Cuba y Bob Dylan

Duna Viezzoli
25/5/2017

Chris Murray es el fundador y director de Govinda Gallery, en Washington DC, quien representa algunos de los mejores fotógrafos y fotografías artísticas relacionadas con la música rock en el mundo.

Trajo a la Fototeca de Cuba la exposición del estadounidense Ted Russell, Bob Dylan: NYC 1961-1964, que se exhibió en La Habana del 24 de marzo al 24 de abril, y que no es más que una mirada al interior del joven Bob Dylan en su apartamento de Greenwich Village, en Nueva York, cuando su primer disco ni siquiera había sido lanzado.


Fotos: Ted Russell

Chris Murray ha presentado ya cuatro exposiciones en Cuba, tres en la Fototeca de Cuba y una en la Galería de la Biblioteca Rubén Martínez Villena. Su primer intercambio cultural con Cuba ocurrió cuando presentó a Korda en su Govinda Gallery: la primera exposición del fotógrafo cubano en los Estados Unidos. Lo que sucedió fue una increíble revolución cultural y un evento muy dramático al mismo tiempo: Korda falleció mientras viajaba de Europa a Washington para la inauguración; cada periódico del mundo escribió sobre esto y el Washington Post puso la famosa foto del Che en la primera página porque Govinda Gallery tenía la exposición.

Entonces, ¿cómo decidió no mostrar solo la fotografía cubana en Washington, sino también la fotografía estadounidense en Cuba?

Mientras él traía las fotos de Korda a la Fototeca de Cuba, caminaba por la Plaza Vieja y algo increíble sucedió, tuvo una especie de epifanía. El término americano de mixed urban environment, “mezcla de ambiente urbano”, se manifestaba claramente en la Plaza. La restauración de La Habana por parte de Eusebio Leal, implicó en la Plaza Vieja la mayor mezcla de estilos arquitectónicos. Además, la creatividad innata cubana había otorgado la más variada función a los edificios: una escuela, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, la Fototeca de Cuba, restaurantes y cafés, apartamentos cubanos con gente colgando la colada. En aquella época, esto era lo que los Estados Unidos intentaban hacer, pero no tan bien como ya Cuba lo había hecho; porque aquí es hermoso, no solo es una mezcla, sino también es agradable, y realmente el objetivo de la arquitectura es ser agradable. Luego, caminando a través de la arquitectura y la energía vital de La Habana, una gran inspiración llenó a Chris. Así decidió hacer su primera exposición aquí.

El concepto de Chris para encontrar las mejores fotos es genial. Govinda Gallery presentó a Andy Warhol, y a través de él la nueva ola de fotógrafos de moda como Herb Ritts, Greg Gorman, David Snyder; o Annie Leibovitz —quien fotografió a Meryl Streep, Harrison Ford, Norman Mailer, Mick Jagger, Charles Kaczynski y Bob Dylan.

Cuando Chris vio en el primer show de Annie su famosa foto de John Lennon sosteniendo a Yoko Ono desnudo, decidió comprarla; luego descubrió que John había sido asesinado el día mismo en que Annie tomó la foto. En ese momento tuvo la idea: comprendió que quería buscar sistemáticamente fotografías importantes que documentaban a artistas musicales: no fotografías de artistas rock en general, sino la fotografía misma era lo importante. Y la razón por la que logró crear un género, es porque aplicó el mismo criterio a todas las fotos de los músicos.

Ningún curador, ningún museo, ninguna galería estaba mostrando fotografías en aquel tiempo, y el aprovechó el momento. Y cuando cruzó la Plaza Vieja no tenía idea, pero estaba tan inspirado por Eusebio Leal y la arquitectura mixta que decidió lo que quería hacer: La Revolución del Rock n´ Roll (2002), una selección de fotos de músicos que fueron revolucionarios en un sentido creativo, como John Lennon, Björk, Elvis Presley, Janis Joplin, Madonna.

