En la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, de la Universidad de La Habana, tuvo lugar la Asamblea General de la Sección Cubana de la Asociación de Historiadores de América Latina y el Caribe (ADHILAC), la cual pasó balance al trabajo realizado durante los últimos cuatro años. La sesión de trabajó comenzó con un minuto de silencio, como sentido tributo a la memoria de los destacados historiadores fallecidos durante este período: Eusebio Leal, Alejandro García, César García del Pino, Rolando Álvarez, Ana Cairo, Digna Castañeda, Enrique López y Mario Mencía; todos ellos con una brillante trayectoria investigativa y docente, a lo largo de décadas, en diversos ámbitos laborales.

De izquierda a derecha los doctores Dolores Guerra, Sergio Guerra y Arturo Sorhegui, durante la presentación
del informe de balance de la ADHILAC. Foto: Cortesía del autor

De igual manera se rindió homenaje, a partir de coincidir el encuentro con un aniversario de su desaparición física, a Francisco Pividal y Nidia Sarabia. En el caso de Pividal, justo a los 25 años de su deceso, se resaltó, entre los innumerables méritos acumulados en su brillante hoja revolucionaria y de servicio intelectual, ser el primer presidente de la ADHILAC internacional, y quien fundara la Sección Cubana de dicha organización. Bastaría apenas añadir, tal como sucedió durante el intercambio, el hecho de que fuera el primer embajador cubano en Venezuela tras el triunfo de la Revolución, acompañando a Fidel en su memorable visita a Caracas en enero de 1959, la primera del líder rebelde al exterior, apenas 15 días después de su entrada triunfal a La Habana, el 8 de enero.

Sarabia, por su parte, figura de relieve de la cultura cubana, presidió durante varios años la instancia nacional de la ADHILAC, en la cual dejó una profunda huella, perceptible en la actualidad, a partir de su rigor en el plano investigativo y su espíritu de ampliar los horizontes de trabajo de esta entidad.

El doctor Sergio Guerra Vilaboy, a nombre de la directiva saliente (integrada además por los doctores Arturo Sorhegui, Yoel Cordoví, Dolores Guerra, Oscar Zanetti, y los maestros René González Barrios y René Villaboy), presentó el informe contentivo tanto de los resultados fundamentales alcanzados como de las insuficiencias en el trabajo.

Todo ello como parte de una etapa atípica signada, al igual que para el resto de la sociedad, por los efectos de una terrible pandemia, la cual, con pasos sólidos y como expresión de la efectividad de las vacunas cubanas, afortunadamente vamos dejando atrás.

En realidad el análisis retrospectivo correspondió a un lapso superior a lo establecido, a partir de los mencionados efectos provocados por la COVID-19. Téngase en cuenta que la Asamblea precedente se efectuó el 20 de septiembre de 2018, y que el último evento organizado (el Coloquio Internacional por el aniversario 80 del exilio español), que congregó a más de un centenar de profesionales de varias latitudes, tuvo lugar en la Casa Benito Juárez en marzo de 2019, en el momento en que el SARS-CoV-2 comenzaba a irrumpir en el panorama doméstico.

Desde una mirada crítica, que puso énfasis en lo que falta por hacer, sin regodearse en los logros obtenidos en diversos espacios, Guerra Vilaboy remarcó las consideraciones que, en la última etapa, han marcado la pauta en el despliegue de la asociación. Tal espíritu se trasladó, igualmente, al debate generado, y en el cual se escucharon importantes reflexiones, entre otros, de los profesores eméritos de la Universidad de La Habana, Constantino Torres Fumero y Francisca López Civeira.

En ese sentido se destacó la necesidad de sumar a un mayor número de historiadores, especialmente jóvenes, los cuales llevan adelante una meritoria labor en múltiples instituciones del país y quienes, sin embargo, están al margen de una organización que cada vez resulta más trascendente en el escenario regional. Hubo consenso que ello está relacionado, en primer lugar, con el desconocimiento de los propósitos centrales de la ADHILAC y con la manera en que se accede a su membresía. En esa línea se ratificó, como prioridad de trabajo para la nueva dirección emanada de la asamblea, lo impostergable de multiplicar el quehacer de captación de nuevos profesionales, así como rebasar los marcos tradicionales, en aras de extender el radio de acción hacia otros entornos.

