Caricare en clave de 25

Erian Peña Pupo
1/12/2020

Si 20 años no es nada, 25 tampoco, parecen decirnos los miembros de Caricare con el mismo ímpetu con que se lanzaron en vuelo kamikaze a la escena, hace ya esa cantidad de años. Sí, en vuelo suicida, porque para hacer humor en Cuba ―donde es cosa tan seria y al mismo tiempo tan cotidiana, y donde el humorista sufre y goza con los mismos problemas y alegrías de todos― hay que tener literalmente las pilas puestas y recargables. Y porque el humorista en Cuba es una especie de gurú, un líder de opinión.

Grupo Caricare. Foto: Carlos Rafael

En ese cuarto de siglo, además de sumar años al calendario, han engordado un poco, y aplatanado en Holguín, pero también han crecido como profesionales del humor, recibido numerosos premios por su trabajo y hasta alguna que otra gira a países de América; porque si de algo están seguros Mireya Abreu y Onelio Escalona es que el humor, además de hacernos reír a quijada suelta y olvidar las penas, nos hace mejores personas.

Para ello apuestan por la sátira social y la parodia, apoyándose en lo mejor de la tradición humorística nacional, de la que beben constantemente, y también de la foránea. Su humor subvierte los clichés del género y se encamina hacia un manejo más inteligente de códigos universales, que el espectador enterado puede comprender con soltura. Y quien no los domine, aun así se divierte con las peripecias de Mireyita y Onelio.

Sus recientes presentaciones en el pasado Festival de Humor para Jóvenes Satiricón demuestran que Caricare sigue tan lozano e innovador como en los primeros años de fundado, exactamente el 25 de noviembre de 1995. Y lo más importante, el grupo tiene un público que los sigue y agradece sus funciones. No se han cansado, podríamos asegurar que la cotidianidad no los venció, pues Caricare se ha aprovechado de ella ―aunque sea difícil hacerlo― para crear nuevos monólogos y sketchs a su cuidado repertorio.

Grupo Caricare. Foto: Wilker López

En el espectáculo Chirrín Chirrán nos hacen partícipes de un encuentro entre una chimenea y una cigüeña que desean realizar una cooperativa no agropecuaria, lo que les permite trabajar la sátira social: los funerales y las costumbres y peculiaridades de su práctica en Cuba; el ventrílocuo Alexis y su muñeco Mogollón, texto que Eduardo del Llano escribió para el grupo Nos y otros y que Caricare llevó a escena recientemente; una canción protagonizada por peculiares pingüinos; la relación entre un martillo y una puntilla o la despedida de duelo de un “jefe integral”, el entrañable Lalo…

Entre sus múltiples reconocimientos destacan los premios en el Festival Aquelarre ―en categorías como canción original, actuación femenina, guion y espectáculo teatral― por obras como Hay cosas que yo no entiendo, Anarquía en el bosque, Ciudadanos del espacio, Siameses, La Gitana, Vivienda de bajo costo, Cotorreando en la capital y Etamo en China; y el Caricato en 2008, por el monólogo Cotorreando en la capital. Son miembros de la Uneac, del Centro Promotor del Humor desde 1998, y protagonizaron el programa de televisión desde el canal Telecristal, Caricare en clave de 2.

Foto: Cortesía de Ediciones Holguín

¡Ánimo y salud Caricare!, como diría Onelio Escalona. ¡Qué vengan otros 25 y muchos más!