El público cubano respondió positivamente, de hecho, ese había sido el espectáculo más concurrido en la Fototeca. Luego Chris trajo Cuba Baseball Clásico (2004), por Walter Iooss Jr., el mayor fotógrafo de deportes de Estados Unidos; aconsejado por Abel Prieto trajo también John & Yoko: Una historia de amor de Nueva York y, al mismo tiempo, las obras en papel de la artista americana Carlotta Hester: Viaje Elemento – Elemental Journey (2008), que se expusieron en la Galería de la Biblioteca Rubén Martínez Villena, en La Habana.

Chris descubrió las fotos de Bob Dylan, que nunca habían sido vistas, por el fotógrafo Ted Russell, que tiene 87 años. Cuando Ted vio el libro de Chris sobre Elvis Presley, Elvis a las 21: Nueva York a Memphis por Alfred Wertheimer, le propuso organizar sus fotografías de Dylan. El resultado es un fantástico libro con Rizzoli y la exposición Bob Dylan: NYC 1961-1964.
 

Ha sido más que un espectáculo de galerías, han sido dos culturas compartiendo un momento, inspiradas por la música y los retratos de Bob Dylan. Estas fotografías de Dylan han sido una iluminación: cuando en 1961 su primer disco no había ni siquiera sido lanzado, el músico de 21 años, con el pelo rizado y los ojos vivos, estaba a punto de proclamar su propia verdad al mundo, aunque nadie lo sospechaba. Armado con su máquina de escribir y su guitarra iba a aplastar y absorber la realidad y devolverle la vida dentro de una nueva forma, con un equilibrio perfecto entre una inocencia necesaria y ligera para hablar sinceramente al mundo y una tenacidad antigua, de siglos, para hacerlo.

Como Chris dice, Bob Dylan es muy significativo por cómo cambió el rock and roll en ese momento, la primera gran revolución musical desde Elvis en Memphis en 1956 y, como para Elvis, podemos hablar de Revolución Cultural.

Chris dice que la gente se olvida de que los EE.UU. eran una colonia: como Cuba era una colonia de España, EE.UU. era una colonia de Inglaterra y así América y Cuba tenían los mismos sueños; y Dylan era el más grande compositor de América para escribir sobre libertad, igualdad y, sobre todo, para escribir de amor.

De hecho, para Chris, Dylan en Cuba fue el espectáculo más importante y significativo que trajo aquí, porque sus ideas eran solidarias con los ideales de la Revolución Cubana. Esto pasa en el corazón de todo el mundo, dice él, no solo en los revolucionarios; todos queremos amor y todos queremos libertad y justicia, y eso es de lo que hablan las canciones de Dylan.

Chris había discutido la exposición con Nelson Ramírez, el director de la Fototeca, durante dos años; estuvo aquí durante la visita de Barack Obama, durante la visita de los Rolling Stones, y al final lo consiguió. “Aquí está mi sueño: llevar a este gran idealista, Bob Dylan, a Cuba, y dejar que el pueblo cubano disfrute de estas fotografías”.

Esta es la primera exposición de Bob Dylan: NYC 1961-1964 en las Américas. Chris quiso que estuviera en Cuba porque pensó que habría sido casi bendecida por su presencia aquí y no fue una coincidencia que uno de los galeristas de fotos más grande de América, Steven Kasher, estuviera en la apertura y le encantaron las fotos. De alguna manera el hecho de que la exposición iba a ser en Cuba, dejó expandir un poco de magia. “Porque hay algo de magia en Cuba, ya tú sabes. Hay mucho trabajo aquí, muchos retos, pero también hay mucha belleza y magia”.

Fue después de que Nelson decidió hospedar la exposición, que Dylan recibió el Premio Nobel de Literatura; y esa fue la confirmación de la increíble importancia que esta exposición tiene para Chris. Pensó que habría sido fantástico tener a Bob Dylan, el gran idealista, el gran artista musical aquí; la música de Bob era visionaria. Se refería a la Revolución Cubana, que Chris admira, pero hay algo más: hay tantos artistas cubanos tan visionarios; muchos fotógrafos, pintores, poetas, bailarines… Cuba está llena de artes visionarias. Los autores cubanos, los editores, las revistas y los libros también para él son visionarios, sobre todo si tienen un concepto. Así que Chris estaba agradeciendo a Bob Dylan por su visión y, como podemos ver, para él esta exposición ha sido la combinación de todo su trabajo con Cuba.

