De lecturas y milagros nada estáticos y de listas provocadoras

Vivian Martínez Tabares
13/1/2021

Como una grata lectura para los últimos y ambivalentes días de este año adverso y para el comienzo del otro, al que queremos rebosar de esperanzas —advierto que no soy nada amante de las fiestas programadas ni de la alegría por decreto que suelen acompañar a unos y otros días—, tuve la suerte de disfrutar, gracias a su cariñoso regalo, del primer libro de la joven teatróloga, profesora universitaria, guionista y crítica teatral Isabel Cristina. Estática milagrosa. Listas para vencer y no para ser vencidas es un volumen sui generis que la presteza y el buen tino de Ediciones La Luz, la casa joven de los libros de Holguín, publicó contra viento y marea

A pesar de la situación epidemiológica y de otros inconvenientes, Ediciones La Luz continúa ofreciendo novedades editoriales de gran interés. Foto: Cortesía de la autora
 

Para quien no conozca a Isa, como la llamamos muchos de sus amigos y colegas —me consta que tiene muchísimos a lo largo de la Isla y allende los mares, personalmente y a través de las redes sociales—, habría que decir que es una hija amantísima; dedicó el libro a su padre, fallecido hace un año. Es madre por partida doble: de Diego (diez años) y Oliver (apenas 5 meses). Forma una feliz pareja junto a su “mejor amigo”, con quien comparte amor y realizaciones audiovisuales. Trabaja incansablemente, lleva a la práctica innumerables inquietudes y desata su locuacidad por todas las vías posibles.

Otra advertencia que debo hacer a los lectores de estas didascalias es que el presente título no versa sobre el teatro, porque a Isabel Cristina López Hamze le inquietan muchos otros temas y, como a mí, el mal teatro la hastía. Tampoco se trata de un manual de deportes, si bien su autora se formó como gimnasta, ni de una recopilación de consignas políticas, si bien no rehúye posturas verdaderamente revolucionarias. Estática milagrosa… es un extraño libro de listas que reúne cuarenta relaciones publicadas en Facebook durante más de un año por la propia escritora, con el fin de desahogar pasiones e incomodidades, matar el aburrimiento y divertirse.

Invito al lector a salir tras la búsqueda de esta obra, para ello escribí una lista con “Las motivaciones de esta lectura”; una enumeración sin entrenamiento previo, pero con muchas ganas de devolverle a Isabel un decálogo —probablemente imperfecto— lleno de sus mismos deseos de invencibilidad.

  1. El libro de Isabel Cristina revela a una mujer sensible que capta de su entorno sociocultural inmediato riquezas y miserias humanas, sonidos y olores del espacio público y el paisaje urbano, para traducirlos en sensaciones entrañables. Aquí un amanecer puede transmutarse en pura poesía.
  2. La obra es inequívocamente femenina y feminista por el modo deliberado en que ella misma se visibiliza en sus apetencias y aprensiones, en su nada pudorosa capacidad para develar espacios recónditos en las relaciones interpersonales, y en la definición de su ideal de pareja.
  3. Son enumeradas vivencias de “mapadre”, de soltería maternal y de soledad desolada, que ella se impone superar por su hijo y por sí misma “para vencer y no ser vencida”.
  4. El libro está conformado por un amplio muestrario de referentes culturales: visuales, tecnológicos, literarios, callejeros, musicales, esotéricos, poéticos, culinarios, teatrales, legendarios, ambientales y familiares, que dan cuenta de un espíritu pródigo y memorioso, con un arsenal de reservas “para comer y para llevar”, como ella misma diría en cuerda coloquial.
  5. Es capaz de hacernos viajar en el tiempo y en el espacio mediante pocas palabras y un sinfín de imágenes evocadas. Aborda la experiencia infantil y provinciana en una beca habanera, una visita estrafalaria a la antigua Central Electronuclear de Juaraguá, el ascenso al Pico Turquino, pasajes entrañables en compañía de amores perdidos, e intentos infructuosos por superar la insoportable modorra dominical, entre otros tópicos.
  6. Con sus pinceladas de realidad y memoria, de sensaciones y acontecimientos, el libro construye un retrato del ser cubano, con momentos de brillante elocuencia, tan genuina como la de muchos tratados de Ciencias Sociales y ensayos eruditos.
  7. EL texto me hizo revivir un pasaje del espectáculo de cabaret político Cuban Coffee by Portazo’s Cooperative 2. La República Light, y renovó mis ansias al leer su lista “De razones para construir”, acerca del país que muchos ansiamos, ya que a pesar de los pesares, como ella, me siento orgullosa de vivir en Cuba.
  8. Me conmovió en lo profundo, más allá de su lista de las cosas que la hacen llorar, por su honestidad a toda prueba.
  9. Me sacó varias sonrisas con las cosas sencillas que alegran a la autora, y me hizo reír a carcajadas su tozudez definitivamente optimista —otro don que compartimos— al observar las adversidades y regenerar las capacidades adaptativas. Me sentí melancólica ante algunas de sus desilusiones.
  10.  El libro de Isabel Cristina no tiene desperdicio. Si usted llegó hasta aquí, ármese de valor para encontrarse con una muchacha desenfadada y juiciosa, íntegra y soñadora, realizada e inconforme en su complejidad humanísima.