Cuerpos que dialogan y partes que resaltan en la nueva propuesta de Ernesto García Peña

Kenia Méndez Mederos
8/10/2019

“Me gusta que la gente proponga, que reinterprete, se trata de una confrontación y yo espero reacciones, espero que tú me digas…”, fueron esas las palabras de Ernesto García Peña minutos antes de que se abrieran las puertas de la Sala Cernuda del Centro Hispanoamericano de Cultura y dejáramos de ser solo nosotros y los cuerpos.

Fotos: Maité Fernández Barroso
 

Ernesto, que nos ha llevado hasta el ser humano y sus relaciones tantas veces y desde tantas perspectivas diferentes, nos trae ahora una nueva propuesta bajo el título de Cuerpo. “Las motivaciones fueron muchas”, me dice, al tiempo que las menciona brevemente: “Yo tenía la necesidad de exponer en La Habana, pues aunque he expuesto en el extranjero y en otras ciudades de Cuba, desde hace algún tiempo no lo hacía aquí en La Habana y quería hacerlo con una mirada diferente. Toda mi generación cumple 70 años y este mes es especial porque coincide con la graduación de esa generación, también coincide con la Jornada de la cultura cubana y con el 500 aniversario de la ciudad. Todo esto se unió a la presión del público que pide ver mi obra, así que este era el momento ideal”.

 

Luego de reconocer que siempre habrá erotismo y sensualidad en su obra, Ernesto confirma que esta exposición se aleja de lo puramente erótico y sexual, se aleja de la abundancia de colores y parejas: “Quería hacer una muestra que diera cuenta de una reflexión sobre las relaciones, sobre las posibilidades que da el cuerpo y sus partes”.

 

Así, nos acerca a diversas actitudes y versiones de lo humano, de nosotros: un bebé que casi se deja ver desde el vientre de su madre embarazada; manos que se abrazan o se ayudan —supongo que debamos decidir nosotros—; cuerpos y rostros que se superponen, se entrecruzan, de un modo solo justificado por el afecto infinito, de un modo que invita a preguntarse: ¿cuándo somos solo uno?, ¿cuándo somos dos?, ¿no será que realmente somos una mezcla de relaciones y circunstancias, una mezcla de lo vivido con los otros?…

 

García Peña nos trae esta vez a los cuerpos y sus partes, pero como siempre, reivindica al ser humano; son cuerpos con vida, cuerpos de gente que ama, nace, abraza… Cuerpo es, a fin de cuentas, una oportunidad para permitirnos sentir y, desde ahí, pensar en qué somos más allá de nosotros mismos.