“Se destacó la necesidad de sumar a un mayor número de historiadores, especialmente jóvenes”

Como parte de la agenda del encuentro se informó que, a finales de mayo, se desarrolló en la ciudad de Graz, en Austria, el más reciente foro de la ADHILAC internacional. En el mismo concluyó sus funciones como presidente, tras dos períodos, el doctor Guerra Vilaboy. El cubano, a partir de su prestigio como intelectual y académico y los resultados obtenidos, fue nombrado, algo que sucede por vez primera en la historia de la organización, Presidente de Honor de la misma.

Ello es un reconocimiento a la extraordinaria ejecutoria ininterrumpida como profesor e investigador de Guerra Vilaboy, durante más de 50 años. Entre los principales méritos del destacado catedrático antillano descuellan el Premio Extraordinario Casa de las Américas por el Bicentenario de la Emancipación Hispanoamericana (2010), y el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas (2017). Funge además, desde mediados de la década del 70 del pasado siglo, como jefe del Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana. El colombiano Jorge Elías Caro fue electo en ese evento como presidente de la organización para los próximos cuatro años.

“La ADHILAC surgió tras el Primer Encuentro de Historiadores Latinoamericanos, efectuado entre el 12 y el 16 de julio de 1974”

Como parte de los principales eventos foráneos a desarrollarse se mencionaron dos congresos que tendrán lugar en 2023, en Lisboa y Panamá. Este último dedicado a examinar las relaciones de Estados Unidos con América Latina y el Caribe, en su devenir en el tiempo, a 200 años de la Doctrina Monroe. Se propuso, lo cual fue recibido con beneplácito por los asistentes, la pertinencia de llevar adelante, asimismo, un evento nacional con esta temática, teniendo en cuenta que es también el bicentenario de la política de la Fruta Madura, planteada por John Quincy Adams en abril de 1823, y de la Conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar.

En la reunión participó como invitado especial el doctor Senén Aguilar, profesor de la Universidad de Panamá y directivo de la sección de la ADHILAC en ese país. El doctor Aguilar explicó la reciente firma de un convenio de trabajo entre su universidad y la Universidad de La Habana, lo cual permite trazar diversos campos de colaboración entre estas emblemáticas instituciones.

La Asamblea concluyó con la elección, por votación directa y secreta, de la nueva dirección que conducirá los trabajos de la ADHILAC durante los próximos años. El doctor Sergio Guerra Vilaboy fue ratificado como presidente de la Sección Cubana, al igual que los doctores Arturo Sorhegui y Dolores Guerra, y el maestro Rene Villaboy, en su condición de directivos. Como nuevos miembros fueron incorporados los doctores Gustavo Placer Cervera, Académico de Número de la Academia de Historia de Cuba; José A. Bedia Pulido, del Centro de Estudios Martianos, y el autor de estas líneas, del Centro de Estudios Hemisféricos y Sobre Estados Unidos, de la Universidad de La Habana.

En la primera reunión de la nueva dirección se ratificó al profesor Arturo Sorhegui como vicepresidente, y se asignaron las responsabilidades a asumir por el resto de los miembros. De igual manera, en cuanto a las actividades a desarrollar de inmediato, se hizo referencia al panel “Perú y la independencia de Cuba”, el venidero 14 de julio en Casa de las Américas, con la disertación de los doctores Guerra Vilaboy y Placer Cervera, así como el que tendrá lugar el 20 de julio en la Casa del ALBA para conmemorar el bicentenario de la entrevista de Guayaquil, entre el Libertador Simón Bolívar y el prócer José de San Martín.

La ADHILAC surgió tras el Primer Encuentro de Historiadores Latinoamericanos, efectuado entre el 12 y el 16 de julio de 1974 bajo el auspicio de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y con el impulso decisivo de intelectuales como Andrea Sánchez Quintanar, Alfonso García Ruíz, Susy Castro y Juan Brom.

En el III Encuentro, que aconteció entre el 1ro. y el 6 de junio de 1981 en Quito, se eligió el primer Consejo Directivo de la Asociación, el cual asumió las funciones que hasta ese momento había desempeñado la denominada Comisión Gestora, que presidía las labores de la misma. Se escogió entonces como presidente al cubano Francisco Pividal Padrón y al ecuatoriano Jorge Núñez Sánchez, secretario, como parte de una junta directiva integrada por profesionales de Venezuela, México, Guatemala, Brasil, Bolivia y Uruguay.

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