De los más importantes saxofonistas del panorama del jazz en Cuba, Carlos Miyares ha logrado andar con paso firme a lo largo de su camino en solitario. Tras atesorar experiencias de alta valía —como tocar con Chucho Valdés y AfroCuba Messengers—, su Cuban Quintet ha marcado pautas, ha consolidado sonoridades y se ha ganado un puesto cimero en el actual escenario de las agrupaciones del género en el país.

“Talento, versatilidad, osadía y respeto por la música cubana”.

Una presentación exclusiva en el Teatro Martí este miércoles dejó el sabor de la certeza. Talento, versatilidad, osadía y respeto por la música cubana. Lo acompañaron Tony Rodríguez en el piano, Adel González en las congas, Oliver Valdés en la percusión, y David Faya en el bajo. Por si fuera poco, buena parte del público que antes había disfrutado del concierto de Yasek Manzano decidió quedarse para escucharlo.

“Lo acompañaron Tony Rodríguez en el piano, Adel González en las congas, Oliver Valdés en la percusión, y David Faya en el bajo”.

El repertorio estuvo formado por “A lot of miles” y “SMS”, de la autoría del pianista; “3:15 p.m.”, de Miyares; “Caserío”, de Miguel Zenón, y “Blues for Charlie”, de Bob Reynols. Dialogaron, como sucede en las sesiones de jazz, de manera transparente y profunda. Los solos permitieron escudriñar los valores musicales que cada uno ostenta y la unión perfectamente engranada de todos, anteriormente revelada en una producción discográfica de altos quilates: Toma Uno.

“Dialogaron, como sucede en las sesiones de jazz, de manera transparente y profunda”.

Grabado bajo el sello Egrem en La Habana durante febrero de 2020, el álbum está compuesto por seis temas que, como su nombre indica, fueron registrados de una sola vez; otra prueba del valor reunido en la agrupación. Lo que bien se hace, bien se comparte. Carlos Miyares & The Cuban Quintet es un ejemplo.

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