Cierto Moraima, la razón no valía

Ernesto Cuní
23/10/2019

Play al aparato. Es el salón de reuniones del sello discográfico Bis Music y en la esquina de una mesa, un televisor se activa.

Se ven tres figuras, íconos de la música y la canción cubana. Mujeres las tres, vinculadas en el buen cantar de esta tierra musical y a una íntima relación de amistad que las unió por largos años. Desde jóvenes compartieron escenario, carrera y vida. La simpar Aida Diestro las reunió en su famoso Cuarteto D’ Aida. Fueron y son, porque así lo dicta su anchura, buenas amigas.

Es demasiado pequeño este recinto para la grandeza que, ahora, la pantalla intenta atrapar: Omara Portuondo, Elena Burke y Moraima Secada. Risueñas, vistosas, impactantes, en medio de un improvisado proscenio, cantan y bromean.

 

Y es desde esta última característica que me asombra Moraima. Una mujer completamente distinta a la que llegó a mí siendo niño. Sin dejar la pasión que la caracterizaba, cantaba vehemente y con total alegría y jocosidad junto a Elena y Omara, un tema que las inmortalizara: Amigas, canción que les regalara Alberto Vera.

Me sorprende la Moraima gozosa, totalmente divertida, que hace cota del humor como el más típico de los cubanos. Lejos está la señora de irrevocable tristeza en el rostro, en sus canciones, esa congoja que generalmente se le asocia.  

Es la primera sorpresa que me llevo al ver este fragmento del DVD-CD Moraima Secada. La razón no valía, rubricado por Bis Music. El álbum contiene el documental de nombre homónimo y dos CD de música inédita, así como versiones de temas originales realizadas por la genial intérprete.

Más que homenajear, el documental logra desmitificar a una de las mejores cantantes que ha dado la cultura cubana, de inigualable calidad vocal e interpretativa, y con dominio de altos quilates en el escenario. Se revelan matices pocos conocidos de su personalidad y existencia.

Sin tapujos, Moraima era una auténtica rebelde contra aquello que le parecía borroso. Enérgica ante la insidiosa perfidia del burocratismo y la mediocridad.

Moraima solo logró grabar en vida dos fonogramas. Ahora, con estos dos CD de música recuperada, su producción discográfica aumenta a cuatro  discos. Ya están on line en varias plataformas digitales del mundo.

 
Moraima Secada, en los años 50. Fotos: Archivo María Caridad Secada
 

“Ella era todo sentimiento como dice la canción misma”

Lamentablemente, el olvido se apropió de su figura y hoy, muchos jóvenes no conocen de esta artista. Y ese es uno de los motivos fundamentales del realizador Felipe Morfa con este documental, director, junto a la productora Mayra María García, del material.

“En Moraima la razón no valía. Ella era todo sentimiento como dice la canción misma, por eso decidimos ponerle ese título al documental, se ajustaba a su personalidad”, dijo.

La idea le llegó 8 años atrás. Una gran bruma sumergía a la artista. Le surgió algunas preguntas, ¿por qué Moraima no tenía un documental y Omara y Elena sí?, ¿por qué grabó solo dos discos siendo una genial artista, cuando en ese mismo período sus compañeras grabaron bastante?, ¿por qué no aparecen casi materiales de archivo sobre ella?

Logró materializar el proyecto hace cuatro años al asumirlo la disquera Bis Music. Se hizo una coproducción con la casa productora de televisión RTV Comercial.

Arduo y largo trabajo, además de profunda investigación, llevó la realización del material. Se necesitó de los autorizos para el derecho de reproducción de los diversos números musicales. Se restauraron las matrices de varios programas de televisión en los que aparecía Moraima —de las décadas de los 60 y 70—, labor realizada en los Estudios Abdala. El gran valor del documental radica en sus principales objetivos: reproducir un repertorio poco conocido de la artista y documentar una época de la música y cultura cubana.

Cuarteto de Meme Solís con Moraima Secada.
 

Moraima Secada. La razón no valía atesora valiosas imágenes como la aparición televisiva de Omara y Moraima en el programa Palmas y Cañas, en plena controversia campesina; así como cuando la artista aparece cantando  un bolero-cha junto a la orquesta Aragón o bailando en el desaparecido programa Para Bailar.

Uno de los CD reproduce una interpretación de la cantante junto a Boby Jiménez, integrante de la segunda generación del cuarteto de Meme Solís, en el desaparecido programa Álbum de Cuba. Los acompañan al piano Adolfo Guzmán.

 El Cuarteto D’Aida.  De izquierda a derecha: Moraima, Elena, Haydeé y Omara.
 

A la luz una Moraima virtuosa

Los realizadores sacan a la luz una Moraima que teje en torno a ella una textura inmensa. Abarcan no solo lo musical, sino, lo social y ontológico. Gente de aquí y allá —la diáspora cubana, al final cubanos todos— se reúnen en torno a su persona.

No hubo intensión de narrar la vida profesional y humana de Moraima al estilo biopic, según confesó Felipe. Se apeló, en una primera parte del audiovisual, a mostrar su trayectoria artística. Luego, se narró la parte humana de ella. Varias anécdotas que revelan una mujer divertida, son contadas.

Figuras destacadas de la música cubana, además de especialistas y familiares, dan testimonio de pasajes pocos conocidos de Moraima. De la diáspora cubana aparecen el crítico y estudioso Toni Pinelli, la cantante Malena Burke, Jon Secada, sobrino de Moraima, entre otros. Del patio aparecen sus hijas, Pablo Milanés y otros.

Elena Burke y Moraima, con Meme Solís al piano, en un estudio de televisión en Cuba. Década de los 60.
 

El documental

No hubo manera más poética y certera de comenzar el filme con esas imágenes de época en blanco y negro, donde varias victrolas inician su puesta en funcionamiento. El brazo mecánico hace la selección del disco, mientras se escuchan las voces de los entrevistados comentando sobre Moraima. Comienza la reproducción de la placa y se escucha La razón no valía.

Gracias a un montaje dinámico que acude a la intersección de secuencias de los testimoniantes, materiales de archivo televiso y fotos, se logra una narración fluida, de conjunto a los variados temas musicales interpretados por la artista, otro personaje más que habla.

El tema que da título al documental es usado como elemento de transición para introducir los varios segmentos temáticos. En 55 minutos de duración se recrea la historia de Moraima, avivando el recuerdo de los que la conocieron y la curiosidad de quienes la desconocen.

Rápidamente el material nos lleva por el recorrido existencial de Moraima: su nacimiento, su historia familiar, sus inicios en el arte —se había iniciado en la Corte Suprema del Arte, espacio donde se iniciaron varias glorias de Cuba y el cual marcó pauta en la promoción y empuje de personas talentosas, pero sin academia—, su llamado a integrar el Cuarteto D’ Aida, entre otros.

Valor agregado de La razón no valía: la descripción de una época histórica que tiene como centro la música y la figura de Moraima.

El documental revela ese descomunal sentido emocional que tenía la cantante, que volcaba en sus interpretaciones. Moraima sentía la canción, no la actuaba. Reproducía sentimentalmente con intensidad, y eso lo podrá apreciar el espectador gracias a la habilidad discursiva del material.

El documental, Premio Cubadisco 2019 en la modalidad de disco patrimonial, se estrenará en premier el 24 de octubre, a las 8:00 pm, en el cine La Rampa. Inicia este álbum una nueva colección en Bis Music, cuyo nombre de producción es Clásicos de la Música Cubana.