Antón Arrufat

Dramaturgo, novelista, cuentista, poeta y ensayista cubano. Nació en Santiago de Cuba el 14 de agosto de 1935. Se trasladó a La Habana con su familia en 1947 a la edad de 11 años. Es graduado de Filología en la Universidad de La Habana. Desde muy joven se interesó por la literatura y el teatro, escribió sus seis primeras obras entre 1957 y 1964, vinculadas con el modo de hacer de las llamadas «salitas» de la época. Su ya clásica El caso se investiga (estrenada en 1957) se convertiría en un hito, al unir por primera vez en la escena nacional la herencia vanguardista europea con el vernáculo. En esa primera etapa publicó críticas, piezas teatrales, narraciones y poemas en la revista Ciclón. Vivió por un corto período en Estados Unidos, regresó a Cuba en 1959, donde ha permanecido hasta hoy.

En 1962 apareció su primer libro, En claro, donde se recogen sus poemas de adolescente. Trabajó en el magazine Lunes de Revolución, y fundó y dirigió durante cinco años la revista Casa de las Américas.

Sus piezas teatrales han sido traducidas al polaco, inglés y francés. Se han estrenado en Estados Unidos, Venezuela, México, Puerto Rico y Varsovia. Ha publicado en la revista Europe, L’Arc, Les Lettres, Quimera, Siempre, Ever green, y en casi todas las revistas cubanas.

Por su polémica pieza Los siete contra Tebas (1968) le fue conferido el Premio de Teatro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). La obra permaneció sin estrenarse durante cuarenta años, hasta que fue finalmente estrenada, bajo dirección artística de Alberto Sarraín, el 20 de octubre de 2007, en el habanero teatro Mella.

Recibió Mención de Teatro por El vivo al pollo y de Poesía por Repaso final en el Premio Casa de las Américas, además obtuvo el Premio de la Crítica Literaria por La caja está cerrada (1984), Lirios sobre fondos de espadas (1985) y La tierra permanente (1987). En el año 2000 fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura por el conjunto de su obra, además recibió por la novela La noche del aguafiestas el Premio de la Crítica Literaria. También se le otorgó la Medalla «Alejo Carpentier» y la Distinción por la Cultura Cubana.

En el 2003 la Editorial Letras Cubanas le editó la pieza teatral Las tres partes del criollo, y en 2005, su libro de ensayos El hombre discursivo.

 

Las virtudes del habla

Este Discurso no está destinado, al menos todavía, a la lectura silenciosa, sino a ser escuchado. Es, esencialmente, palabra oral, y en tal oralidad se vincula por igual con Pitágoras, quien nunca escribió una palabra.

Amistad con el perseguidor

Cortázar había muerto, y eso era todo. Mera cuestión natural. Nada más terrible que esto, si se trata de alguien querido. Que no es el hombre, sino un hombre: a quien nuestro afecto ha elegido de entre la gente, reconociéndolo como hecho de carne y hueso, como a una persona.

Fractura

Cuando sus piernas entraron en la laguna, recordó haber leído el libro del médico francés que se ocupaba en describir los síntomas físicos de la muerte, y sin embargo no tuvo en cuenta como advertencia propicia el endurecimiento de un difunto después de varias horas de su fallecimiento.