Cerámica pinera, más allá de un ícono

Ana Esther Zulueta
30/7/2018

Si bien desde tiempos remotos, el ser humano ha usado la cerámica para comunicar valores estéticos, culturales, éticos, religiosos y socio-políticos de su época, Isla de la Juventud tiene como precursora de ese arte a Harriet Wheeler.


Tercera Edición del Encuentro de Cerámica Artística realizado en Isla de la Juventud del
12 al 22 de julio de 2018. Foto: Roberto Díaz Martorell y la autora 
 

A la plattista estadounidense Wheeler —con profundos sentimientos anexionistas— se le debe esta herencia cultural, que estableció en la entonces Isla de Pinos, donde residió desde inicios del pasado siglo y desarrolló la alfarería, de cuyo arsenal quedan algunas piezas e instrumentos, bajo la custodia del Museo de la Municipalidad.

Precisamente, una de esas piezas patrimoniales forma parte de Memorias de fuego y arcilla, exposición con la que se inauguró en la galería de arte Martha Machado, de Nueva Gerona, el III Encuentro de Cerámica Artística, pretexto del Consejo Municipal de las Artes Plásticas (CMAP) para juntar a sus creadores durante 10 días. Yanela Licourt Fernández, presidenta del CMAP —en medio de su ajetreo—, refiere que “la exposición consta de 70 piezas, la mayoría perteneciente a los participantes de las dos versiones anteriores y otras del Proyecto Sol, dirigido por el consagrado Elías Heredia. Son muchas y muy diversas las propuestas, visiones y poética de las obras en exhibición, de las cuales el público puede disfrutar durante el mes en curso como una de las opciones de verano, sugiere Fredy David Rodríguez, curador y crítico de arte del CMAP.

Para reverdecer laureles

No se equivocó el poeta cuando aseveró que “solo el amor convierte en milagro el barro”. La inusual concurrencia de público indicó el grado de aceptación de la propuesta del CMAP para el período estival. Las persistentes miradas sobre las obras de arte son el atisbo de que muchos desearían llevar de vuelta a casa una de las piezas en exhibición, o incluso de esas que se levantan desde la materia prima en propuestas capaces de maravillar a los más entendidos en la materia. Hace tres años, el CMAP realiza un gran esfuerzo para revitalizar el oficio de la alfarería pinera, que floreció en los años ’70, tuvo gran boom en los ’80 y fue impactada en los '90 por el constreñimiento de la economía cubana y el éxodo de artistas del territorio.

Destaca David Rodríguez, que esta fue una oportunidad inigualable para los transeúntes de la arteria principal de la ciudad, quienes más de una vez detuvieron sus pasos a fin de interactuar con los creadores, empecinados en modelar sus obras con maestría. Precisamente, una de esos espectadores fue Nereida Mengana, quien sugirió a los organizadores del evento, un espacio para que puedan expresarse los aficionados a ese arte, aunque elogió la idea de la convocatoria.


Proceso de elaboración del mural que se donará a la sala de pediatría
del Hospital General Docente Héroes del Baire

 

En tal sentido, la presidenta del CMAP refiere que previa comunicación, a los interesados se les habilitó un sitio para que participaran del foro, quizá faltó más información al respecto.

“Este es un certamen anual de carácter demostrativo que en la recién concluida versión, se realizó del 12 al 22 de julio,  los artistas utilizamos todas las técnicas de la cerámica en función de la plasticidad de la materia prima, para recrear las piezas”, precisa Licourt Fernández.

Una mirada desde los creadores

“Es una experiencia grata trabajar la cerámica en un portal, nos permite acercarnos al interés de la población, incluso intercambiar sobre la obra que estamos creando y la oportunidad de compartir nuevamente con los colegas del ultramarino terruño, comenta ahora el escultor Erif Fernández Fernández.

Asimismo, expone el artista —uno de los organizadores de la actual edición— su preocupación sobre el modo de perpetuar este tipo de encuentros que, además de alimentar el espíritu de quienes protagonizan el movimiento, pone en la mira a las nuevas generaciones interesadas en participar.

Igualmente, ponderó la concepción de talleres, en los cuales artistas prestigiosos, como el profesor Antonio Lewis Belgrove, socialicen sus conocimientos sobre las diferentes técnicas para trabajar la arcilla.

“Este es un buen momento para compartir con mis colegas y jóvenes en formación los conocimientos que tengo como tecnólogo y ceramista, incluso a partir de la experiencia en encuentros internacionales, a los cuales he asistido en calidad de conferencista”, dice Lewis Belgrove.

“En la Isla estamos en condiciones de utilizar otras técnicas, como el carboncillo, papel, óleo y acuarela cerámicos y no solo aferrarnos al barro cocido, los años de experimentación me permiten sugerirlo,” enfatiza quien considera también este escenario útil para que la afición se exprese.

Para Yusimí Betancourt Cruz y Lexter Rodríguez Labrada, empíricos con aspiraciones de ingresar a la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, esta ha sido una plaza de capacitación, para conocer a los consagrados y la convocatoria para no dejar morir el ícono que distingue a los pineros.

Tanto Erif como Lewis, desde su cosmovisión de artistas y profesores, coinciden en distinguir de este evento recién concluido la convergencia de varias generaciones e incluso de los adolescentes con aspiraciones de estudiar en la Academia de Bellas Artes San Alejandro. En las postrimerías de la III versión, en uno de los espacios de intercambio profesional, se decidió denominar a la cita: Encuentro de Cerámica Artística Idilio López Arnaud, justo homenaje a una de las destacadas figuras de la plástica y recordado como profesor de generaciones de artistas en Cuba, cuya obra expuso en varios salones del orbe.

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