La guitarra es una extensión de Dayron Ortiz. De eso se hizo consciente en las clases de Joaquín Clerch, quien le repetía constantemente que un instrumento tiene que ser parte del cuerpo del ejecutante; y cuando algo se vuelve parte de uno es prácticamente imposible describir en su justa medida todas las sensaciones que provoca. 

“La guitarra se ha vuelto mi lenguaje, mi idioma, la oportunidad de expresarme con más fluidez y tranquilidad”. Foto: Internet

“Cuando toco sus cuerdas me introduzco en un universo único, y empiezan a nacer y cobrar vida las ideas. No hay un día en que deje de tocar la guitarra. Experimentar la sensación de mis dedos corriendo por sus cuerdas es algo que no tiene explicación. La guitarra se ha vuelto mi lenguaje, mi idioma, la oportunidad de expresarme con más fluidez y tranquilidad”, aseguró el joven músico en entrevista para La Jiribilla.

Dayron está en constante búsqueda de conocimientos, en el afán de la creación, donde surgen inquietudes distintas. Ahora aspira a defender su música en vivo, con su banda, y qué mejor manera de hacerlo que con un disco licenciado bajo el sello de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM).

“Siempre han existido en mí las ganas de crear. Cuando cogí en mis manos una guitarra, lo primero que hice fue inventar una melodía, y desde ese instante la curiosidad y los deseos de hacer música no han dejado de existir ni un segundo en mi cabeza”, confesó en entrevista vía WhatsApp.

Ser nace en el período de la pandemia, a partir de la insistencia de Alejandro Gutiérrez, mánager de Haydée Milanés, para que el guitarrista grabara su música. “Este álbum surge durante la Covid-19, una etapa que me permitió sentarme y enfocarme. Me puse a grabar temas sin ninguna pretensión y cuando tenía como cinco o seis, le escribí a Élsida González para que escuchara lo que estaba haciendo. Al mes me llamó y me dijo que el disco estaba aprobado por la EGREM”, explicó el músico.

“Su forma de hacer se nutre del tiempo que ha pasado junto a excelentes músicos cubanos”

Precisamente todas las canciones —excepto “Ni un ya no estás”, tema de Alberto Tosca que interpreta Haydée Milanés— son de la autoría del guitarrista, creados específicamente para el disco. Según el artista, su forma de hacer se nutre del tiempo que ha pasado junto a excelentes músicos cubanos. “He tenido la posibilidad de tocar diversos tipos de música y hacer discos variados. Me gusta consumir la música en general; no la encasillo en jazz, rock o funk. Para mí es simplemente música, y me encanta. Soy fanático a escuchar, a asistir a conciertos. De eso me alimento, y después lo reflejo en mi música”.

En el fonograma hay un poco de todo: “Estamos defendiendo la música que he consumido con el paso de estos años; la música con la que más me identifico. Hay rock, funk, jazz, afro, en fin, música cubana”. En Ser participan reconocidos instrumentistas como Ruy Adrián López-Nussa (drums), Jorge Coallo (percusión), Roberto Vázquez “El Chino” (bajo), Arthur Álvarez y Pedro Sureda (teclado), Gabriela Díaz (violín) y José Daniel Bermúdez (bajo). Además, el CD tiene como invitados especiales a Ernán López-Nussa, Haydée Milanés y Telmary Díaz.

Hemos hecho este disco con mucho amor y deseo. Pusimos todas las energías lindas del universo en el álbum. A partir de ahora quiero defender lo que hago con mi cuarteto (Armando Osuna en la percusión, Osniel Moro Regal en el bajo y Gabriela Díaz en el violín). Son mi tropa. Ojalá pueda seguir trabajando con ellos y llevar mi música a todas partes, para que no se quede guardada en una gaveta.

Dayron Ortiz casi fue economista; pudo haber sido también campeón olímpico en esgrima, pero fue arrastrado por la magia de la música. Se considera un guitarrista con ganas de crear, y en ese propósito deja que la música salga de él, de sus vivencias, de sus sentimientos. “No me gusta forzar la creación. La música debe brotar de mí, y después encargarse de volar y hacerme llegar a donde ella quiera. Soy muy perfeccionista, eso sí”.

“No me gusta forzar la creación. La música debe brotar de mí”

Considera que el éxito depende de la dedicación, de explorar, de ser incansable, de estudiar. “Siempre hay mucho por descubrir. La música es un lenguaje complicado, y hay que dedicarle mucho tiempo. Depende de cuántas ganas y corazón le pongas. No es un deporte o una competencia, sino un arte para compartir, como una vez me dijo Gaitán”. Para Dayron Ortiz la fórmula radica en que cada vez que tengas la oportunidad de subirte a un escenario y tocar tu música, ya sea para una persona o para miles, debes hacerlo con el amor, la energía y el cariño de siempre.  

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