Además, tantos artistas murieron tan jóvenes: Elvis Presley, Keats, Van Gogh. Pero Bob Dylan sigue con nosotros, ha tenido una gran vida, tiene 76 años y somos afortunados de tener toda una carrera de este hombre; Chris particularmente lo ama por lo que nos ha dado. En 1961 hacía música folk y trajo el estilo musical de Irlanda, Escocia, las baladas de Inglaterra; tomaba esas melodías y luego creaba sus propias canciones. Él mismo era un revolucionario porque transformaba todos los géneros de música. En este período particular, 1961-1964, Bob Dylan es aún un joven. Una observación muy especial es que en su primer disco estaba cantando canciones de otras personas, pero en el año 1963 escribió “Blowin’ in the Wind” —que cantó en ocasión de la Marcha en Washington y del famoso discurso de Martin Luther King “Tengo un sueño”— y “The Times They Are A-Changin’”; el sentido está profundamente influido por las ideas de la Revolución cubana: tenemos que seguir, tenemos que cambiar. Y revolución significa cambiar, como Chris recuerda, es un ciclo, como los viejos vinilos: las grabaciones eran 33RPM, Revolution Per Minute. Así que el rock and roll es realmente sobre el cambio y es creatividad. Y cambiar no significa necesariamente deshacerse de las viejas formas, Dylan abrazó cada forma, cada género musical, y lo reenergizó; él creó el cambio dentro de la forma y trajo poesía al rock and roll, pura poesía.

Chris fue encantado para el número de La Jiribilla dedicado íntegramente a Bob Dylan y al Premio Nobel de Literatura; ha sido uno de los números más visitados. Especial interés ha sido dado a nuestro Silvio Rodríguez y su canción “La cosa está en...”  (1969, Atlántico), dedicada a Bob. Silvio habla sobre lo que Dylan sabía de lo que estaba pasando, y de lo que él sabía; de lo que pasaría si algún día pudieran reunirse y compartir sus ideas:

 

[…]

La cosa está en hallarlo a usted

el día menos pensado, en cualquier sitio,

casualmente, donde usted y yo

podamos ver a cuatro manos los alrededores.

La cosa está en lo improbable,

en lo difícil en lo imposible.

La cosa está allí mismo, donde no debiera estar:

un paso más allá que el largo de las manos.

[…]

 

La expectativa de Chris con la exposición es que el pueblo de Cuba tenga la oportunidad de ver estas maravillosas fotografías, la obra de arte original; su placer es que lo puedan disfrutar en primera persona. Es una idea muy simple y muy directa, quería hacer esto por Cuba; él no tiene patrocinador, así que no hay carácter comercial en este espectáculo: es puro y es para compartirlo con el pueblo cubano, este es su objetivo. Ama a Cuba, ama al pueblo cubano porque trabaja muy duro y hace lo mejor con lo que tiene. Si esta exposición trae un poco de placer a unas cuantas personas, estará muy contento con eso.

No muchos cubanos ni estadounidenses saben que en 1963 Bob Dylan dedicó su Premio Tom Paine, anunciado por el Comité de Derechos Civiles de Emergencia por los Derechos Civiles, a Cuba y su lucha. Fue en esa ocasión que Ted Russell fotografió a Dylan con James Baldwin, el escritor y activista afroamericano para los derechos civiles, y estos son los únicos documentos visuales de este acto. Martin Scorsese, para su documental No Direction Home, utilizó las fotos de Ted Russell.

Bob Dylan también escribió una canción, “Talkin ‘John Birch Paranoid Blues”, en la que habla abiertamente de comunistas. Este período (1961-1964) fue muy significativo para Cuba y Estados Unidos, y eso hizo que las acciones de Dylan fueran aún más significativas: estaba dando una lección a todo el mundo.

