Alguien dijo en la red que era “una escena extraordinaria” ver la protesta. ¿Es eso extraordinario cuando se protesta en cualquier lugar del mundo? Lo extraordinario es hacerlo sin el riesgo de perder un ojo, de la asfixia por una rodilla policial o ser empujado por un chorro de agua.

Lo extraordinario es que después de 62 años de acoso, particularmente desde 1990 con Ley Torricelli, Helms Burton, Plan Bush y 240 acciones de Trump, Cuba siga de pie con la mayoría defendiendo un proyecto del cual nadie ha podido presentar una mejor alternativa.

Dejen que el mundo vea a los que arriesgan su vida en los postes, a los aguerridos en las termoeléctricas, a los policías recogiendo escombros y a los dirigentes que llevan días sin dormir. Dejen a Cuba vivir.

Hágase lo extraordinario, levántese el bloqueo.

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