Quienes disfrutan de los libros y la lectura conocen la importancia que, dentro del catálogo de un sello editorial, tienen las colecciones, esa manera no solo de agrupar títulos de una misma temática, sino también de servir de orientación a los propios lectores.

La Editorial José Martí del Instituto Cubano del Libro creó, hace algunos años, Catalejo, colección que, sistemáticamente, ha presentado interesantes, variadas y –a veces– insospechadas obras que han logrado despertar la curiosidad del público lector.

Recuerdo que, gracias a Catalejo, pude leer –y aprender–, entre otros temas, sobre la capital cubana, en libros como Paseo por La Habana (2013, 160 pp.), de Ciro Bianchi Ross y Evelio Toledo Quesada, y Habaneros famosos de ayer y de hoy (2012, 288 pp.), de Leonardo Depestre Catony.

Catalejo [colección] ha presentado interesantes, variadas y –a veces– insospechadas obras que han logrado despertar la curiosidad del público lector.

Conocí, igualmente, deliciosas crónicas, entre ellas las narradas por Orlando Carrió en las páginas de dos de sus libros, titulados La isla del buen humor. Crónicas costumbristas cubanas (2014, 224 pp.) y Relatos de Occidente. Crónicas costumbristas cubanas (2016, 232 pp.).

Catalejo se ha acercado, asimismo, a la historia, en obras como Frases célebres de la Antigüedad (2018, 224 pp.), de Anderson Calzada Escalona, y Carlos Manuel de Céspedes, en las horas de gloria, dolor y enfermedad (2017, 184 pp.), de Wilkie Delgado Correa.

Los medios de transporte también han preocupado, y ocupado, a esta colección; de ahí títulos como Los abuelos de los almendrones (2016, 360 pp.), de Alfonso Cueto Álvarez, y Tranvías en La Habana (2013, 160 pp.), de Lázaro Eduardo García Driggs y Zenaida Iglesias Sánchez.

La música tampoco ha sido ajena a Catalejo y, precisamente, dos nuevos títulos relacionados con esa manifestación artística han enriquecido ahora la colección: Música. De clásicos al pop rock, de Jorge Levi Fernández, y La música detrás del mostrador, de Jorge Calderón González.

Un volumen de curiosidades y anécdotas que el autor ha recopilado a lo largo del tiempo. Imágenes: Cortesía del autor

En Música. De clásicos al pop rock (2019, 216 pp.), Jorge Levi Fernández no se propone –como comenta– «disertar sobre música», sino «brindar apuntes curiosos que le permitan al lector complementar o enriquecer sus conocimientos sobre tan cautivante manifestación artística».

Se trata, como puede leerse en el subtítulo del volumen, de curiosidades y anécdotas que el autor ha recopilado a lo largo del tiempo, a partir de las búsquedas llevadas a cabo en varias fuentes documentales, relacionadas con esa rica manifestación artística que es la música.

Un libro, por cierto, que tuvo su origen en la radio, cuando su autor, Levi Fernández, colaboraba, entre agosto de 2014 y septiembre de 2017, con el programa Aquí na´ ma, de la emisora Radio Ciudad de La Habana, en la redacción de notas sobre música.

Los títulos de las seis secciones en que se estructura el libro anuncian los temas abordados: “Guitarras y guitarristas”, “Canciones con historia”, “Conciertos curiosos”, “Clásicos: las estrellas de ayer”, “Muertes mediáticas y polémicas” y “Curiosidades e historias insólitas”.  

Páginas que revelan quiénes integran el llamado Club de los 27, la historia de la canción Hotel California, el genio obsesivo de Igor Stravinsky, el lugar donde reposan las cenizas de Freddie Mercury, la primera guitarra de John Lennon, el concierto más corto de la historia…

Vinculado desde hace años a la radiodifusión cubana, Jorge Levi Fernández (Güines, 1983) es graduado como Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana y se ha desempeñado como coordinador, asesor, guionista y director de programas musicales.  

Con La música detrás del mostrador (2019, 80 pp.), Jorge Calderón González entrega al lector un singular libro, en cuyas páginas presenta su testimonio como vendedor de discos, a fines de los años 50 e inicios de los 60 de la pasada centuria, en una céntrica tienda habanera.

Se resume así en este libro, la experiencia del autor, entre los años 1956 y 1961, cuando laboró como dependiente en la tienda por departamentos La Estrella, ubicada en Galiano y San Rafael, por entonces la más concurrida zona comercial de la capital cubana.

El volumen cuenta, en primera persona, anécdotas, recuerdos, remembranzas, que enriquecida con textos de canciones incluidas en los discos comercializados (…) le permiten reconstruir, y recrear, toda una época.

“He centrado mi atención –explica Calderón González– en reflejar, lo más fielmente posible, cómo funcionaba la música detrás del mostrador, cuáles mecanismos impulsaban su venta, es decir, todo un ámbito, en mi modesta opinión, apenas explorado”.

Para lograr tal empeño, cuenta, en primera persona, anécdotas, recuerdos, remembranzas, que, mediante una amena narración, enriquecida con varios textos de las canciones incluidas en los discos comercializados, le permite reconstruir, y recrear, toda una época.

La música detrás del mostrador no es el primer testimonio publicado por Jorge Calderón González (La Habana, 1939-2021), pues mucho antes había aparecido Amparo: millo y azucenas, obra que recibió, en el año 1970, mención en el Premio Casa de las Américas.

“He centrado mi atención en reflejar cómo funcionaba la música detrás del mostrador, cuáles mecanismos impulsaban su venta…”

Periodista, ensayista, profesor, Calderón González desarrolló una constante y fecunda labor relacionada con el cine, como asistente de dirección, coguionista, asesor de documentales, investigador, promotor, profesor y autor de los libros Nosotros, la música y el cine (1997) y Los días de Manuel Octavio (2016).

Al incluir en su catálogo Música. De clásicos al pop rock, de Jorge Levi Fernández, y La música detrás del mostrador, de Jorge Calderón González, la Editorial José Martí entrega a los lectores dos propuestas que invitan –quién puede dudarlo– a disfrutar y aprender de la música y los músicos.