Descansa en paz, Tosca

Guille Vilar
14/8/2018

Hermano: Con profundo dolor me acabo de enterar acerca de tu partida en la revista Buenos Días. Recibí la noticia con la misma discreción en que proyectaste tu vida, con toda la belleza implícita en el momento que una paloma blanca, alza el vuelo.


 

No tuvimos tiempo para conocerte mejor como persona, pero presiento que en el aroma de tus canciones, te entregabas con la esperanza de encontrar un espacio, por pequeño que fuera, en nuestros corazones. Y lo lograste. Quizás nos sobren los dedos de las manos para hablar de tus composiciones emblemáticas, pero como dice el refrán, más vale pocas con ganas que muchas sin compromiso. Si, sin otro compromiso que no sea el de darte desde el amor por los demás.

Ahí está Sembrando para ti, pieza que a partir de la genuina criollez  de Sara González, es elevada a la categoría de himno entre aquellos otros que conforman el selecto repertorio de las canciones de la Nueva Trova. Por supuesto, tu interprete por excelencia es Xiomara Laugart de quien se dice que es capaz de parar el trafico cuando se le escucha cantar. Títulos como Fe y Paria alcanzan en su voz un grado tal de belleza que quienes no te conocían, se cuestionaban la identidad del autor de semejantes maravillas. Y resulta que, para sorpresa de muchos, fuiste tú quien pudo sacar la espada clavada en la piedra. Eso pasa con las personas sencillas y modestas que no saben de otra cosa que hacer lo que les toca porque no tienen tiempo para asumir las veleidades de la vida.

Te reitero, mi hermano, que puedes partir tranquilo hacia la eternidad, pues has logrado colocarte al lado del corazón de este pueblo que te quiere. Y tú lo sabes. Por eso nos dejaste como parte del boleto de viaje, ese monumento del amor por lo tuyo, ese testimonio del amor que cala profundamente cuando nos referimos a lo nuestro como nación, sentimiento que expresaste como nadie en la canción A Santiago.

Quizás pudiera escribirte algo más, pero creo que lo resta se expresa en respetuoso silencio. Descansa en paz, Tosca.

Un fuerte abrazo