Dayamí y Javier se miran y el resto del mundo se detiene. Cantan, ríen en el escenario y desparraman puro amor en cada letra que sale de sus voces y en cada acorde que emana de la guitarra. No es la primera vez que escribo sobre ellos, y apuesto que tampoco será la última, porque oírlos en vivo es una sensación indescriptible que te transporta a otro nivel.

“Este disco es una travesía, un viaje que emprendieron dos jóvenes soñadores unidos por el amor, la música y las ansias
de defender su poesía”.

El Dúo Iris tiene un aura que se multiplica cuando están juntos, y eso se refleja en su forma de hacer y en el deleite que su música provoca en el público. Mi suerte, su álbum debut, ya está disponible en formato físico en las tiendas de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales, para dicha de aquellos que disfrutan de su magia. ¡Qué mejor regalo por el 14 de febrero!

Este disco es una travesía, un viaje que emprendieron dos jóvenes soñadores unidos por el amor, la música y las ansias de defender su poesía. Es un álbum sutil, cargado de detalles minuciosamente trabajados por Yoel Martínez desde la producción musical, sin dejar a un lado la ternura, la sencillez y la esencia que los caracteriza.  

“La vida nos ha traído muchos regalos, y uno de ellos fue conocer a Yoel. Nos oyó cantar, se acercó y dijo: ‘Muchachos, yo les voy a producir un disco’. Ese siempre fue nuestro sueño. Nos presentábamos en muchos lugares y no teníamos un material para mostrar nuestra música. A partir de ese momento, él comenzó a abrirnos las puertas de artistas que admiramos. Dibujó todo un universo de cosas maravillosas y de planes para este disco. Esas expectativas se cumplieron al cien por ciento”, comentó en conferencia de prensa Dayamí Pérez Sánchez.

“La vida nos ha traído muchos regalos, y uno de ellos fue conocer a Yoel”.

Para Javier López Elías, el integrante de Buena Fe llegó a sus vidas en el momento indicado, cuando estudiaban en el Instituto Superior de Arte y tenían más pulido su trabajo tras siete años de trabajo.

El disco está compuesto por 12 temas (“Por pensarte”, “Causalidad”, “Noria”, “Haz de luz”, “Mi suerte”, “Solo ves”, “Vida, vida”, “Colgando de la luna”, “Nana para despertar”, “A tu lado”, “Espiral” y “Prefiero amarte así”). Todo el repertorio es del propio dúo, excepto “Vida, vida”, de Pancho Céspedes.

Los arreglos musicales son de Yoel Martínez y Javier López, menos el de “Haz de luz”, de Miguel Núñez; “Colgando de la luna”, de Rolando Luna, y “A tu lado” y “Vida, vida”, de Jorge Aragón. Para enriquecer la propuesta, David Torrens pone su voz en “Haz de luz” y Yoel en “Nana para despertar”.   

“Actualmente, las sonoridades están por otro giro y la canción tiene una trayectoria muy vasta, sobre todo en Cuba. Que el primer fonograma de esta joven agrupación, con el nivel de cuidado y factura que tiene, enamore a la mayoría de los públicos, hace que esta propuesta sea una bocanada de aire fresco”, aseguró en la presentación la musicóloga Gretel Garlobo.

“No ha sido precisamente la ‘suerte’ la que ha hecho posible su éxito, sino el talento, el tesón y el amor por lo que hacen”.

Según Dayamí, quisieron que el disco fuera minimalista para respetar la esencia del dúo: “Casi siempre nos presentamos solamente con la guitarra, y no queríamos romper esa magia que se siente cuando la música es así, hacia lo acústico. Hay arreglos con mucha atmósfera; otro a piano solamente; también un tema a guitarra”.

Aunque en varias entrevistas los jóvenes músicos han asegurado que el disco se nombra así en honor a todas las personas que les han abierto las puertas en su carrera, no ha sido precisamente la “suerte” la que ha hecho posible su éxito, sino el talento, el tesón y el amor por lo que hacen. 

“Letras que describen la vida en su justa medida”

Para disfrutar del álbum, reflejo de su trayectoria, hay que cerrar los ojos, sentir cada melodía, los colores de la música, los intervalos perfectamente delineados y las letras que describen la vida en su justa medida. El resultado está ahí, palpable en formato físico. Dos corazones laten al unísono; cuatro manos componen y emerge el hechizo. Tener este disco, tenerlos a ellos dentro de la cancionística cubana, es una verdadera suerte.

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