No nos dejan de sorprender las riquezas de la literatura de estos tiempos, cuando llegan a nuestras manos ejemplares de la nueva generación de escritores cubanos, que nos invitan a viajar al interesante y cautivador mundo del arte de las letras.

En el habitual espacio Sábado del Libro se presentaron los Premios Calendario 2018, otorgados por la Asociación Hermanos Saíz, momento que le permitió al público asistente conocer e interactuar con algunos de los autores de las obras laureadas.

Cuando despiertes, de Daniel Burguet, nos muestra un dominio del lenguaje, calidad en los diálogos y una construcción dramática que sorprende por sus enlaces ocultos y mensajes subliminales.

De acuerdo con Burguet, este libro no va de la clásica ciencia ficción, donde el lector encuentra naves espaciales y espadas láser, sino que utiliza este género como herramienta para contar la historia y el humor, que deja plasmado en su obra.

Es una muestra más humanista y menos tecnológica, donde los gadgets revolucionan el mundo ficticio, mas no por ello son epicentro de la trama. Recrea un universo en el que las singularidades tecnológicas merecen una atención secundaria. Lo vital es su uso, sus implicaciones y las variaciones que han provocado en la vida de los seres humanos.

Los impares, desde una versátil narrativa, estructura varias historias dentro de una y nos presenta, de igual modo, una cambiante gama de conflictos que emanan de las relaciones interpersonales y la cotidianidad.

Este título de Claudia Damiani Cavero resulta una excelente propuesta, que además de un singular juego con las matemáticas, goza de frescura y naturalidad en su lenguaje.

Cantábulas y epopemas del bardo Pul Salalira, de Junior Fernández Guerra, es un “manuscrito medieval” escrito con derroche de ingenio y humor. Famoso y envidiado en su época, Pul legó al futuro sus historias en verso, donde las peripecias de magos, brujas y hadas, unicornios, dragones y caballeros, te llevarán a la conclusión de que las motivaciones y errores, las virtudes y sentimientos de aquellos seres no eran tan distintos a los nuestros.

¿Por qué tanta algazara entre negros y blancos, judíos y arios, hombres y mujeres? ¿Por qué tantos muros, tabiques y fronteras? El factor discriminante, de Moisés Mayán Fernández, es un cuestionamiento acerca de las diferentes posturas humanas con respecto a la raza, y los muros y tabiques que pueden ser creados por el hombre.

También con un lenguaje sencillo llega esta propuesta literaria, que tras las incertidumbres que puedas tener sobre esos y otros temas de la cotidianidad, te permitirá reflexionar, comprender e incluso obtener tus propias conclusiones, así como ver e interpretar la vida desde otro punto de vista.

Ambientada en la década del veinte del siglo pasado en Cuba, Un tambor para el viaje, de Gabriela Balloqui, recrea una historia de amor y entrega a partir de una versión de Viaje a la semilla, de Alejo Carpentier.

En ella asistiremos a la fuga del tiempo, al instante efímero en el que el acto teatral se vuelve rito y se consagra como el ejemplo más vivo de lo real maravilloso, en el que la religión y la historia de una isla se mezclan en una espiral que enfrenta al público-lector y lo invita a diluirse en la espectacularidad, en la muerte-vida y en la intensa emoción de una sala a oscuras.