En el plano estético, Chris ama la fotografía cubana contemporánea; él la ama tanto que la está coleccionando: Pupo y sus sombras; la revolución absoluta de Liudmila Art Nelson; el autorretrato desnudo con la bandera cubana por Cirenaica Moreira; José Figueroa; Abigail González y sus fotos eróticas. Chris quiere publicar con Rizzoli un libro de fotografía cubana contemporánea y se reunió en Nueva York con su redactor en Rizzoli, Jessica Fuller, y con el editor, Charles Meirs, y ellos están interesados. Tiene que trabajar con Nelson y no es fácil desde muy lejos, pero quiere hacer el mejor libro de fotografía cubana. Steven Kasher, de Steven Kasher Gallery en Nueva York, que exhibirá Bob Dylan: NYC 1961-1964, del 28 de abril al 3 de junio, y Jessica Fuller, vinieron a la inauguración en La Habana. Muchos americanos han venido a Cuba por primera vez para la exposición y eso ha sido muy significativo; la inauguración ha sido la ocasión para dos culturas poder compartir. Gracias a Cuba, a Ted, a Chris, a Nelson, gracias a Bob Dylan y su visión.

 

 

Conversation with Chris Murray

Cuba and Bob Dylan

Chris Murray is the founder and director of Govinda Gallery, Washington DC, which represents some of the best rock music-related fine art photography and photographers in the world.

He brought to Fototeca de Cuba Ted Russel’s photographs: Bob Dylan: NYC 1961-1964, in Havana from March 24th to April 24th. The exhibition is a very inside of the young Bob Dylan in his Greenwich Village apartment in New York when, by 1961, his first record had not even been released.


Photos: Ted Russell

Chris Murray had presented four previous exhibitions in Cuba, three at the Fototeca de Cuba and one at the Galería de La Biblioteca Rubén Martínez Villena of Havana. His first cultural exchange with Cuba though occurred when he presented Korda in his Govinda Gallery: the first exhibition of the Cuban photographer in America. What happened has been an incredible cultural revolution and a very dramatic event at the same time: Korda passed away while travelling from Europe to Washington for the show, so every newspaper in the world wrote about it and the Washington Post put the famous Korda’s photo of Che on the front page because Govinda Gallery had the exhibition.

Then, how happened that he decided not only to show Cuban photography in Washington, but also American photography in Cuba?

While bringing back Korda’s photos to Fototeca de Cuba, Chris had a sort of epiphany walking across Plaza Vieja. The American term of ¨mixed urban environment¨ was clearly manifesting in the Plaza. The restoration of Havana by Eusebio Leal, entailed the Plaza Vieja and his incredible mixture of architectural styles. Moreover Cuban innate creativity had granted the most varied function to the buildings of the Plaza: a school, the Centre for Development of Visual Arts,  Fototeca de Cuba, restaurants and cafés, Cuban apartments with people hanging their laundry. At that time this was what America was really trying to do, but not as good as Cuba had already done; because here it is beautiful, not only it is a mix, but it also is pleasing, and really the goal of architecture is to be pleasing. Then, walking through Havana architectures and vital energy, the greatest inspiration had filled Chris. This is how he decided to do his first exhibition here.

Chris’ concept in finding the best photos is genial. Govinda Gallery had presented Andy Wharol, through him the new wave of fashion photographers as Herb Ritts, Greg Gorman, David Snyder; Annie Leibovitz, who photographed Meryl Streep, Harrison Ford, Norman Mailer, Mick Jagger, Charles Kaczynski, Bob Dylan.

When Chris saw in Annie’s first show her famous photo of John Lennon holding Yoko Ono naked, he decided to buy it; he then discovered John had been murdered the day Annie took the photo. In that very moment he had the idea: he understood that he wanted to champion other significant photographs documenting musical artists, and he systematically started finding them: not rock photography, it was the photograph that mattered. And the reason why he succeeded in championing a genre, which is not every day, is because he applied the same criteria to all the photos of musicians.

No curator, no museum, no gallery was showing photographs at that time; he seized the moment. When he walked across Plaza Vieja he had no idea but he was so inspired by Eusebio Leal and the mixed architecture that he decided what he wanted to do: La Revolución del Rock and Roll (2002), a selection of photos of musicians that were revolutionary in a creative sense, as John Lennon, Björk, Elvis Presley, Janis Joplin, Madonna.

