El desafío de narrar en el siglo XXI

Liannet Gómez Abraham
10/2/2020

Las voces resucitaron relatos directos y extremos, emanados de mundos distintos al nuestro en un paralelo de 360 grados. Pareciera que entre líneas y lecturas viajara en minutos a rutinas y periferias cercanas. Ahí estaban los vecinos de las tierras hermanas: colombianos, argentinos, mexicanos, por solo decir algunos.

La realidad es que se cocinó un ajiaco literario, y más que literario, devino el Centro Dulce María Loynaz un hervidero excepcional de la narrativa contemporánea, como parte de las actividades en el marco de la 29 Feria Internacional del Libro de La Habana.

El Panel de Lecturas “La narrativa del siglo XXI” potenció el debate acerca del desafío del género en la actualidad. Fotos de la autora
 

El Panel de Lecturas “La narrativa del siglo XXI” no solo potenció las reflexiones sobre el desarrollo del género, sino que puso en contexto un estilo que está cada vez más influenciado por las nuevas tecnologías. “Un poco sirve para refrescar los modos de hacer literatura en estos tiempos, en el cual muchas veces se hibridan los géneros”, explicó Eudris Planche Savon, coordinador del X Encuentro de Jóvenes Escritores.

Esta cita se congenió inicialmente como un taller para reunir a escritores del marco de América Latina. Sin embargo, fue creciendo y ya es mundial, hoy tenemos a representantes de más de 15 países, y se proyecta una presencia de la literatura iberoamericana y caribeña, añadió Planche Savon.

No obstante, en la diversidad se hallan los puntos de riqueza del debate. De un lado se logra reunir a referentes de corrientes como el realismo, la ficción y la narrativa lírica. De otro, confluyen diversos géneros no solo la poesía y la narrativa; también se involucran directores de revistas literarias y de editoriales, así como exponentes que fusionan la literatura con disímiles artes.

Lo positivo de este tipo de lecturas es el intercambio que genera porque conoces otras voces, otros autores y te familiarizas con sus producciones. Además, intercambiamos libros, contactos y ese punto es una manera de burlar las brechas geográficas que existen entre los países. Colocar el debate en el marco de la Feria constituye una manera de acercar al público a la literatura joven, comentó la narradora Dazra Novak, Directora del Centro Onelio Jorge Cardoso.

“Soy participante de este intercambio prácticamente desde su fundación. Es una gran posibilidad que permite encontrarse con compañeros de generación y con otros escritores extranjeros que tienen criterios coincidentes o ajenos a los nuestros”, manifestó Ahmel Echevarría.

En la muestra siempre saltan patrones muy singulares, de determinadas sociedades o localidades. Ello casi siempre se traduce en un tráfico de lenguas, culturas e incluso, sonidos naturales y particulares de cada región. No obstante, en cada lectura se muestra una narrativa revolucionaria.

“El hecho de que la tecnología sea una de las marcas de este siglo no significa que la literatura se olvide del hombre. Particularmente me interesa tener al hombre como centro, sus preocupaciones, sus momentos de felicidad; pero, sobre todo, sus derrotas, lo que le quita el sueño. Esta visión conforma el distanciamiento o acercamiento entre los escritores en el debate”, alegó el escritor Echeverría.

El autor argentino Martín Doria comparte en el panel fragmentos de su producción narrativa.
 

“El panel se hace importante para resemantizar el contenido de la literatura y volcarlo hacia una estructura más profunda. Se trata de trasmitir de manera diferente las mismas historias, y que el lector sienta que se corresponde de forma amable a los nuevos tiempos”, apuntó el autor argentino Martín Doria

De manera general, Cuba es un foco de atención entre —otras cuestiones— en el movimiento artístico. Por tanto, se impone en estos jóvenes escritores hacerle frente al reto de la narrativa contemporánea.

“La literatura tiene un lugar de pertenencia que no debe perder. Específicamente, la narrativa no puede convertirse en un escenario funcional para los medios audiovisuales. Se piensa muchas veces antes en la adaptación y luego en la obra. De ninguna manera, la literatura debe ser independiente y luego, lo que surja a partir de ella”, concluyó Doria.