“Un error es insignificante, pero tocar sin pasión es imperdonable”.
 Ludwig van Beethoven

En la paráfrasis anterior, más que certera, mientras respondía a una entrevista para un diario internacional, el gran Chucho Valdés definió su vida artística. Con la constancia y la humildad de quien, aún habiendo alcanzado el Olimpo de la música, se debe por entero a su pasión, el maestro del piano llega a sus 80 años.

La Jiribilla, en su honor, ofrece un dossier desbordado de profundo agradecimiento y respeto por la vida de un músico excepcional que ha puesto en alto valor a la cultura cubana.