Cuban people responded positively, indeed that had been the most attended show at that time at Fototeca. Chris then brought in Cuba: Baseball Clásico (2004), by America’s greatest sports photographer, Walter Iooss, Jr.; on Abel Prieto proposal, John & Yoko: A New York Love Story and at the same time the American artist Carlotta Hester’s works on paper: Viaje Elemento – Elemental Journey (2008) at the Galería de La Biblioteca Rubén Martínez Villena of Havana.

Chris discovered Bob Dylan’s photographs, which had never been seen, by the photographer Ted Russel, who is 87 years old. When Ted saw Chris’ book on Elvis Presley, Elvis at 21: New York to Memphis by Alfred Wertheimer, propose him to organize his Dylan’s photographs. The result is a fantastic book with Rizzoli and the exhibition Bob Dylan: NYC 1961-1964..


 

It has been more than a gallery show, it has been two cultures sharing a moment of freedom, inspired by Bob Dylan’s music and portraits. Dylan’s photographs have been an illumination: when in 1961 his first record had not yet been released, the twenty-one-year old musician, with ruffled hair and lively eyes, was about to proclaim his own truth to the world, though nobody was suspecting it. Armed with his typewriter and his guitar he was going to plumb and absorb the reality, and giving back life to it within a new form, with a perfect balance between a necessary and light innocence, to speak sincerely to the world, and an ancient tenacity, centuries old, to do it.

As Chris says, Bob Dylan is very significant for how he changed rock and roll at that time: the first big revolution in music since Elvis in Memphis ‘56 and, as for Elvis, we can speak about Cultural Revolution.

Chris says that people forget that USA were a colony: as Cuba was a colony of Spain, America was a colony of England and so America and Cuba had the same dreams; and Dylan was America’s greatest songwriter to write about freedom, equality, justice and, most of all, to write about love.

Indeed, for Chris, Dylan in Cuba was the most important, the most significant show to bring here, because his ideas were in solidarity with the ideals of the Cuban Revolution. As he says, this happens in the heart of all the people, not just in the revolutionaries ones; we all want love and we all want freedom and justice, and that is what Dylan’s songs were about.

Chris had discussed the exhibition with Nelson Ramírez, the director of Fototeca, for two years; he was here during Barack Obama visit, during The Rolling Stones visit, and at last he succeeded. ¨Here is my dream: to bring this great idealist, Bob Dylan, to Cuba and to let the Cuban people enjoy these photographs¨.

This is Bob Dylan: NYC 1961-1964 first exhibition in the Americas; Chris wanted it to be in Cuba because he thought it would be almost blessed by his presence here and it was not a coincidence that one of the greatest photos gallerists in America, Steven Kasher, was at the opening and that he loved the photo. Somehow the fact that the exhibition was going to be in Cuba, let a bit of magic been spread. ¨Because there is some magic in Cuba, you know. There is a lot of hard work here, a lot of challenges here, but there is also a lot of beauty and magic in Cuba.¨

It was after Nelson agreed to do the exhibition that Dylan received the Nobel Prize for Literature and that was the confirmation about the incredible significance this exhibition has for Chris. He thought it would have been fantastic having Bob Dylan, the great idealist, the great musical artist here; Bob’s music was visionary. He referred to the Revolution, which Chris admires, but there is something more: there are so many Cuban artists who are so visionary; son many photographers, painters, poets, dancers… Cuba is filled with visionary arts. Cuban authors, publishers, magazines, books are also visionary, especially if they have a concept. So Chris was thanking Bob Dylan for his vision and, as we can see, to him this exhibition has been the combination of all his work with Cuba.

Moreover so many artists died so young: Elvis Presley, Keats, Van Gogh. But Bob Dylan is still with us, he has had a great life, he is 76 years old and we are so fortunate to have a whole career of this man; Chris particularly loves him for what he has given to us. In 1961 he was doing folk music and he was bringing in the musical style from Ireland, Scotland, the Ballads from England, taking those melodies and then creating his own songs; he himself was a revolutionary because he transformed every genre of music. In this particular period, 1961-1964, Bob Dylan was young; a very special observations is that in his first record he was mostly singing other people’s songs, but by ‘63 he had written ¨Blowin’ in the Wind ¨ – which he sang at the March on Washington and Martin Luther King famous speech ¨I have a dream¨ – and ¨The Times They Are a-Changin’¨. The meaning is so deeply influenced by the ideas of the Cuban Revolution: we have to keep going we have to change. After all, as Chris recalls, revolution means change, it is a cycle, like the vinyl of the old days: the records were 33RPM, ¨Revolution Per Minute¨. So rock and roll is really about change and it is about creativity; and change does not necessarily means getting rid of old forms. Dylan embraced every form, every musical genre, and just re-energized it; he created change within the form and brought poetry to rock and roll, pure poetry.


