El mundo después del Coronavirus: transoceánico y contra reloj

Estrella Díaz
25/6/2020

Según ha trascendido, en los meses de verano el lector cubano tendrá acceso un nuevo libro (en formato de papel) titulado El mundo después del Coronavirus, empeño editorial que ya vio la luz en España —gracias a la editorial Samarcanda y que también puede verse a través de las plataformas digitales como Amazon— y que ha sido concebido a cuatro manos por el periodista y escritor Félix López y por el caricaturista, ilustrador y pintor Arístides Hernández (Ares), ambos cubanos.

Edición cubana del libro El mundo después del Coronavirus. Fotos: Cortesía del artista
 

La segunda edición de El mundo después del Coronavirus —que ya está listacirculará en la Isla bajo el sello de Ediciones Arte Cubano, según dio a conocer, en entrevista exclusiva ofrecida a La Jiribilla, Ares, merecedor de más de ciento cincuenta premios internacionales y quien acaba de recibir el Gran Premio del Concurso Internacional UYACC 2020 Anticoronavirus, convocado por una entidad China. Sobre este y otros temas dialogamos con ese hombre de la cultura que es, además, doctor en medicina y especialista de primer grado en Psiquiatría.

El mundo después del Coronavirus es un proyecto que vio la luz de manera muy rápida. Durante el período de confinamiento empecé a trabajar algunas caricaturas con el tema de la Covid-19 y eso me permitió reactivar muchos contactos con amigos a través de las redes sociales.

“Uno de esos entrañables hermanos es Félix López —ganador del Premio internacional de Ensayo Rómulo Gallegos en 2010— a quien me une una larga amistad. Detecté que él, desde España, estaba publicando varios textos sobre los mismos temas en los que estaba trabajando. Nos contactamos —Vía whatsApp— y surgió la idea de hacer un libro que agrupara sus palabras y mis caricaturas.

Edición española del libro El mundo después del Coronavirus.
 

“Así comenzó este proyecto transoceánico, y contra reloj, que concluyó siendo este libro en el que abordamos, a partir de dos perspectivas —desde lo escrito y desde la imagen—, las visiones de lo que ha ocurrido en este tiempo, cómo vemos el mundo después de la Covid-19. Tiene que ver con la política, el manejo global de la crisis sanitaria, la economía y las finanzas, el medio ambiente, los valores humanos y todos los problemas sociales que derivan de la pandemia”.

Tanto Félix López como tú insisten en que no se trata de un texto ilustrado…

“Cuando se habla de un texto ilustrado se asocia con un libro que transcurre de principio a fin y que alguien está haciendo viñetas o imágenes a partir de un texto. Este fue un libro en el que cada una de las expresiones fue alimentando a la otra. Trabajé algunas caricaturas y fue el punto de partida para que Félix concibiera los textos; pero a partir de los textos de Félix surgieron otras imágenes y otras ideas que, también, me dieron pie a la caricatura. Los temas a abordar fueron convenidos entre ambos, por lo cual, fue un trabajo realizado en equipo. Esa es la esencia y la diferencia entre hablar de un libro que tiene ilustraciones y un libro que ha sido hecho, a la vez, entre un escritor y un humorista gráfico”.

 

¿Qué reflexión te motiva el hecho de que este libro se ha hecho tangible gracias a las nuevas tecnologías?

“Uno de los temas que está en el libro es, precisamente, la tecnología y la comunicación y cómo en ocasiones —en el caso del Coronavirus— hemos estado sometidos a un atiborramiento de informaciones falsas, terribles, que siembran el caos en el pensamiento de la gente. La parte interesante que asumimos nosotros es que las nuevas tecnologías pueden ser usadas para bien. En otro momento, habría sido imposible hacer este libro juntos —desde el proceso de creación y de trabajo— por la distancia geográfica tan grande entre ambos.

“Estoy convencido que todo en este mundo puede ser utilizado para bien y para mal: el dinero, las comunicaciones, el dominio sobre los medios, etcétera. Y en este caso, creo, el libro es fruto de una perspectiva optimista en torno a las nuevas tecnologías y de un aprovechamiento satisfactorio de ellas.

“En lo personal, estoy muy contento con este resultado porque es consecuencia de un pensamiento positivo en medio de una situación negativa: la Covid-19 es algo terrible que atañe a toda la humanidad y hay que cumplir con un confinamiento que ha cortado la vida social. Sin embargo, uno tiene que continuar trabajando, creando y produciendo cosas que tengan un resultado alentador y de futuro, a pesar de todo”.

