Este 31 de marzo arribó a su aniversario 55 la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM), conocida como la entidad líder de la discografía cubana.

Desde el año anterior se realiza una campaña titulada Yo me siento EGREM, que ha sido dedicada al 500 aniversario de La Habana, al centenario de Benny Moré, a los 30 años de la creación del Instituto Cubano de la Música, y a los 50 de Los Van Van.

Fundada en 1964, tiene en su poder el fondo de archivos musicales más grande de Latinoamérica, y por sus estudios han pasado grandes artistas de talla internacional, como Nat King Cole y Josephine Baker, mientras que artistas cubanos como Los Van Van, Silvio Rodríguez, Chucho Valdés, Irakere, Buena Vista Social Club y Pablo Milanés, también han dejado su huella allí.

Sin embargo, para un mejor acercamiento al quehacer de la EGREM, se debe mirar al trabajo que realiza con las figuras jóvenes que hoy forman parte de su catálogo musical y quienes, en la actualidad, son el rostro de la disquera.

Jóvenes músicos como Yoyo Ibarra y Diego Gutiérrez se sienten honrados por formar parte del catálogo, además, agradecen que sus proyectos hayan sido aceptados y apoyados desde la agencia Musicuba, que forma parte del sello EGREM.

“Yo acababa de terminar la universidad y venía con aires de trova. Todo me iba resultando bien desde el punto de vista musical, pero nunca pensé que el sello EGREM se interesaría y le diera la oportunidad a un joven que traía un proyecto un poco fuera de la caja, para mí es un privilegio”, explica Yoyo Ibarra.

Agrega que por pertenecer al sello se ha sentido en una suerte de colchón de seguridad que le ha dado la posibilidad de explorar y buscar otras aristas de su música. De ser un cantante de trova, con un grupo de cuatro a cinco músicos, hoy posee una orquesta de 16, con la que experimenta distintos matrices modélicos que van más allá del son y la rumba.

En el caso de Diego Gutiérrez, él se acercó personalmente con su trabajo. “Entre la cantidad de proyectos que reciben diariamente, tuvieron a bien mirar el mío, por ahí comenzamos” explica el cantante, quien fue nominado con su disco Pa´lante el mambo, en la categoría Mejor Fusión Tropical, en los Grammys Latinos.

Por otra parte, con la agrupación Yuly y Habana C el proceso fue distinto, ya que, aunque pertenecían a Musicuba desde hacía algún tiempo, en estos momentos es que se encuentran finalizando su primer disco oficial con la EGREM, y planeando la promoción para realizar el lanzamiento online.

Todos los artistas, de los entrevistados para realizar este trabajo, coinciden en que pertenecer a la decana de las disqueras en Cuba y grabar en sus estudios ha significado una gran oportunidad dentro de sus carreras, porque a pesar de los cambios de paradigmas dentro de la industria musical, le conceden gran valor al poder ofertar al público un disco físico.

Según Diego Gutierrez: “la dinámica en la EGREM es agitada, y hay que buscar los espacios para poder grabar en los estudios, es algo relativamente complicado, porque ellos manejan muchos proyectos y le ponen el mismo interés a todos”.

Jorgito Karamba explica, a partir de su experiencia de más de diez años con la disquera, que la dinámica para grabar siempre ha sido muy fluida, porque considera que existe una vinculación estrecha del sello con el día a día del artista, y con la producción fonográfica.

Al decir de Roxana Iglesias, directora de Frasis, su agrupación es atípica dentro del catálogo de la EGREM. Agradece formar parte de este ya que considera que es muy positiva la posibilidad de grabar, y además, sabe que por muy buenas intenciones e inquietudes musicales que se tenga, es difícil para un joven músico el salir adelante si institucionalmente no tiene apoyo.

Añade que se debe destacar la contribución del sello con la realización de los audiovisuales que acompañan su reciente fonograma Para no parar. Es importante que una disquera entienda la necesidad que tiene el artista, no solo de grabar, sino también, en estos tiempos modernos, de hacer audiovisuales que apoyen el trabajo para tener mayor alcance con el público.

Con los avances de la tecnología y la variación en el modo de consumo de la música a nivel mundial, la industria musical se ha enfrentado a un cambio de paradigmas. El mercado a nivel global se encuentra en las redes y en las tiendas online. Cuba, con sus circunstancias específicas con la conexión a Internet, busca las vías para insertarse dentro de dicho mercado.

Desde la EGREM, se trabaja por acompañar a los artistas en la promoción y venta digital de sus productos. Sobre lo anterior, Yoyo Ibarra explica: “Los paradigmas cambiaron, la música no necesita estar anclada a un estudio y parte de esas producciones están mediadas por lo que, a lo mejor, un músico pueda hacer en casa. La tecnología ha logrado que dependamos menos de un estudio, esa mezcla ayuda a crear un conflicto entre la manera de hacer y crear de los artistas y el sello disquero, pero la EGREM ha sabido inteligentemente crecer con los tiempos”.

Para Jorgito Karamba no queda todo en manos de la disquera, opina que el artista debe encontrar herramientas propias que lo ayuden a hacer más visible su obra y que logre tener un alcance global.

Roxana Iglesias reconoce que, aunque se está haciendo un trabajo intenso desde la EGREM, queda mucho por avanzar, y que se deben seguir buscando las vías y los mecanismos para insertarse en el mundo digital.

La casa discográfica se acerca a su aniversario 55 con la intención no solo de recoger y cuidar el patrimonio cultural de antaño, sino de permitir a los jóvenes músicos el establecer su impronta. Lo que se resume en que, con tantos años de experiencia, no se niega a innovar, sino que evoluciona con los tiempos. Queda entonces el deber de ampliar la producción discográfica del país, agilizar la inserción dentro del mercado digital mundial y aprender los códigos de las redes sociales, para favorecer así el desarrollo y expansión de la música cubana.