El feminismo en América Latina y Cuba: experiencias emergentes, fue el nombre del panel celebrado en la mañana de este 8 de marzo en el salón de la Casa del Alba Cultural de La Habana como parte del Balcón Latinoamericano, espacio de reflexión y debate auspiciado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Cuba).

El encuentro estuvo moderado por Amanda Olmo Infante, integrante de esa organización, y contó con la participación de Georgina Alfonso González, integrante de la Red Berta Cáceres y directora del Instituto de Filosofía, Belsis Rodríguez Carballo, del Colectivo Cimarronas y Geydis Fundora Nevot, de Flacso-Cuba, quien expuso la articulación afroamericanista de Cuba.

Se resaltaron los principales ejes del feminismo, la necesidad de erradicar el machismo, favorecer el empoderamiento de las mujeres y su rol en la vida social, la divulgación de historias de vida, de manifestaciones artísticas, de espacios de participación en plataformas digitales y de proyectos en barrios para la búsqueda de la equidad social.

Georgina presentó los resultados del mapeado piloto sobre feminismo en el país, rememoró los inicios del estudio, el contexto y los datos sobre la formación de espacios de género en Cuba. Asimismo, resaltó los perfiles organizacionales en esa esfera, el vínculo de la academia y de las organizaciones relacionadas con la cultura.

La doctora en Ciencias Sociales también resaltó los principales ejes del feminismo, la necesidad de erradicar el machismo, favorecer el empoderamiento de las mujeres y su rol en la vida social, la divulgación de historias de vida, de manifestaciones artísticas, de espacios de participación en plataformas digitales y de proyectos en barrios para la búsqueda de la equidad social.

Además, destacó las modalidades empleadas para la formación, la proliferación de espacios virtuales en la etapa pandémica, la declaración de temas sobre la base de un activismo feminista y la búsqueda de referentes en América Latina.

El encuentro estuvo moderado por Amanda Olmo Infante y contó con la participación de Georgina Alfonso González, Belsis Rodríguez Carballo y Geydis Fundora Nevot. Fotos: Del autor

Como parte de las lógicas institucionales y de la necesidad de integrarse en el proceso institucional como actores dinamizadores de las políticas públicas, resaltó los espacios productivos desarrollados por mujeres, la construcción de redes de emprendimiento y el fomento de un pensamiento en las bases del gobierno local.

Georgina expuso, a su vez, la relevancia de organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la cual conserva su compromiso e importancia en la actualidad.

Belsis Rodríguez, por su parte, contextualizó el surgimiento de los proyectos emergentes desde el ámbito digital durante la etapa de la pandemia, los espacios formativos, y las experiencias constituidas en esa etapa, que perviven en estos días.

También compartió las experiencias del Colectivo Cimarronas, los esfuerzos por educar a los usuarios y por establecer un feminismo que ve la historia de las mujeres desde un enfoque de género para combatir prejuicios, plantear ideas y construir puentes con instituciones vinculadas con las féminas.

Igualmente refirió algunas de las limitaciones y del acoso del que han sido objeto, las perspectivas tras la pandemia y el influjo de asumir nuevas estrategias y evaluar las dinámicas inherentes a la realidad. Belsis apuntó cómo el trabajo de Cimarronas, así como el de otras iniciativas, constituye una forma de participar en la política de forma diferente.

Geydis Fundora Nevot, a su vez, destacó la relevancia de la perspectiva racial en el estudio de los enfoques de género, donde el feminismo y el antirracismo ofrecen luces sobre perspectivas que no son observadas en primera instancia y requieren una mirada intersectorial y un proceso de maduración para visibilizar esos enfoques feministas y antirracistas.

“(…) el trabajo de Cimarronas, así como el de otras iniciativas, constituye una forma de participar en la política de forma diferente”.

“Hay una diversidad de temáticas que se abordan desde los diferentes proyectos, pero fundamentalmente están centrados en combatir estereotipos, prejuicios de discriminación racial desde una perspectiva interseccional, o sea, cómo se interceptan la discriminación racial y la discriminación de género, con la de clase, con la territorial, la sexual, entre otros”, comentó.

También llamó a rescatar a las mujeres negras como sujetos históricos que dan lugar a una historia diferente, pensar la racialización para rescatar los procesos de construcción social, traer a cuento otros conceptos como el del cimarronaje, asociado con la rebeldía y como una forma de posicionamiento.

En relación con la construcción de esa visión, refirió la trascendencia de ese empeño como un espacio creado por voluntad propia para aunar voluntades, establecer espacios de diálogos y conformar una red horizontal donde se respeta la autonomía, la identidad, se intercambian saberes y se visibilizan todos los tipos de feminismos que defienden los diferentes proyectos.

“También se llamó a rescatar a las mujeres negras como sujetos históricos que dan lugar a una historia diferente”.

“Contribuye como una poderosa herramienta para poder producir saberes en el orden teórico y práctico que sirvan de sustrato para poder actualizar y renovar estos temas tanto en la ciencia como en los espacios de política pública como en los espacios culturales”, afirmó.

El objetivo básico de esa organización, según comentó, es fomentar una conciencia antirracista y antisexista en la sociedad cubana, y tiene el propósito de combatir todas las formas de racismo y sexismo en la sociedad cubana contemporánea, así como visibilizar el aporte de las mujeres negras y mulatas en la construcción de la sociedad cubana desde los diferentes contextos históricos hasta la contemporaneidad y contribuir al trabajo articulado entre grupos de activistas feministas a lo largo del país.

En respuesta a las preguntas del público, Georgina resaltó el papel de las mujeres como el sujeto político y social más importante en esta etapa de cambio de época, enfatizó el papel de la juventud y de las féminas por la novedad y el sostenimiento de la vida, respectivamente, y la importancia de llevar las experiencias a la realidad, establecer alianzas y estar presente en los espacios.

En el panel se resaltó el papel de las mujeres como un sujeto político y social clave.

Sobre los actores políticos, la investigadora resaltó la importancia de la participación del Partido Comunista de Cuba (PCC), el cual debe asumir una perspectiva de género, pues la carencia de una postura al respecto ha motivado, a su juicio, que muchas mujeres hagan el activismo fuera de las organizaciones políticas. “Tienen que posicionarse feministas y si no lo son, tienen que serlo porque no van a hacer construcción política en un proceso de cambio revolucionario”.

Belsis comentó los principales desafíos en la actualidad, entre los cuales mencionó las estructuras patriarcales en organizaciones políticas universitarias y la desatención a los problemas de violencia en esas instancias, la necesidad de abordar los asuntos de la realidad, el aumento de la violencia de género tras la pandemia, la importancia de ampliar las iniciativas a otros lugares y territorios y la necesidad de la participación masculina.

Geydis, a su vez, refirió las afectaciones de tendencias como la mercantilización de la vida y la trascendencia de reconocer las afectaciones diferenciadas de esos procesos, lo cual puede generar el desarrollo de políticas públicas con una mirada diferente. También abogó por fomentar una participación de calidad y por impulsar una perspectiva que no reproduzca prácticas feministas y antirracistas liberales.

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