Trataron, a cuatro manos, veinte temas de interés…

“Hay muchos temas que tienen que ver con la comunicación, con lo que ha sucedido durante la pandemia con los medios, con las redes sociales —lo bueno y lo malo—; hay temas que tocan cómo este aislamiento ha dejado una marca para el futuro en los niños; también las visiones que ha habido en torno a las personas de la tercera edad —lo terrible y lo bueno que ha ocurrido— y la importancia de los adultos mayores en la sociedad contemporánea. También hay temas referidos a la economía personal, doméstica y a la mundial. De igual forma abordamos otros como la solidaridad que se ha generado en los días de la pandemia. Así como la manera en que han quedado desenmascarados muchos clichés y mentiras que la pandemia ha dejado al desnudo”.

 

Hiciste unas cuarenta caricaturas en tiempo record, casi acelerado…

“Fueron caricaturas que concebí en el día a día y que fui publicando muy rápido en las redes, porque siempre he visto el humorismo gráfico en su condición de periodismo, de ir comentando lo que va ocurriendo. Pero, además, las fui publicando de forma acelerada porque sé que hay muchísimos caricaturistas en el mundo trabajando todos los días sobre el tema y, desde mi perspectiva, si me demoro unas horas en publicar esa idea que ya la tengo concebida es probable que alguien en la India, China, Japón, Rusia o en la propia Cuba, tenga la misma idea y, entonces, me quedo con la caricatura en la mano sin poderla publicar”.

¿Es autoforzarse?, ¿cómo funciona en tu proceso creativo?

“No tengo una fórmula específica, pero por lo general se da un determinado tema y tengo que buscar una idea; ahí es cuando comienzo a hacer asociaciones y, después, buscar el camino al dibujo que me permitirá transmitir esa idea. Por lo general, trato de buscar referentes visuales y de ideas enredados, porque las ideas elementales se le ocurren a todo el mundo y corro el riesgo de engancharme con la primera idea y que ya alguien la haya trabajado”.

Hace muy poco recibiste, vía Internet, el Gran Premio del Concurso Internacional UYACC 2020 Anticoronavirus…

“La UYACC es una gran organización China asociada a la caricatura y que se encarga de organizar festivales. Debido a la aparición de la pandemia, lanzaron una convocatoria para un concurso que denominaron Anticoronavirus y solicitaban que, vía correo electrónico, participaran dibujantes de todo el mundo.

“Los organizadores pidieron que los temas que se tocaran en torno al Coronavirus tuvieran que ver con la parte más esperanzadora o positiva de lo que está sucedido. Según me comunicaron los organizadores, participaron más de ocho mil trabajos; así que, el haber ganado el Gran Premio es una alegría grandísima y es, también, el resultado de todo el trabajo que he venido haciendo desde el confinamiento”.

Caricatura que mereció el Gran Premio del Concurso Internacional UYACC 2020 Anticoronavirus.
 

Háblame de la caricatura premiada… 

“Quizás fue una de las que más trabajo me dio. La concebí a partir de lo que ha significado la labor de los médicos y otros trabajadores de la salud en los días de pandemia: mi agradecimiento y el aplauso para ese personal. Ellos son quienes, de veras, han estado en la línea roja de la lucha contra el Coronavirus.

“Como se sabe, muchos médicos y enfermeras han fallecido en medio de esa batalla y quise representar ese agradecimiento. Hice la caricatura desde una perspectiva no habitual. Utilicé desde lo visual —o la composición—, las imágenes que aparecían en las redes sociales de varias personas, en lugares diferentes, con carteles que formaban un mensaje común. Ese fue el gancho, porque comprendí que era una perspectiva nueva de la visualidad dentro de la caricatura. Son, en total, nueve imágenes que portan carteles diferentes que dicen ‘Gracias doctor’ en diversos idiomas y, al final, un cartel que dice ‘Nosotros creemos en ustedes’. Los personajes que conforman esta caricatura son imágenes icónicas de varias religiones en el mundo como el catolicismo y el budismo, por solo citar dos ejemplos”.

Has incursionado en la pintura… ¿por dónde va tu carrera como pintor?

“Me he movido en diferentes líneas de trabajo. Apenas unas horas antes de reportarse en Cuba los primeros casos de Coronavirus, inauguré una exposición en Santiago de Cuba, invitado por los amigos de la Fundación Caguayo.

“Esa muestra incluyó pintura, serigrafía, carteles, humor gráfico y obras instalativas, de manera que esa exposición mostraba varias aristas. Centrarme en una sola manera de hacer me aburre y, por eso, salto constantemente de una expresión a otra, de un soporte a otro. En pintura estoy trabajando en varias series a la vez y el año pasado, para festejar los quinientos de la fundación de La Habana, hice una obra que incluyó bocinas intervenidas con esmaltes, incluida también en la expo mencionada de la Ciudad Héroe.

Arístides Hernández (Ares) Foto: Odette Bello.
 

“Estaba atravesando por un momento creativo en el que la caricatura no se encontraba en primer lugar, pero floreció en estos tiempos de pandemia: parece una contradicción, sin embargo, para mí no lo es”.