El error de Aladino en la Bienal habanera

Antonio Fernández Seoane
8/5/2019

Entre las un poco más de treinta muestras colectivas colaterales en el listado oficial de la XIII Bienal de La Habana, sobresale la que el Taller Experimental de Gráfica de La Habana, en su sede del Callejón del Chorro, en la Plaza de la Catedral, le entrega al mayor evento de las artes plásticas en Cuba.

Taller Experimental de Gráfica de La Habana. Foto: Consejo Nacional de las Artes Plásticas
 

La construcción de lo posible desde una perspectiva gráfica, curada por la actual directora del Taller Experimental de Gráfica de La Habana, la artista Yamilys Brito, se muestra soberbia en la elegancia de su museografía que, en su dinámica de montaje de las diversas expresiones del grabado (en lo que se inserta el libro de artista, la matriz xilográfica, el grabado objeto, el estampado sobre textil y la instalación), ha sabido sortear la pluralidad temática y la diversidad técnica de treinta y cinco artistas miembros del taller —de varias generaciones y postulados estéticos— que en ella participan, incluyendo nombres tan importantes en esta expresión plástica como Carlos del Toro, Diana Balboa, José Omar Torres, Rafael Paneca, Ricardo Silveira, Rafael Zarza, Raimundo Orozco y la misma Yamilys Brito, entre otros también de reconocida trayectoria en este rubro artístico.

Entre las obras —todas de exquisita facturación técnica— allí expuestas, llama poderosamente la atención una instalación que se hace diferente al resto de los exponentes (aunque no novedosa para el espectro internacional del arte) de la muestra en cuestión: Te equivocaste, Aladino, de Ángel Rivero Sierra, mejor conocido como Andy. La obra, una sala de cualquier casa, pero al revés… Su ventilador de aspas en el piso y su sofá en el techo, para que se tenga una idea de esta atractiva propuesta que, en el cuidado del mínimo detalle, pone hasta el corcho de una botella sobre una mesa cuyas cuatro patas se adhieren igualmente al techado de aquel espacio expositivo…

Un guiño tal vez a la técnica del grabado cuya matriz habrá que trabajarla al revés de lo que después se verá en su impresión final; o quizás un aviso —ya sabido, aunque valga el recordatorio para los que aún viven en el limbo— de que el mundo que nos ha tocado vivir está patas arriba…

La construcción de lo posible desde una perspectiva gráfica muestra la inventiva y calidad con que se realiza el grabado cubano contemporáneo en todas sus expresiones técnicas, esas que se cultivan desde hace ya mucho tiempo en el Taller Experimental de Gráfica de La Habana.