Hace diez años la actriz Venecia Feria deslumbró a la narradora Laidi Fernández de Juan en un Festival Aquelarre; entonces la joven holguinera pertenecía al grupo humorístico Etcétera.

“Su plasticidad, su mimetismo, su versatilidad en escena son admirables”, dice la médica y escritora cubana, quien verá hoy jueves el estreno de su monólogo Yaisú, obra que escribió pensando en la interpretación que haría Venecia y que dirige su entrañable amigo Osvaldo Doimeadiós.

“¡Imagínate ver ahora ese sueño convertido en realidad! Para colmo de regocijo, no existe mejor dirección que la de Doime en asuntos de mujeres. Viene a ser un premio todo incluido lo que estoy recibiendo”, comenta Fernández de Juan, debutante en las letras cubanas con Dolly y otros cuentos africanos, Premio Pinos Nuevos en 1994. De entonces a acá son 11 sus libros de cuentos, una novela e innumerables crónicas y artículos.

Por la autenticidad con que narra el mundo de lo femenino, lo cotidiano y la cubanía, ella ha merecido el Premio de cuento Luis Felipe Rodríguez de la Uneac en dos ocasiones: en 1998 y en 2014, con “Oh, vida” y “Sucedió en Copperbelt”, respectivamente. También recibió el Premio de cuento Alejo Carpentier por “La hija de Darío” (2005), el Premio Internacional de Minicuentos El Dinosaurio por “Naderías de hoy” (2014) y el de Cuentos El Hilo y la Cuerda por “Títere fue” (2015). Por si fuera poco, el pasado año le fue conferido el Premio Anual de la Crítica Literaria a su libro La Habana nuestra de cada día (Ediciones Boloña).

El secreto de su fecunda carrera quizá radique en la disciplina. “Cada día me siento y lo intento: a veces sale, otras no, pero hago el intento”, confiesa.

Su éxito posiblemente está más apegado a la osadía de aliviarse a través de la escritura, esa que la mantiene a flote en los descalabros de la vida.

Sí, ya lo ha dicho antes, “escribir textos literarios es un ejercicio de exorcismo muy íntimo. Es desnudarse privadamente sabiendo que quedaremos expuestos ante un público al que no conocemos”.

Al indagarle si Yaisú es un texto autobiográfico, contestó con su habitual sinceridad. “Carece de importancia si el monólogo es o no autobiográfico. Toda obra es y no es personal. Todo está (y no) basado en los llamados  `hechos reales´”.

El anuncio

Tarde de mujerangas en la Uneac. Luis Enrique (Kike) Quiñones Amador, actor y director del Centro Promotor del Humor, hace un anuncio: “Próximamente será presentado un monólogo de Laidi Fernández de Juan, bajo la dirección de Osvaldo Doimeadiós e interpretado por Venecia Feria”.

La recomendación llega de una voz autorizada, y Laidi, Doime y Venecia son grandes en sus respectivos mundos: la literatura, el teatro y la actuación. Los tres defienden con decoro el humor, y sobra el socorrido: No se lo pierda.

La invitación es este jueves 20 de febrero, en Casa de las Américas, en el contexto del tradicional Coloquio Internacional Humor, ironía, parodia, subversión, transgresión y reescritura de la historia y la cultura de las latinoamericanas y caribeñas de la Colonia al siglo XXI.

El evento, convocado por el Programa de Estudios de la Mujer de Casa de las Américas, está dedicado a las “tretas” con que escritoras y artistas latinoamericanas y caribeñas ponen en jaque las formas de dominación de las mujeres, el sexismo, el machismo, y los arcaicos prejuicios y estereotipos patriarcales.

Por ello, la médica y narradora encaja perfectamente en el evento. Su literatura está permeada por la ironía y aborda la realidad de la mujer cubana, que en cuanto a patrones machistas es semejante a la de Puerto Rico o Uruguay.

Osvaldo Doimeadiós, Premio Nacional del Humor, describe así su obra: “La narrativa de Laidi, en líneas generales, está marcada por el empleo a fondo del humor. El humor en todo su abanico de posibilidades. En su escritura conviven las situaciones más comunes con nuestro absurdo cotidiano”.

Este jueves, según nos cuenta Laidi, varias investigadoras teorizarán en torno a los valores de su narrativa. “Luisa Campuzano (coordinadora del Coloquio) decidió agrupar todas esas ponencias un mismo día. Me sorprendió gratamente, como es natural”.

Horas antes del estreno de Yaisú, La Jiribilla los acerca a la obra y sus protagonistas, y ofrece otros detalles de lo que acontecerá en la tarde de hoy en Casa de las Américas.

