Hace pocas horas falleció repentinamente el trovador Vicente Feliú Miranda, a los 74 años de edad; símbolo y miembro fundador del Movimiento de la Nueva Trova en Cuba, y una de sus voces más representativas.

Su labor siempre estuvo junto a la de Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Pablo Milanés y Augusto Blanca, entre otros destacados trovadores. Además, fue gestor de ese Movimiento y ocupó diferentes roles y cargos directivos. Fue también asesor de música de la radio y la televisión cubanas, así como guionista, locutor y director de radio. En el centro cultural Canto de Todos promovió desde la canción encuentros e intercambios, y dio a conocer a jóvenes trovadores.

“Símbolo y miembro fundador del Movimiento de la Nueva Trova en Cuba, y una de sus voces más representativas”. Foto: Tomada del sitio web de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí

En su fructífera y larga trayectoria artística representó a Cuba en más de 20 países, donde prestigió la música cubana en la esfera internacional. Por sus méritos fue reconocido con el Premio de Honor Cubadisco, la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier y la Orden Félix Varela. La enseñanza artística reconoció su labor al otorgarle el Diploma al Mérito Artístico.

Su creación musical recorrió la composición para obras de teatro, televisión y espectáculos. Entre sus canciones más sobresalientes se encuentran “No sé quedarme”, “Arte poética”,  “Aurora”, “Ansias del alba” (junto a su hermano Santiago Feliú), “Colibrí” y “Créeme”, esta última símbolo identitario de su impronta: él fue “feliz abriendo una trinchera”, fue “machete en plena zafra”.

Vicente Feliú fue un artista incansable, un artista del pueblo; comprometido realmente. Como dijera en una de sus canciones, fue “bala feroz al centro del combate” durante sus presentaciones en Angola, cuando llevaba amor y esperanzas a los combatientes cubanos y angolanos.

“En su fructífera y larga trayectoria artística representó a Cuba en más de 20 países, donde prestigió la música cubana en la esfera internacional”.

Vicente se despidió de la vida trovando y cantando, y así mismo lo despedimos, con el aplauso eterno que merecen los grandes artistas, para que no se pierda en el camino desde la “nube” donde ahora viaja hacia la eternidad, porque “créeme”, los músicos y tu pueblo no te olvidaremos nunca.

Tomado de la página oficial de Facebook del Instituto Cubano de la Música