En la lucha contra la intromisión estadounidense, el legado martiano comenzó a asumir un papel primordial para la realización de la plena independencia.
"La Historia me absolverá" no puede leerse sin evocar las páginas de “El presidio político en Cuba”, donde la visión desgarradora de Martí (...) se renueva en la denuncia por los crímenes horrendos cometidos contra los revolucionarios del 26 de julio.