema es una historia, y cada historia es diferente. Entre todos hacen la historia de mi vida, que es lo que traté de plasmar en el momento en el que compuse y grabé las canciones del álbum. Hay muchas cosas que son de interpretación, donde cada músico puso su granito de arena para enriquecer lo que es la obra en general. El sello distinto de Cambio de suerte es la búsqueda y la experimentación con sonidos contemporáneos y ritmos autóctonos, un poco más de antaño, siempre respetando la música cubana, que es al final la mayor ganadora.

“La música cubana es al final la mayor ganadora”.

Rafael Paseiro tiene a la composición como un camino de escape, una forma de expresarse cuando el lenguaje verbal no es suficiente. Benditas sean sus musas que han permitido un material audiovisual como este, una muestra de jazz perfecta, donde cada elemento se sincroniza con el otro y resulta en una magistral clase de ejecución.

El músico dice no ser muy creyente en la suerte, pero sabe que siempre hay un margen que se deja al azar. “He tenido la dicha de tener una trayectoria enfocada en el aprendizaje. Al cerrar este ciclo, con este DVD, espero crecer con todo este bagaje y estas experiencias vividas. Tal vez sea ahora, quizás la suerte cambie”.