El rock and roll también sabe a Cuba

Las raíces del rock and roll se hunden en las bases rítmicas y el desenfreno de la música del continente negro, una fiebre que encontró su pleno auge en Estados Unidos, adonde emigró junto con su gente para allí arraigarse.

La música simbolizó el medio para distraerse de aquel entorno de miseria y segregación de buena parte de la población de afroamericanos del sur de Norteamérica. Surge el blues, la melodía del alma y también el padre del rock and roll. La mezcla de rhythm and blues, gospel, folk, country, jazz y blues, entre otros, hizo posible el nacimiento del género.

Pero lo que convirtió al rock en lo que es hasta nuestros días es el resultado de la unión de las culturas y el aporte de diversas razas, continentes, influencias y experiencias completamente diversas.

Desde 1955 ya el rock se cultivaba como expresión musical en Cuba, denominado primeramente rock and roll, expresión que desde su origen tuvo una gran popularidad en el mundo. En la Isla, los seguidores de este género lo han cultivado afanosamente durante varias generaciones a lo largo de más de medio siglo de historia.

Bajo la égida de su cantante más influyente, Elvis Presley, su guitarrista más importante, Chuck Berry, y sus bandas más reconocidas como Eddie Cochran y Bill Haley and The Comets, el rock and roll se difunde, cobra fuerza y gana cada vez más adeptos en la actualidad. Cuba no quiere quedarse atrás.

En entrevista para La Jiribilla, Claudia Laura Pérez Vega, secretaria y una de las principales activistas de la Agencia Cubana de Rock, precisó los detalles del importante evento que auspiciará la institución próximamente, en pos de aunar voluntades para situar en el lugar que se merece el rock and roll en nuestro país. Todo por la preservación de un legado musical que busca aglutinar, incluir y sumar nuevos adeptos.

Por eso, surge la iniciativa del Maxim Fest 13 Vol. 1, que abarcará los días 12, 13 y 14 de julio y se celebrará a propósito del Día Internacional del rock and roll, el propio día 13. Las actividades tendrán lugar de una de la tarde a una de la madrugada, toda una jornada con múltiples propuestas para escoger.

Las presentaciones de 13 unidades artísticas del catálogo de la Agencia Cubana de Rock y otras invitadas, de diversas vertientes del género, trazarán el camino a una efervescencia en el acontecer del panorama roquero contemporáneo, siguiendo la ruta del rock and roll como una expresión de diferentes generaciones y estilos de vida.

Pero el evento no solo propone música para los amantes del género y todos los que quieran llegarse sin prejuicios a disfrutar de buenos momentos en este festival; confluirán performances, artes visuales, presentaciones de Djs, artistas de Tatoo para exhibición y competencias, el diseño de vestuario, asistirán dos bazares, entre otras expresiones de la escena alternativa cubana y universal. También habrá un espacio reservado para la presentación de libros, como el del autor Raúl Cardona.

Según detalló Pérez Vega, algunas de las bandas que se presentarán el viernes 12 serán Divergente, Eddy Escobar y su grupo, Mephisto, Saloma, Mundo de Sofía, La Guerrilla (de Matazas), entre otras. El sábado se podrá disfrutar de Isis Flores, Zeus, Vieja Escuela, Rising, Némesis, etc.; mientras, el domingo estarán Luces Verdes, Foxy, Dead Point, Switch (de Artemisa), Tranks, Gens y otras, que cerrarán por todo lo alto la programación prevista.

El Maxim Fest 13 Vol. 1, en esta su primera edición, sin dudas marcará un precedente. Así lo expresó Pérez Vega, pues si bien ya se habían desarrollado otros proyectos de gran alcance como el Brutal Fest —el cual partía de las instalaciones de la Agencia Cubana de Rock para extenderse a todo el país y retornar a La Habana— ahora dicha institución apadrinará por completo el evento en toda su magnitud, en el ambicioso y no imposible objetivo de revivir el rock and roll desde la sala del Maxim Rock.

“Se trata de consolidar como lo que es la Agencia y su sala, la casa del rock and Roll en Cuba, para hacer florecer el movimiento y no dejar que se apague. Sobre todo buscamos atraer a los jóvenes para que lo conozcan y consuman ante otras propuestas musicales”, aseveró.

Se busca revivir una instalación que, tras tres años cerrada por reparaciones, abrió sus puertas en noviembre pasado y no ha cesado en su labor por difundir e incentivar el disfrute del género.

Fundada en julio de 2007, esta agencia de representación artística profesional fue creada con el objetivo de dar a conocer y colocar su catálogo en la escena musical cubana e internacional. Además, dentro del sistema de instituciones culturales, es la primera de su tipo en el país. En estos momentos la dirige Dionisio Leonardo Arce Camps, también vocalista de Zeus, una de las bandas emblemáticas del género en Cuba.

Actualmente, el catálogo de la Agencia Cubana de Rock está formado por trece agrupaciones que abarcan los diferentes estilos. Por el momento, la mayor parte del talento que conforma la oferta son agrupaciones de la capital, sin embargo, este festival representa una oportunidad para ampliarse e incorporar bandas de otras provincias.

Con el Maxim Fest 13 Vol. 1, su sala de concierto, el Maxim Rock, se vestirá de gala y cobrará singular protagonismo, como espacio ciento por ciento dedicado al rock hecho en Cuba, en todas sus variantes. Incluso, antes de la fundación del Maxim, la Agencia de Rock había logrado la visita a Cuba de una banda insignia del metal: Sepultura.

Como parte de la programación habitual de la Agencia, se llevan a cabo diferentes presentaciones de artistas los jueves, viernes, sábados y domingos. Los jueves se presenta la iniciativa KTP, que propone una mezcla de electrónica y rock and roll, sobre todo para los jóvenes; los viernes y sábados hay rock and roll, metal, alternativo… y específicamente los domingos tiene lugar el proyecto Loopy Rock.

Asimismo, para el verano prevén desarrollar, a partir del 21 de julio, todos los domingos, una nueva iniciativa, todo un prometedor espectáculo bajo el nombre Rock Tonight, que recree el ambiente de los años 80.

Así, ese género musical de ritmo marcado —derivado de una mezcla de diversos géneros de música folclórica estadounidense y popularizado desde la década de 1950— busca su senda en la geografía nacional. La sala Maxim, desde La Habana, quiere que el rock and roll no decaiga, que no se apague, que aglutine, que reviva, que florezca y que sepa a Cuba.