Danza Contemporánea de Cuba: 60 años en movimiento

Marilyn Garbey Oquendo
1/10/2019

Danza Contemporánea de Cuba arriba a sus 60 años de trabajo. Nacida con la Revolución, la compañía sigue laborando en los salones del Teatro Nacional, en los mismos espacios testigos del nacimiento de un movimiento danzario que tiene representantes a lo largo y ancho del país, que arranca aplausos en las más exigentes plazas del mundo.

Danza Contemporánea de Cuba arriba a sus 60 años de trabajo. Foto: DCCuba/ Facebook
 

En esta hora de celebraciones, es preciso recordar al maestro Ramiro Guerra, el fundador que hizo realidad el sueño de subir a escena bailarines de todos los colores que conforman la nacionalidad cubana. También debemos agradecer a la Dra. Isabel Monal el gesto de desbrozar obstáculos y desbaratar prejuicios para que surgieran la compañía danzaria y la Orquesta Sinfónica Nacional, instituciones que se han dado cita hoy para cantarle a la vida.

En esta hora de celebraciones, es preciso recordar al maestro Ramiro Guerra. Foto: Ismael Batista/ Granma
 

La lista de bailarines, coreógrafos, ensayadores y músicos que han dejado su huella en la compañía es extensa, porque han transcurrido seis décadas de labor intensa y porque esta agrupación es una fuente inagotable de talento, cultivado con esfuerzo notable y constante, que ha nutrido a toda la danza cubana. Me atreveré a mencionar algunos, que son hoy memoria viva, como los fundadores Santiago Alfonso y Alberto Méndez; continuadores desde los primeros años como Isidro Rolando, el diseñador Eduardo Arrocha, Luz María Collazo, Clara Luz Rodríguez, Perla Rodríguez, Pablo Trujillo. Otros continuaron la senda creativa, como Dulce María Vale, Isabel Blanco, Esteban Delgado, Jorge Abril, Luisa Santiesteban, María del Carmen Hernández, Yoerlys Brunet y Osnel Delgado. Entre los jóvenes que ahora brillan en escena, vale resaltar el desempeño de Claudia Hilda Rodríguez, Víctor M. Varela, Alejandro Miñoso, Heriberto Meneses, José A. Elías, Leyna González y Stephanie Hardy. El músico Angel Bolaños es también un referente.

Danza Contemporánea de Cuba. Foto: DCCuba/ Facebook
 

Bailarines virtuosos, formados en nuestras escuelas de arte, capaces de satisfacer las más rigurosas exigencias técnicas de coreógrafos que han llegado a Cuba desde diversas latitudes y con disímiles estéticas, son uno de los grandes motivos de orgullo de la compañía. Ellos han recibido frases elogiosas de figuras como Maurice Béjart, Antonio Gades, Loipa Araújo, Mats Ek, Carlos Acosta, Cristina Hoyos, Mijaíl Barishnikov.

Danza Contemporánea de Cuba. Foto: Carlos Rafael Díaz Borges
 

Para los coreógrafos cubanos también se abren posibilidades en Danza Contemporánea de Cuba. Nombres como los de George Céspedes y Julio César Iglesias comparten hoy programa junto a los del holandés Jan Linkens, el catalán Rafael Bonachela, el británico Billy Cowie, la holandesa Annabelle López-Ochoa. Antes, creadores como Marianela Boán, Rosario Cárdenas, Narciso Medina, salieron de la compañía y fundaron sus agrupaciones. En estos tiempos que corren, George Céspedes y Los hijos del director, Osnel Delgado y Malpaso, Norge Cedeño y Otro lado, formados en la compañía, construyen sus caminos singulares.

 Danza Contemporánea de Cuba. Foto: DCCuba/ Facebook
 

A lo largo de 60 años, la agrupación ha cultivado un público inteligente y exigente. Los mayores tararean la melodía de Súlkary, el clásico de Eduardo Rivero. Los más jóvenes se identifican con la extrema fisicalidad de los intérpretes y con sus visiones del país en que vivimos. Recuérdese el impacto de Mambo 3XXI, de George Céspedes, una mirada desacralizadora a la identidad nacional, en la cual los acordes del ritmo que causó furor en los 50 del pasado siglo, se fusionaron con timbres electrónicos.

Danza Contemporánea de Cuba. Foto: DCCuba/ Facebook
 

Han generado un modelo de gestión cultural que ha hecho posible el diálogo de la danza cubana con las tendencias más renovadoras del mundo. Coreógrafos internacionales han creado en nuestro país, y Danza Contemporánea de Cuba se ha presentado en el Teatro Real de Madrid o en el Auditorio Nacional del México.

Al maestro Miguel Iglesias, quien dirige la compañía hace más de 30 años, vaya nuestro agradecimiento. Su visión abarcadora del arte y su extraordinaria capacidad de trabajo, se han volcado en esta gran obra que es Danza Contemporánea de Cuba, una de las más reconocidas agrupaciones danzarias del mundo.

Carmina Burana, la puesta en escena que veremos esta noche, de la autoría de Miguel Iglesias, es fruto del trabajo conjunto de Danza Contemporánea de Cuba, el Teatro Nacional, la Orquesta Sinfónica Nacional, el Coro Diminuto y el Teatro Lírico Nacional. Se han juntado talentos de la música y de la danza para crear un acto escénico realmente espectacular, goce para los sentidos, razón para celebrar el hecho de estar vivos.

Danza Contemporánea de Cuba. Foto: DCCuba/ Facebook
 

Que artistas y espectadores nos encontremos aquí, en la sala Avellaneda, a unos pasos de la escultura de nuestro José Martí, es la prueba reveladora de que, a pesar de los pesares, Cuba vive, canta y danza.

Felicidades a Danza Contemporánea de Cuba.

 

Nota:
Palabras pronunciadas en la noche inaugural de la temporada de Carmina Burana, durante la ceremonia de entrega de reconocimientos a Danza Contemporánea de Cuba y al Teatro Nacional por los 60 años de estas instituciones.