Después de varios meses sin circular entre sus lectores, para suerte nuestra regresa El Caimán Barbudo con varios números a disposición en estanquillos, librerías y universidades.

La cercanía con el equipo que labora en su producción me ha permitido conocer a quienes llevan adelante una publicación con mucha historia. A lo largo de su existencia, para El Caimán… han colaborado reconocidos críticos, investigadores y escritores vinculados a este proyecto.

En cada número aparecen textos que reflejan la diversidad de estilos y técnicas que se utilizan en el periodismo contemporáneo y este ha sido uno de sus logros a lo largo de su quehacer. Con mucho énfasis en la renovación de los lenguajes y modelos de ejercer la profesión más hermosa del mundo, según García Márquez, El Caimán… también apuesta por un periodismo narrativo y expresivo de nuevas formas de presentar los contenidos.

Los cuatro números que acaban de salir de las máquinas son testimonio vivo de una época que se ajusta a la influencia de los medios de comunicación y las tecnologías sobre la vida en su sentido más amplio; que estimula hacia el ejercicio crítico desde la libertad de conocimiento y de sentido ético y que promueve un necesario debate entre los, cada vez menos, habitantes de la ciudad letrada.

Desde el número 408, que recoge el acontecer de los meses de septiembre y octubre del 2018, hasta los correspondientes a marzo y abril del 2019, los integrantes de este equipo pretenden retomar su sistematicidad y que la web que acompaña la revista siga siendo un espacio de promoción de los contenidos.

En el número 408 recomiendo el artículo “Música popular cubana. Otro modo de hacer historia” de Joaquín Borges Triana, por la manera en que retoma un tema que le es cercano y ha sido ampliamente abordado en su desempeño como periodista y ensayista.

Mientras que del número 409 resalta el texto referido a la exposición La imagen sin límites, en cartelera durante dos meses en el Museo Nacional de Bellas Artes el pasado año. Desde la perspectiva de Raúl Medina lo que sobresale de esta muestra es que la fotografía es una manifestación que cuenta con una fecunda e ilimitada trayectoria de creación y así concluye su reseña titulada “Casi 180 años de imágenes en una isla”.

De forma coincidente con la celebración en La Habana de la Feria Internacional del Libro, el número que comprende los meses de enero y febrero del presente año, tiene como plato fuerte la literatura, es así que llegan dos entrevistas a escritores que forman parte de la tradición literaria cubana y cuyos nombres son de referencia obligada en la Historia y la memoria de los lectores: Eduardo Heras León y Leonardo Padura. A través de entrevistas a estos creadores se conocen algunas de sus historias y motivaciones a la hora de enfrentar el reto de la escritura.

La diversidad de temáticas abordadas en el número 411, es uno de los factores que lo hace acreedor de un potente discurso del aquí y el ahora. Criterios sobre la Cruzada Teatral y otros temas de actualidad componen este número que será vehículo para seguir motivando a los lectores cubanos.

Con mucha expectativa he obtenido estas novedades para convertirme en un lector devoto de los textos que componen cada número y seguir siendo un promotor de esta revista que piensa y cree en la cultura cubana. Esperemos que muy pronto algunos de estos números lleguen a su destino final: los lectores.