 

Chris was amused by La Jiribilla number entirely dedicated to Bob Dylan and the Nobel Prize for Literature (https://www.lajiribilla.cu./numeros/805); it has been one of the week with the highest number of visitors. Particular interest has been given to Silvio Rodríguez, considered the Cuban Dylan, and his song ¨La cosa está en…¨, ¨The thing is in…¨, (1969, Atlántico), dedicated to Bob. It is about what was Dylan knowledge about what was going on, and what was Silvio’s; what would pass if randomly one day they could meet and share their ideas (https://www.lajiribilla.cu./articulo/la-cosa-esta-en):

[…]

La cosa está en hallarlo a usted

el día menos pensado, en cualquier sitio,

casualmente, donde usted y yo

podamos ver a cuatro manos los alrededores.

La cosa está en lo improbable,

en lo difícil en lo imposible.

La cosa está allí mismo, donde no debiera estar:

un paso más allá que el largo de las manos. [1]

[…]

 

¨The thing is in coming across with you / when we least expect it, anywhere / by chance, where you and I / could wonder four-handed our own reality. / The thing is in the improbable, / in the hard part, in the impossible. / The thing is just in there, where it should not be: / a step further than what our own hands normally reach.¨

Chris’ expectations for the exhibition are that the Cuban people have an opportunity to see these wonderful photographs, the original work of art; his pleasure is that the Cuban people can enjoy it in person. It is a very simple and very straightforward idea, he wanted to do this for Cuba; he has no sponsor so there is no commercial character in this show: it is pure and it is just to share. He loves Cuba, he loves Cuban people because they work very hard and they do the best with what they have. If this exhibition brings a little bit of pleasure to a few people Chris will be very happy.

Not many Cuban people, nor Americans, know that in 1963 Bob Dylan dedicated his Tom Paine Award, announced by the Emergency Civil Liberties Committee for Civil Rights, to Cuba and his struggle ¨in behalf everybody that went down to Cuba¨, affirmed him. It is on this occasion that Ted Russel photographed Dylan with James Baldwin, the Afro-American writer and activist for civil rights, and these are the only visual documents of this act. Martin Scorsese indeed for his documentary-film No Direction Home, used Ted Russel’s photos.

Bob Dylan also wrote the song, ¨Talkin’ John Birch Paranoid Blues¨, in which he openly talks about Communists. This period (1961-1964) was very important for Cuba and USA and that makes Dylan’s actions even more significant: he was giving a lesson to the world.

On the aesthetic plan, Chris loves contemporary Cuban photography; he loves it so much that he is collecting it: Pupo and his shadows; Liudmila & Nelson’s absolute revolution; Cirenaica Moreira’s naked self-portrait with the Cuban flag; José Figueroa; Abigail González’s erotic photo. Chris wants to publish with Rizzoli a book of contemporary Cuban photography and he met in New York with his editor at Rizzoli, Jessica Fuller, and with the publisher, Charles Meirs and they are interested. He has to work with Nelson and it is very difficult from far away, but he wants to make the greatest book of Cuban photography. Steven Kasher, from Steven Kasher Gallery, New York, that will exhibit Bob Dylan: NYC 1961-1964, from April 28th to June 3rd, and Jessica Fuller, came to the opening in Havana; they both came. Many Americans came down to Cuba for the first time for the show, and it has been very significant; this exhibition has been the reason for two cultures to share. Thanks to Cuba, to Ted, to Chris, to Nelson, thanks to Bob Dylan’s vision.

 


[1]Silvio Rodríguez. Cancionero. Ediciones Ojala, 2008. Pág. 399.

  English translation by Duna Viezzoli.