Cuando en el recién concluido Festival de Cine de Venecia, tuvo lugar el estreno exclusivo del documental Becoming Led Zeppelin, Jimmy Page —director y guitarrista de la afamada banda— reveló a la prensa lo excitado que se sintió por la emotiva recepción de parte del público congregado en la sala de exhibición. “Una cerrada ovación de diez minutos por parte de los espectadores antes de yo poder decir alguna palabra. Fue bastante abrumador”, confesó el prestigioso músico británico. “A medida que avanzaba la película, el entusiasmo aumentaba y algunas secuencias eran seguidas por aplausos. El público estaba realmente conectado y era interesante ser testigo de la comunicación y el entusiasmo que generaba el evento. Tras los créditos finales, el público se puso de pie y nos dedicó otra ovación, un agradecimiento que no puedo transmitir con palabras, pero que sentí”, concluye Page. Por su parte, Bernard MacMahon —director de Becoming Led Zeppelin— ha declarado que su objetivo era hacer el documental que pareciera y se sintiera como un musical. Ha entrelazado las historias de los integrantes del grupo antes y después de formar la banda, por lo que se trata de la primera oportunidad en que aparecen el propio Jimmy Page junto al cantante Robert Plant y al bajista John Paul Jones para comentar sobre el desenvolvimiento relacionado con la música de sus inicios.

“Led Zeppelin evoca un renovador contexto sonoro, francamente apabullante”. Foto: Tomada de Cultture

Por supuesto, también aparece el testimonio del fallecido baterista John Bonham, gracias a la recuperación de entrevistas que se le realizaron para la radio por aquellos tiempos. No obstante, MacMahon insiste en que no se trata de una biografía de Zeppelin sino que ha centrado el documental en el meteórico ascenso del grupo en sus primeros años. En tal sentido, se comprende el motivo que provoca la cálida ovación antes que comenzara la mencionada proyección del documental. Semejante experiencia nos reitera una vez más, que por mucha campaña de marketing que se haga con cualquier agrupación acabada de salir por primera vez al contexto roquero, a la larga el público descubre cuánto hay de verdad en la propaganda que se le ha vendido al respecto en el mercado. Estamos de acuerdo en que Los Beatles ensancharon las fronteras del género hasta donde fueron capaces, pero de esta amplitud estilística que nos dejaron, aparece Led Zeppelin para evocar un renovador contexto sonoro, francamente apabullante. En tan solo sus tres primeros años, Led Zeppelin conforma el legado de una excepcional obra musical que, si bien no tuvo competencia por aquel entonces, ahora mucho menos al consolidarse en la categoría de rock mítico. El factor desencadenante de este imperecedero nivel de admiración al cabo de tantos años, sobrepasa cualquier análisis comparativo con otras agrupaciones de la época, y esto se debe a la oportuna conjunción de factores que propiciaron la posibilidad de alcanzar el rango de clásico en la música contemporánea.

“MacMahon insiste en que no se trata de una biografía de Zeppelin sino que ha centrado el documental en el meteórico ascenso del grupo en sus primeros años”.

La imaginativa audacia de su creatividad, al proponernos piezas con múltiples combinaciones insólitas para su tiempo, sumado a las excelencias profesionales como intérpretes, le otorgan una madurez tal que lo alejan del concepto reduccionista de haber sido clasificada como música dirigida específicamente al círculo de jóvenes diletantes del rock. La magnificencia del documento musical recogido por Becoming Led Zeppelin, nos confirma la certeza que, en algún momento para hablar de la obra de Led Zeppelin, se deba de partir del mismo sentido de admiración y respeto que cuando se hace referencia a maestros como Beethoven o Wagner. Han demostrado ser acreedores de tan alta distinción.