Jamila M. Ríos

De cuánto dura la muerte de un escuadrón de zanahorias

Mi primer Luis Rogelio Nogueras no fue precisamente Cabeza de zanahoria. Llegó de manos de un amigo del pre y lo devorábamos de tarde-noche en el aéreo, los miércoles de recreación o de escapada del estudio individual, desternillados con la caravana de apócrifos de El último caso del inspector (Letras Cubanas, 1983).