Continúan los bailes de casino en las Noches del Caballero

Thalía Fuentes Puebla
29/7/2019

“María quisiera ir a La Tropical, pero su madre no la deja. Le gusta el casino y lo quiere bailar, y ya hasta consiguió pareja”, cita así una popular canción de Adalberto Álvarez y su grupo. En este verano, ya todos los amantes de este género tienen un espacio fijo en el Salón Rosado Benny Moré, para bailar al ritmo del Caballero del Son.

Fotos: Ariel Cecilio Lemus
 

Todos los viernes, las Marías encuentran a los Fernandos y bailan por casi tres horas, en ruedas y en pareja. Las “Noches del Caballero, del son al casino” rememoran aquellos concursos de baile que se hacían en la televisión, pero esta vez sin el factor competitivo, solo con la satisfacción de disfrutar y pasar una buena noche entre amigos.

Según Adalberto, el que no baila en La Tropical no baila en ningún lado, porque sin dudas ese espacio tiene intrínsecas cubanía y sabrosura. Él convierte el lugar en un encuentro entre amigos. Invita cada viernes a otros músicos que conforman la Alianza Musical, como antesala a su presentación.

 

El pasado viernes fue el turno de Manolito Simonet y su Trabuco, una de las mejores y más populares orquestas de música popular, que fusiona armónicamente géneros cubanos como la guaracha, el bolero, el chachachá, el danzón y la timba, con otros géneros al estilo boricua. El público agradeció bailando el momento que le regaló el Trabuco.  

La música de la noche se unió al vistoso montaje del escenario, con un riguroso diseño de luces, pantallas y sonido a cargo de PMM, y a las ofertas gastronómicas por parte del Centro Cultural de ARTEX. Las mesas dispuestas en el salón permiten una distribución perfecta para que todo el que lo desee se anime a bailar.

Varias generaciones entre los 18 y 70 años se adueñaron de este espacio y conformaron una rueda gigante de casino que después se convirtió en decenas de parejas bailando temas clásicos como “A bailar el toca toca”,  “La novia de un amigo mío”, “Qué tu quieres que te den” y  “Una mulata en La Habana”.

 

La principal motivación de las “Noches del Caballero” es que la gente baile en pareja y que solo se escuche música cubana. Este sueño y aspiración ya se concreta, pues cada viernes el público crece, las mesas no alcanzan y son cada vez más personas las que encuentran en este espacio el lugar idóneo para satisfacer las ganas de bailar, sobre todo, casino.

Esta propuesta responde a la calidad artística como primera opción. Al respecto, Álvarez dijo en conferencia de prensa: “Vamos a convertir a La Tropical en el verdadero Palacio del Bailador, como dice una de mis canciones, por ello invitamos a todos a que nos acompañen en este empeño que rinde tributo a la música popular cubana y a su principal protagonista: el bailador. Aquí podrán exponer sus coreografías, sus pasos, sus giros, socializar con otras ruedas y con otros bailadores”. 

 

El Salón Rosado deviene espacio idóneo para satisfacer al más exigente bailador, porque —como cita la popular canción— a los cubanos, a los chinos, a los rusos, a María y a Fernando, les gusta bailar casino.