Yaisú

En su casa del Vedado imagino a Laidi ansiosa por la sorpresa que le deparará ver Yaisú. Asegura que aún no ha visto el resultado final, pero sabe que, de la mano de esos artistas, su texto ha sido enriquecido.

“Con Doime al frente, no tengo nada que objetar. ¡Yo pondría mi vida en sus manos, imagínate un texto!”, afirma quien tuvo a su cargo la compilación de Sombras nada más, una antología de 36 cuentos, de igual número de narradoras, sobre el maltrato a la mujer.

Es entonces cuando recurro a Osvaldo Doimeadiós, ese actorazo que se desdobla de manera magistral en personajes dramáticos o humorísticos y tiene el don de la excelencia al actuar, dirigir o impartir clases. Y lo logra, en ocasiones, hasta simultaneando roles.

¿Qué potencialidades tiene el monólogo de Laidi?

Un texto de esta naturaleza, donde nuestras angustias y apremios van de la mano con el disparate y eso llega a hiperbolizarse en un personaje como Yaisú, evidentemente ofrece múltiples posibilidades a una actriz.

¿En el proceso de montaje en qué ha hecho más énfasis?

En ser consecuente con la intención de Laidi y darle rienda suelta al disparate. En poner al personaje a dialogar con la escritora en algunos momentos…

¿Cómo diseñó a Yaisú?

Es un viaje de ida y vuelta. Laidi lo escribió —entre otras cosas— pensando en Venecia y en el personaje que ya la actriz había explorado con La cita, así que pensé usar las mismas características de ese personaje en cuanto a maquillaje, vestuario y demás. Por otra parte, Yaisú puede tener muchas facetas o explotarse de manera episódica.

La cita

A propósito, dos fragmentos de La cita se llevarán a escena esta tarde de jueves en la Casa de las Américas. La obra fue escrita en 2015 por la actriz Andrea Doimeadiós, hija del reconocido actor. Según detalló en una entrevista radial, los textos fueron escritos “en noches de desvelo para mostrárselo a mis amigos, compartirlo con conocidos y saber si lo podía hacer”.

Fue la propia Laidi quien presentó a Andrea en su desaparecido espacio “Miércoles de sonrisas”, dedicado al estudio y difusión del humor en la cultura cubana. Dos años más tarde, en abril de 2017, Andrea y Venecia la llevaron a escena bajo la dirección del propio Doimeadiós. El estreno fue en el Bertolt Brecht y tuvo la aceptación del público y la crítica especializada. Ese mismo año, en el Festival Aquelarre, Andrea ganó Premio al mejor guion con La cita.

Pero de ello no hablaremos hoy. “Sobre La cita y la experiencia de 97 funciones, una escritura femenina, defendida por dos mujeres, el encuentro con públicos tan diversos es algo de lo que podríamos hablar durante horas”, afirmó Doime.

Tal es así que su tesis de maestría en dirección tuvo como centro el proceso creativo de la puesta en escena de esta obra, con la que debutó como dramaturga su hija Andrea.

Margot

Jueves de confluencias es este 20 de febrero. Sucede que Osvaldo Doimeadiós también tendrá en Casa una pequeña participación con el popular personaje de Margot, surgido en los años 90.

“Curiosamente, el primer día que salió Margot en la pantalla (en el paradigmático programa televisivo “Sabadazo”), una vez terminada su emisión, llevé a mi esposa hasta el hospital y nació Andrea”.

Era el 20 de marzo de 1994. ¡Enhorabuena! A un mes de su cumpleaños 26, veremos a la familia en escena y celebraremos juntos en Casa con Yaisú, Laidi, Venecia, Andrea, Doime y Margot.

Elogio a la amistad

Doime: “Laidi, más que una amiga, es familia. Hemos estado en las buenas y en las malas. Compartimos experiencias de vida generacionales, frustraciones, utopías. Compartimos además nuestro sentido de admiración hacia el humor, del que somos dos humildes practicantes. Nos asiste toda la confianza del mundo, para el uno decirle al otro lo que le gusta o lo que no; por eso mismo, por lo especial que ella es, me gustaría que el trabajo saliera lo mejor posible. Veremos a la familia en escena”.

Laidi: “Me pides que lo describa. Doime es un ser humano maravilloso, mi hermano de muchísimos años, hemos estado juntos en momentos felices y en otros muy amargos. En el plano profesional, lo considero un artista auténtico en el pleno sentido del término. Su integridad moral y su increíble capacidad actoral lo convierten en alguien por quien siento devoción, como puede notarse fácilmente. No creo que deba añadir nada más, salvo expresar en público mi deuda de gratitud hacia él, una vez más”.