Cuando en una palabra es imposible definir la obra de la vida

Kenia Méndez Mederos
23/5/2019

Cuatro alumnas, colegas y amigas de la destacada intelectual y crítica de arte Adelaida de Juan se reunieron en la Casa de las Américas en el marco del VII Coloquio Internacional La Diversidad Cultural en el Caribe: Revolución y Rebelde, para rendir homenaje a quien constituye un referente obligatorio en relación a la enseñanza de la historia del arte y al ejercicio de la crítica. El panel, titulado “La figura emancipadora de Adelaida de Juan”, estuvo compuesto por las profesoras de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana Yolanda Wood, María de los Ángeles Pereira, Odette Bello y Kirenia Rodríguez (moderadora).

De izquierda a derecha, María de los Ángeles Pereira, Kirenia Rodríguez y Yolanda Wood.
Fotos: Abel Carmenate

 

Una investigadora en Revolución

La labor investigativa de Adelaida de Juan fue imprescindible para comprender las interrelaciones y dependencias de la creación artística cubana con la foránea, así como el impacto de la Revolución cubana en el panorama artístico de la nación. Según Yolanda Wood, “sentó las bases de un pensamiento visual en tiempos de Revolución en Cuba y su legado es fundamental para apreciar todo el entramado polémico en el que la creación artística se orientaba y desenvolvía. De Juan fue capaz de comprender los momentos de renovación y cambio que significaron el triunfo de la Revolución y los procesos posteriores, y apreciarlos dentro de un continuo artístico”.

Adelaida inauguró los estudios sobre la caricatura en Cuba, a la vez que dedicaba buena parte de sus esfuerzos investigativos al estudio de figuras claves del arte cubano. El vínculo directo con los artistas y con las instituciones culturares fue base fundamental de su quehacer investigativo. Entre los temas centrales que ocuparon su investigación estuvo el arte del Caribe y la figura femenina como objeto de representación o como artista. Así lo demuestran sus libros Cuba: la mujer pintada (1972) y Del silencio al grito: mujeres en las artes plásticas (2002), y también su acercamiento a la obra de artistas como Amelia Peláez, Antonia Eiriz, Belkis Ayón, Zaida del Río, entre otras, explicó Odette Bello.

La maestra, la crítica de arte

El rol de Adelaida de Juan como iniciadora y profesora del taller de crítica que se les imparte a los estudiantes de quinto año de la carrera de Historia del Arte reivindica dos de los ejercicios que aportaron más bríos a su desempeño profesional: la enseñanza y el ejercicio de la crítica. Dice María de los Ángeles Pereira que para Adelaida la crítica no se aprende, ni se enseña, sino que se ejercita: “Decenas de libros, centenares de reseñas y artículos en la prensa masiva y especializada, de ensayos y textos para catálogos, conforman el aval irrefutable y contundente que la convierten en la profesora irremplazable de ese taller de crítica y la reafirman como una de las voces más sobresalientes de la Historia del Arte en Cuba y la de más amplio y merecido reconocimiento internacional. Para sus discípulos, sus colegas, sus continuadoras en la universidad, ella es presencia en el desempeño responsable de la crítica y el apasionante desafío de la investigación y en la clase, sobre todo en la clase, ella ejercitó el magisterio de todos los días”.

Una palabra no es suficiente…

 

Las virtudes, las esencias y la nobleza de Adelaida acompañaron cada frase, cada intervención. Fueron presentaciones realizadas desde el respeto y la admiración, pero también desde el cariño genuino, desde el cariño que no puede evitar notarse. Por eso, respondiendo a la compleja demanda de una de las participantes del encuentro, las panelistas nos dejaron una palabra —algunas, ante la imposibilidad de cumplir con la tarea, nos dejaron una frase o dos— que resume lo que significó la maestra para ellas: para Odette, maestra; para María de los Ángeles Pereira, ejemplo; para Yolanda, lucidez, intelectual iluminada y para Kirenia, persona inspirada e inspiradora.