El secreto de la energía de un submarino criollo

Guille Vilar
11/3/2019

Para nadie es un secreto que los submarinos nucleares pueden permanecer indefinidamente navegando, sin tener que tocar puerto para reabastecerse, precisamente por la energía que los mueve. En tal sentido, en el municipio capitalino Vedado, los cubanos contamos con un Submarino Amarillo, que también ha navegado sin detenerse durante 8 años, pero el combustible que lo mueve es diferente. Y este no puede ser otro que el amor desplegado por quienes laboramos allí, así como el que recibimos de quienes nos visitan en cada noche de la semana.

“Este no era un lugar para “tocar por tocar”; cobrar por el trabajo y hasta la próxima actuación;
sin tener en cuenta los resultados.” Foto: Internet

 

Cuando este Centro Cultural de Artex abrió sus puertas, en marzo del 2011, nadie podía predecir el itinerario de nuestra hoja de ruta, aunque siempre estuvimos claros de nuestros objetivos: ninguna oportunidad a la mediocridad expresada a través de la música; con la premisa de ofertar un servicio gastronómico de excelencias.

Si en los primeros momentos de nuestra travesía, la idea de que el Submarino era un lugar, más para descargar con la música rock anglosajona como en una “discotemba” (1), sin que mediara un mínimo de exigencia, dicho concepto se fue transformando hasta alcanzar el nivel de profesionalismo que nos distingue. En tal sentido, nos aproximábamos a la comprensión, por parte de los músicos que conforman la plantilla del Submarino, de que este no era un lugar para “tocar por tocar”; cobrar por el trabajo y hasta la próxima actuación; sin tener en cuenta los resultados.

Pronto se nos hizo evidente que, en la medida que cada agrupación fuera capaz de movilizar la mayor cantidad de público a partir de una sólida presentación y un escogido repertorio, esto se revertía en un saldo favorable desde todo punto de vista: el público quedaba sumamente complacido, los músicos satisfechos por el resultado del esfuerzo colectivo y un mayor beneficio económico para el centro cultural en cuestión.

Quizás la clave de semejantes logros radica en el acatamiento de las medidas ya establecidas. En nuestro Submarino, los horarios de ensayos y de actuación son inviolables, del mismo modo que se es inflexible en el cumplimiento de la disciplina. Dentro de este riguroso entorno, los músicos han reflexionado sobre la necesidad de asumir con la mayor seriedad el trabajo que desempeñan. Si para algunos hacer covers (2) representa una disminución de su rango artístico, una gran mayoría tiene la capacidad adecuada para entenderlo desde una perspectiva mucho más abarcadora. En nuestra opinión, criticar a quienes tocan covers del rock resulta tan presuntuoso como renegar de las orquestas sinfónicas que, en el mundo, proponen su interpretación de las obras de Beethoven o de Wagner.

En el Submarino Amarillo, hemos sido testigos de versiones a temas clásicos de la banda Deep Purple, por Cock Tail; o de Led Zeppelin, a cargo del grupo de Eddy Escobar, actuaciones que realmente nos han emocionado por el grado de autenticidad alcanzado.

Ante tales muestras de virtuosismo la espontánea respuesta del público es muy agradecida. Por supuesto, nos queda un largo camino por recorrer, para intentar ser cada vez mejores en nuestro desempeño como colectivo, con plena conciencia del legado de Los Beatles: “El amor que tú recibes es el mismo amor que entregas.”

Notas:

1.-Discotemba: Lugar donde un grupo de rock a partir de versiones a clásicos del género, recrea la nostalgia de aquellas personas por la música del ayer.
2.-Covers: Terminología utilizada en el rock para denominar versiones a los clásicos del género.