El Jazz que libera

Fiorella Franco Duany
17/1/2019

La esencia del jazz es la libertad, y precisamente eso es lo que ha suscitado el evento Jazz Plaza, desde su inicio el pasado 14 de enero, en sus sedes en La Habana y Santiago. La noche de inicio del festival fue especial. Allí un joven santiaguero puso a consideración del público su nuevo disco, Escape, pretexto para que Albertico Lescay llegara otra vez a la ciudad de Santiago de Cuba, en aras de brindar al público un poco de su sabor, en la Plaza de Marte de la musical ciudad.


Foto: Cortesía de la autora
 

El jazz, la música electrónica y la rumba se hicieron uno cuando en el concierto inaugural el maestro Arturo O’Farril tuvo la delicadeza de invitar a Los Muñequitos de Matanzas y a la emblemática Conga de Los Hoyos. La noche, colmada de ovaciones a quienes desde el santiaguero Teatro Martí pusieron a gozar al público con jazz y conga, recibió también a jóvenes músicos del conservatorio Esteban Salas. Ellos, junto a la Conga, lograron poner de pie al auditorio en pleno.

El concierto fue un sueño cumplido para Arturo O’Farril, quien llegará nuevamente a Santiago luego de algunos años, pero esta vez acompañado de sus hijos, también músicos, quienes no dudaron en seguirlo y unirse al espectáculo, hasta el punto de tejer improvisaciones con la Conga.

Para los que visitan Santiago de Cuba en días de jazz es habitual que la noche termine en el Iris Jazz Club, espacio bautizado en esta primera noche de Festival por Alberto Lescay Merencio como La Casa del Jazz en el Oriente cubano. Allí, como colofón de la velada, tocó nuevamente Albertico Lescay, quien abrió espacio para la descarga de todos.

Lescay padre, prestigioso artista o de la plástica santiaguera y cubana, es el autor de la obra pictórica que respalda la edición 34 del Festival Jazz Plaza.

De esta manera, y como se asegurara en la rueda de prensa anterior al festival, se tratará de que las Artes Plásticas del país estén estrechamente ligadas a esta fiesta.